Arropado con los colores de la patria y avituallado de sentires de indignación, justicia social y libertad, el 21 de septiembre de 1956 Rigoberto López Pérez inició con audacia, coraje y conciencia nacional, el proyecto emancipador más desafiante en términos de acción para iniciar el principio del fin de la dictadura somocista: el ajusticiamiento del tirano Anastasio Somoza García.
La instauración de la dictadura somocista, desde su génesis en 1936, había sepultado con ferocidad todas las ideas de soberanía, antiimperialismo y autodeterminación que habían sido enarboladas y defendidas hasta con su vida por patriotas dignos como Zeledón y Sandino; y años después, la misma insolencia de la dictadura había desmantelado todos los movimientos sociales y políticos, inclusive movimientos armados, que exigían el retorno a la institucionalidad del país, de tal forma que llegados hacia 1956 existía un enorme descontento y frustración entre el pueblo nicaragüense al no ver la posibilidad de la salida de la dictadura del poder.
Es así pues que, en este contexto de desconcierto e incertidumbre, y sin banderas políticas dignas ni personajes políticos honorables, surge de lo súbito y de lo imprevisto las esperanzas acumuladas en el corazón de un patriota, poeta, beisbolista, académico, contador, amante de la libertad, solitario rebelde, representante de los explotados y digno descendiente de Sandino, tal como lo definió el Comandante Carlos Fonseca.
Principio del fin
Se trata de Rigoberto López Pérez, quien con 27 años de edad diezma su vida por la causa de una patria, de un pueblo, de un sufrimiento colectivo, por la causa del principio del fin de una dictadura, lo cual lo conllevó a ganarse el respeto y admiración y el título de Héroe Nacional por todo un pueblo.
Por eso dos grandes revolucionarios como José Benito Escobar y Carlos Fonseca Amador, reconocen el valor del poeta de la América que llora:
“No se puede ver a Rigoberto, solo, desligado del pueblo, realizando una acción. Él está en el pueblo, viene de ese pueblo, y siente el dolor de él” (José Benito Escobar, 1976).
“Rigoberto López Pérez es eso, un gigante ético; es el hombre justo, cumplidor del deber” (Carlos Fonseca Amador, 1972)
Patriotismo de Rigoberto
Hoy, a 63 años del tránsito a la Inmortalidad del libertador Rigoberto, Nicaragua, el pueblo y la Revolución, reivindica las ideas y el patriotismo del joven que con su revólver 38 desafió el poder de miles de fusiles, ametralladoras, tanques, cañones y aviones de la dictadura somocista.
Porque en septiembre Rigoberto dijo patria, y lo expresó con voz vibrante e imbatible:
«Yo estoy sufriendo.Yo tengo el dolor de toda mi patria,y en mis venas anda un héroe buscando la libertad. Las flores de mis días siempre estarán marchitas si la sangre del tirano está en sus venas. Yo estoy buscando el pez de la libertad en la muerte del tirano».
Escrito por: por Adolfo Alejandro Díaz Pérez