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Día Nacional del Campesino Nicaragüense: honrando la memoria de Bernardino Díaz Ochoa y Lenín Mendiola

El campesinado nicaragüense se constituye por pequeños y medianos productores que representan el 70% del total. Este sector no solamente es importante por su capacidad de abastecer con alimentos a las ciudades del país, sino también por su importancia política y social.

El 80% de la producción de alimentos a nivel nacional, está en manos de estos productores, también se debe incluir la producción de oxígeno, a partir del mantenimiento de áreas extensas de bosques. El sector campesino junto con otros sectores, como los artesanos, aporta el 50% del producto interno bruto.

El papel del campesino en la crisis política nacional

 La crisis política acaecida en el país, en el mes de abril del año en curso, la misma que fue organizada y financiada por fuerzas externas, en complicidad con la oligarquía y grupos de la ultraderecha nicaragüense, dependientes siempre de agenda y política imperial norteamericana. Pese a esta situación de país el sector campesino, no dejó de producir, ni de abastecer a las principales ciudades a través de los principales mercados como Guanuca en Matagalpa, el Mayoreo, El Iván, el Mercado Oriental, etc. 

La familia campesina siempre estuvo expuesta a la violencia generada por el terrorismo golpista, aún así atravesó tranques, ríos, buscaba rutas alternas por las montañas para abastecer con sus alimentos a una población mayoritaria. Agregar que no solamente era la venta, sino que apoyaba y apoya a sus familiares en las ciudades.

Franz Fanón, en los Condenados de la tierra, destaca el papel campesino en las revoluciones. Esta revolución del pueblo no hubiese sido posible sin la participación del campesinado, en este contexto las luchas del general Sandino se concretaron gracias al campesino que conocía geográficamente su territorio y podía vencer al enemigo imperial a partir de esta estrategia. Al menos así lo relata Gregorio Selser. 

Desde la fundación del FSLN en 1961, el sector campesino se convirtió en la piedra angular para derrotar al somocismo mediante la lucha armada. El mismo ha desempeñado un papel clave en las reivindicaciones sociales. 

La garantía de granos básicos para la población más pobre durante la crisis de abril, fue posible gracias a este sector, que pese a la convulsión política y social no dejó de cultivar ni de producir en sus parcelas.

Díaz Ochoa y Mendiola: símbolos de la gesta de lucha por la reivindicación social campesina

El ícono de la organización campesina en Nicaragua tiene el nombre de Bernardino Díaz Ochoa, símbolo del movimiento campesino nicaragüense, y por consiguiente del FSLN. En 1963 logró fundar a los sindicatos rurales y las cooperativas junto con Benigna Mendiola, su compañera de vida. Algunas localidades en las que se reflejó la incidencia de estos sindicatos son: Yahoska, El Ocote y Quilalí.

A partir de este movimiento, el campesinado se ha definido en términos de su organización, solidaridad, cooperación y reciprocidad. Desde entonces el sector campesino ha emprendido una lucha conjunta por mejorar constantemente sus condiciones de vida, entre estas la lucha por la tenencia de la tierra, factor de producción muy importante en el marco de la cuestión del campesino.

Bernardino Díaz Ochoa fue asesinado por la Guardia Nacional en 1971, por defender las reivindicaciones sociales del sector campesino. Actualmente muchas cooperativas llevan su nombre. 

Lenín Mendiola, hijo de Bernardino Díaz Ochoa y de Benigna Mendiola, fue un revolucionario sandinista, de origen campesino, que defendió el legado de sus padres  en la lucha campesina, y a las conquistas conseguidas por la Revolución Popular Sandinista. Tuvo un destino similar a la de su padre, al ser asesinado por grupos de extrema derecha en las inmediaciones de la Alcaldía de Matagalpa el 11 de agosto del dos mil dieciocho, en un intento por hacer desaparecer de forma irracional los íconos y símbolos de la revolución.

Durante la implementación del golpe blando, bajo la doctrina de Gene Sharp, las formas de lucha o guerra de cuarta generación, fueron callejeras, psicológicas y simbólicas. La guerra simbólica desencadenó la destrucción de monumentos, murales, placas, y otros elementos representativos de la revolución. El asesinato de Mendiola en el que estaban implicados exmilitares de la contrarrevolución fue absolutamente planificado para desmoralizar a la militancia, hijos de líderes históricos fueron víctimas del terror perpetrados por el golpismo.

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El Frente Sandinista, como organización política, alberga la ideología de las reivindicaciones sociales tanto de campesinos, indígenas y obreros. El legado de estos íconos históricos, también se refleja en una de las máximas expresiones de la organización campesina nicaragüense representadas en la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG). En esta organización social, los campesinos producen el 60% de la producción nacional de café, el 65% de carne, el 80% de granos básicos, y el 90% de la producción hortifruticula nacional. 

Las ideas de Díaz Ochoa y Díaz Mendiola prevalecerán a lo largo de la historia. En este contexto de afianzamiento ideológico y de políticas rurales efectivas para el medio rural nicaragüense, el campesinado nicaragüense hoy se hace más fuerte.

Por: José Ramón Velásquez Hernández