El 13 de agosto de 1982, hace 41 años, falleció en un accidente aéreo el Comandante Marcos Somarriba, junto a jóvenes miembros del Batallón de infantería de Reserva 80-19 en Granada.
En el año 2011, en justo reconocimiento por su legado histórico en la construcción de la institución policial, el Distrito VI de la Policía Nacional inauguró y develó un busto en su honor, nombrando las instalaciones de dicho distrito “Comandante Marcos Somarriba”.
A tan sólo 29 años de edad, murió uno de los guerrilleros más emblemáticos, humildes, político y aguerridos del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que dio su vida en cumplimiento del deber, defendiendo al pueblo de la agresión imperialista que apoyaba a la contrarrevolución. Un joven que dejó un gran legado entre la juventud, como ejemplo de lucha, de vigor, de coraje para seguir al frente con el Frente, seguir al Frente en la Revolución.
Compartimos con nuestros lectores, la noticia publicada en la versión impresa de Barricada de aquellos días, de entrega y sacrificio:
19 muertos en tragedia aérea
Diecinueve muertos es el resultado del fatal accidente de aviación ocurrido la mañana de ayer en el barrio El Rodeo, frente al aeropuerto A. C. Sandino, entre los que se cuentan tres internacionalistas y el Comandante Guerrillero Marcos Antonio Somarriba. Las víctimas fueron homenajeadas póstumamente en el Ministerio del Interior la tarde de ayer.
Hablando a nombre de la Dirección Nacional del FSLN y de la JGRN, [se] anunció oficialmente el saldo mortal y [se] reveló que hay un sobreviviente, Carlos Rodríguez, quien se encontraba grave.
Tres tripulantes y 17 pasajeros se dieron cuenta de la falla mecánica que hizo perder el control del aparato al piloto, estrellándose segundos después.
[Autoridades del Ejército Popular Sandinista señalaron] que el accidente no fue obra del destino, sino de la pobreza y subdesarrollo de nuestro pueblo que impide, de momento, tener todos los repuestos y garantizar el mantenimiento de los aviones. Faltan divisas y recursos humanos.
Volar es un riesgo; pero primero el deber
Igualmente señaló que el accidente fue producto de la imperiosa necesidad de enfrentar al enemigo en Zelaya Norte, pues sus agresiones han obligado a intensificar la utilización de la aviación. «Los pilotos vuelan una y otra vez, no siempre pudiendo garantizar lo óptimo, pero obligados a defender la Patria y la Revolución».
Reconocimiento a internacionalistas
Especialmente destacó el hecho de que nuevamente la sangre de nicaragüenses cae junto a la de internacionalistas y en ese sentido, exaltó la memoria de los asesores del Instituto Nicaragüense de Estadísticas y Censos, INEC, los cubanos Mireya Núñez y Pablo Batista.
Reconocimiento especial hizo también de la internacionalista costarricense Flor del Carmen Madrigal, de cuya sangre dijo que contribuiría a fortalecer los lazos entre los pueblos ticos y nicaragüense.
Recordó la gratitud que nuestro pueblo le tiene al pueblo costarricense por el apoyo brindado en la lucha contra la dictadura y dijo que esa gratitud nuevamente se ratifica con el apoyo de Flor del Carmen. De los internacionalistas cubanos, señaló que no es la primera vez que Nicaragua tiene que dar su pesar, dolor y agradecimiento profundo al pueblo y gobierno cubano, que, pese a sus propios problemas, a las amenazas, chantaje y agresiones de que es víctima, reitera si solidaridad, sin estridencias no fanfarronería hacia Nicaragua.
LOS MUERTOS
Las víctimas del accidente fueron identificadas cómo: Sub-Teniente Henry Tablada Ruíz, piloto de la FAS; Abdul Sirker Gómez, co-piloto; Luis Manuel Quezada, técnico de la FAS; Flor del Carmen Quezada, internacionalista tica asesora del INEC; Mireya Núñez y Pablo Batista Vigil, internacionalistas cubanos también asesores del INEC.
Héctor Medina, Jefe de Cedulación de la Dirección de Migración y Extranjería; José Angel Chávez Jarquín, del EPS; Mariano Cortés, Modesto José Marín Alemán, milicianos; Marvin Hernández Silva y Manuel Guiller Tamariz, del MINT; Fanor Centeno, del EPS; Guillermo Aragón, Danilo Enrique Tablada, Cristóbal Ramos y César A. Chávez.
El Sub-Teniente Henry Tablada Ruíz, el mismo que impidiera el primero de enero de este año el secuestro del avión 19 de Julio, fue ascendido póstuma mente a Teniente. Mientras que los combatientes MINT, Marvin Hernández Silva y Manuel Guillen Tamariz, lo fueron a Subtenientes.
Guardia de Honor
Después de la intervención [de las autoridades del Ejército Popular Sandinista], la Dirección Nacional del FSLN y [miembros] de la JGRN, Rafael Córdova, hicieron guardia de honor ante los seis féretros expuestos en el salón del Ministerio del Interior. […] Los altos mandos del MINT relevaron en la guardia de honor a la DN y éstos a su vez fueron relevados después por el Estado Mayor y Dirección Superior del EPS. Después hicieron guardia, miembros de la Asamblea Sandinista, Ministros de Estados, oficiales y combatientes de las Fuerzas Armadas, etc.
Homenaje póstumo a cuadro histórico del FSLN
ORDEN CARLOS FONSECA AL CMDTE. SOMARRIBA
[…]
Ascendido a Comandante de Brigada y condecorado con la Orden Carlos Fonseca, aquel jovencito hijo de carpintero y de costurera que nació el aguerrido barrio en El Calvario, de León, fue reclutado para el FSLN en 1971, por Roberto Huembes.
Apenas tenía 17 años, cuando, con otro extraordinario cuadro del FSLN, Francisco Meza Rojas, fundó el Movimiento Estudiantil de Secundaria, MES, en León, que rápidamente se extendió a todo el país. Un año después, ya era miembro del Comité Ejecutivo del Frente Estudiantil Revolucionario, FER, cargo que ocuparía hasta 1975, año en que brevemente se desempeñó como Coordinador Nacional del máximo organismo de los universitarios revolucionarios.
«Un cuadro histórico del FSLN», lo llamó el Comandante de Brigada Omar Cabezas, cuando con voz indignada decía también que su muerte contribuye «una pérdida del Movimiento Revolucionario Centroamericano», Cabezas presentó al Comandante Tirado, quien llamó a Marco Somarriba por su nombre y solemnemente comunicó que la Dirección Nacional del FSLN le otorgaba la Orden Carlos Fonseca. Colocó sobre el féretro la condecoración y a la madre herida de dolor y también llena de orgullo, entregó el estuche de la Orden.
Tirado abrazó a la costurera que dio a luz a ese formidable combatiente que fue jefe de la resistencia del barrio Santa Rosa y de toda la carretera Norte y esta dejó resbalar libremente sus lágrimas…talvez recordó cuando su hijo se fue a la clandestinidad en 1975, año en que integró una escuadra comandada por Tomás Borge, que ocupó Radio Corporación y transmitió una proclama denunciando los crímenes de la dictadura.
Organizador de los antecedentes de Milicias
Al mismo tiempo fue integrado a un Estado Mayor de Managua, con la responsabilidad de las Brigadas Populares Revolucionarias, que no era otra cosa más que los antecedentes de las actuales Milicias populares. Esas brigadas realizaban recuperaciones económicas, emboscadas a patrullas, ataques a puestos militares y múltiples armadas que fueron señalando el camino…
El 1978, cuando desarrollaba una escuela político-militar en León, fue capturado por la guardia y brutalmente torturado, pero ni una sola casa de seguridad, no un solo colaborador o militante del FSLN fue mencionado. La genocida no le aprobó los cargos y al salir en libertad fue reincorporado al Estado Mayor de Managua, redoblando su actividad militar.
Aquellas tomas de iglesias y colegios que realizará en los años 70-72 cuando dirigía el MES, forjaron la combatividad que más tarde habría de poner en la organización de las Brigadas Populares. En la insurrección final, llevó la responsabilidad político-militar en la carretera norte y de la heroica resistencia del barrio Santa Rosa.
«Los primeros en el combate, los últimos en la retirada», era la consigna de los combatientes de Santa Rosa que jefeados por Marco Somarriba, el hoy Comandante de Brigada, porque “en el repliegue les tocó cubrir la retaguardia de la larga marcha de seis mil combatientes».
Ascendido a Comandante de Brigada
[…]
Ya en Masaya, fue incorporado al Estado Mayor y se le encargó el sector de la hielera, donde produjeron encarnizados combates en los últimos estertores de la tiranía. Se puso al frente del batallón César Augusto Silva y así entró victoriosamente a Managua el 19 de julio.
Su primera misión post revolucionaria fue la de poner el orden en esta la capital y en otras ciudades, dónde decenas de miles de combatientes populares fuertemente armados controloban las calles, los barrios, hacían requisa, imponían orden. Desde ese momento, se convirtió prácticamente en el Primer Jefe Nacional de las Milicias.
Combatiente de Seven Benk
Al mismo tiempo organizaba la Policía Sandinista y era nombrado Segundo Jefe de su Dirección Política. Luego asumió la Dirección Política del MINT y comenzó a organizar el partido dentro de este ministerio. Luego como Vice- Ministro de INNICA elaboró distintos proyectos socio-económicos para el desarrollo de la Costa Atlántica.
Fue Secretario Político del Comité de Dirección de Zelaya y con la regionalización se desempeñaba como delegado del Ministerio de Interior para la Costa Atlántica. Tuvo participación directa en el aplastamiento de las bandas y unidades militares contrarrevolucionarios de Seven Benk y otros lugares.
Por esto y más, [durante el homenaje póstumo se dijo] que el otorgamiento de la Orden Carlos Fonseca no significaba un acto sentimental […] de la Dirección Nacional del FSLN «sino que nuestro hermano Marco se la había merecido».
Así era Marco: El Comandante Salvador del Bo. Santa Rosa
Ese hijo de la humilde costurera que ganó la jefatura con su presencia en el frente de lucha, con su tozuda persistencia de que la juventud era la gran responsable del destino de la Revolución y del triunfo allá por 1976; ese hombre que siempre iba de más a más, el cuadro forjador de cuadros ese es: El Comandante «Salvador» del barrio Santa Rosa.
Esas cualidades le hicieron el hijo digno de Sandino, porque murió en el cumplimiento del deber dejando su ejemplo a los combatientes sandinistas nos referimos al «compa Salvador» el Comandante Guerrillero Marcos Somarriba.
Todos estos conceptos BARRICADA los toma de las declaraciones de compañeros combatientes que lucharon junto con el Comandante de Brigada Marco Somarriba, y formuladas anoche en medio del dolor revolucionario que inundó las estructuras de nuestras Fuerzas Armadas, del pueblo del cual nació y del Frente Sandinista.
«Él nunca nos contaba nada y fue hasta que se iba a ir, cuando se despidió de mi para decirme que luchaba por una causa justa», dijo muy conmovida la señora Judelia García de Somarriba, madre del hombre caído en el trágico accidente aéreo de ayer.
En la planta baja del edificio Silvio Mayorga donde está asentado el Ministerio del Interior, muchos compañeros lo recordaban cuando llegó el viernes, siempre metido en el trabajo y en su personalidad singular de parquedad e introversión.
«Marquito» como le decía el Comandante Borge, será sepultado hoy a las cuatro de la tarde en León, pero como decía uno de nuestros entrevistados, el “Comandante Salvador” no era de los que gustaba hacerse sentir centro de las cosas. «Desde la oscuridad y sin apantallar, sin bombos ni platillos, Marco nos enseñó en la lucha su serenidad, y después del triunfo su calidad de exigente en la exigencia y también de dureza en el momento indicado».
Mientras realizábamos esta entrevista, los mandos superiores del MINT y del EPS, sentados a la diestra de los féretros, parecían mudos ante lo que les tocaba presenciar y Omar Cabezas, el Comandante de Brigada Jefe de la Sección Política, no vaciló un instante en decirnos que Somarriba era el arquetipo de esta inmolación en el cumplimiento del deber.
Dirigente nato
El Comandante Guerrillero Walter Ferretti lo recordó también en las barricadas de los barrios orientales, afirmando que se trataba de un dirigente nato. La dirección en Santa Rosa fue masiva y mantuvo aquella posición, pese que tenían sólo armas de cacería.
En el Repliegue, crearon los compañeros de «Salvador» una consigna que decía «Primeros en la lucha, últimos en repliegue», precisamente porque les toco ir en la retaguardia.
En Zelaya Norte, en el MINT, en todos lados Marco hizo práctica la consigna NO PASARÁN y ahí radicaba su gran experiencia, porque supo crecer en el combate y también en la dirección que le confiaba la Revolución.
Para doña Judelia, su hijo fue siempre el mismo, cariñoso, amoroso, «Casi no nos podíamos ver por su trabajo, pero el miércoles pasado estuvo en León, muy alegre, lo estuve atendiendo. Es el cuarto de mis nueve hijos, todos revolucionarios», dijo con serenidad y ojos lánguidos por el impacto emocional. Marco deja dos hijitas.
En el ambiente había densidad de sentimientos, hubo Ilanto, casi incredulidad ante el sacrificio de 19 vidas […] El Comandante Somarriba dejó toda una escuela, desde su juventud con la JRN, hasta la formación de la Policía Sandinista, hasta las Milicias Populares Sandinistas, del cual fue su primer jefe.
¡Honor y Gloria al Comandante Marcos Somarriba!
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