Hace 38 años, un 24 de noviembre de 1982, murió en combate el Capitán Laureano Mairena Aragón “Lurio”, Jefe de las Tropas Guarda Fronteras del Ejército Popular Sandinista, mientras defendía el país del ataque de un destacamento armado somocista, que intentaba ingresar por la frontera hondureña.
“Lo que podemos hacer es luchar y vencer… la sangre de los mártires no puede quedar así nomás, el pueblo es el que tiene que ayudar a la revolución”.
Doña Rafaela Aragón de Mairena, Madre del Capitán Laureano Mairena
Inspiración de vida para generaciones de su tiempo
El Capitán Laureano Mairena “Lurio”, nació en el Municipio de Achuapa, León. Su humildad y su origen campesino era un gran ejemplo de entrega para las generaciones de su tiempo. Era el séptimo hijo de once, que su madre Rafaela Aragón de Mairena procreó. En el año de 1961 se trasladó con su padre del Municipio de Achuapa, León al precioso archipiélago de Solentiname, localizado al sudeste de las costas granadinas del Lago Cocibolca, frente a San Carlos, cabecera Departamental de Río San Juan. Se dedicaron a sembrar maíz, frijoles y todo o que se siembra en la zona, pero una de las cosas que lo distinguían es que sabía pintar, elaboraba artesanías y le gustaba leer bastante.
Sus misiones durante el proceso de lucha revolucionaria y después de la ofensiva final
Conoció de la lucha revolucionaria y en 1970 se integró a la Comunidad Cristiana de Base ubicada en Solentiname “San Carlos”. Esto le permitió establecer su primer contacto con el Frente Sandinista de Liberación Nacional por el año de 1972. Se integró al movimiento revolucionario durante el año de 1973 y participó en el Congreso de Jóvenes Cristianos Revolucionarios, realizado en Veracruz, México, en este evento también estaban presente los jóvenes Elvis Chavarría y Alejandro Guevara.
Como muchos jóvenes de su generación, se preparó en la escuela militar del FSLN en Costa Rica, para luego regresar a Solentiname, y luego compartir sus conocimientos con los compañeros colaboradores de su zona. Se destacó por participar el 13 de octubre de 1977, en la ofensiva revolucionaria de la toma del Cuartel del Guardia Nacional, ubicado en San Carlos Río San Juan. El 2 de febrero de 1978, cumplió la misión de atacar los cuarteles de Rivas y Peñas Blancas, operaciones que estuvieron a cargo de los Comandantes Edén Pastora y Gaspar García Laviana, desde la Columna del Frente Sur “Benjamín Zeledón”.
Es por eso que a partir 19 de julio de 1979, fue necesario asumir nuevas tareas para defender el proyecto de revolucionario, debido a que un contingente de la ex Guardia Nacional se había reconcentrado en Honduras y desde ahí planeaban agredir al país y debilitar las fuerzas revolucionarias. En ese contexto histórico fue que el compañero Laureano Mairena junto a otros fundaron el Ejército Popular Sandinista (EPS), donde su primer cargo fue como Jefe de Operaciones de Artillería. Nos representó en la Academia de las Fuerzas Armadas “General Máxima Gómez” en Cuba y regreso a Nicaragua a finales del mismo año, destacando que el 15 de julio de 1980, fue ascendido en grado militar de Capitán y ubicado en la VII Región Militar.
A partir de 1981, cuando el creciente antagonismo del gobierno de Ronald Reagan hacia la revolución comenzó a sentirse, el elemento que se constituyó, en cimentar la unidad, fue la necesidad de unificar al conjunto más amplio de clases y fracciones en torno a la defensa de la soberanía nacional. A nuestro hermano Laureano Mairena se le dio la responsabilidad como Jefe del Destacamento Fronterizo de las Tropas Guarda Fronteras “Álvaro Diro y Méndez”, Ocotal, Nueva Segovia.
La firmeza de un gran hombre y su compromiso inquebrantable
Tal como lo hacía desde año y medio atrás, el compañero Laureano Mairena acudió a línea de combate donde un destacamento contra revolucionario atacó el puesto de Yumpalí, Jalapa – Nueva Segovia, y entró en acción a la par de su tropa. En las inmediaciones del cerro El Águila donde otra agrupación de los criminales somocistas que operaban en territorio hondureño atacaba a las TGF (Tropas Guarda Fronterizas), ocasionando su muerte un 24 de noviembre de 1982. Con lágrimas en los ojos, con coraje e indignación, el pueblo de Ocotal despidió al mediodía del 25 de noviembre de 1982, al compañero, amigo, al labrador de la tierra y amante de los fieles ideales revolucionarios, quién cuido, organizó y se jugó la vida por la soberanía nacional y la defensa del pueblo en las fronteras de las Segovias.
Correspondió al Comandante de la Brigada Hugo Torrez, el discurso central en el acto fúnebre después que el Ejército Popular Sandinista (EPS), expresara su dolor por la caída, en la lectura le fue otorgado un ascenso póstumo al grado de Sub Comandante del EPS, que hizo el jefe de cuadros Capitán Sajinez.
“Lloran a Laureano, los que no tienen miedo que se les desfigure la cara por el llanto. Los campesinos, las mercaderas, los carpinteros, los albañiles, los obreros, los humildes como él. Solo sintieron su partida los verdaderos patriotas, los verdaderos nicaragüenses”.
“Jamás le regateó nada a la vida”. Varios compañeros del Sub Comandante Mairena estaban presentes. Hombres y jóvenes endurecidos en la montaña, en la intemperie, lloraban calladamente.
Una figura legendaria, irreductible, invencible
El Sub Comandante Laureano Mairena – Jefe de las Tropas Guardas Fronteras de las Segovias, murió con la certeza y la esperanza que su sacrificio sería la inspiración de hombres y mujeres, de estudiantes y campesinos, niños y niñas. Con esa misma Fé, su madre dijo en su testimonio: “Lo que podemos hacer es luchar y vencer… la sangre de los mártires no puede quedar así nomás, el pueblo es el que tiene que ayudar a la revolución”.
Hoy, somos miles y miles de nicaragüenses, la gran mayoría, hermanos y hermanas, que, comprometidos con la esperanza y la revolución, trabajamos en conjunto por esos ideales revolucionarios, defender la dignidad y la soberanía nacional, dejando los intereses personales por el colectivo, nuestro pueblo.
“Los hijos de Sandino y Carlos Fonseca, los Sandinistas, son la expresión más completa de los hombres puros y limpios que mediante su acción organizada construirán las bases nuevas de la Patria Sandinista”
Comandante de la Revolución Carlos Núñez Téllez