Palabras de Daniel
Buenas tardes, Herman@s nicaragüenses, buenas tardes, Familias nicaragüenses; buenas tardes, Juventud nicaragüense; Compañera Rosario Murillo, sobrina-nieta de nuestro General Sandino, Vicepresidenta de la República; General de Ejército Julio César Avilés Castillo, Comandante en Jefe del Ejército de Nicaragua; Primer Comisionado Francisco Javier Díaz, Director General de la Policía Nacional; Doctor Gustavo Porras, Presidente de la Asamblea Nacional; Comandante Lumberto Campbell, Magistrado del Consejo Supremo Electoral; Diputada Loria Raquel Dixon. Este es el Caribe, Lumberto, Loria y los miles de Herman@s que con la Ley de Autonomía lograron, por fin, liberarse, ser libres, prosperar, ir adelante.
Mayor General Bayardo Ramón Rodríguez, Jefe del Estado Mayor del Ejército de Nicaragua; Mayor General Marvin Elías Corrales, Inspector
General del Ejército de Nicaragua; Comisionado General Horacio Rocha, Ministro Asesor del Presidente para Temas de Seguridad; Comisionado General Zhukov Serrano, Subdirector General de la Policía Nacional; Comisionado General Luis Roberto Cañas Novoa, Viceministro del Interior.
Febrero es un Mes en el que dieron el Paso a la Inmortalidad dos Gigantes, Gigantes por su firmeza, por su valor, por su Amor a Nicaragua. Primero fue Rubén, Rubén fue a inicios de Febrero, el 6 de Febrero es el Tránsito a la Inmortalidad de Rubén.
Y hablar de Rubén, bueno, nació en un pueblito de Nicaragua, en Metapa, de una Familia pobre, humilde, pero Cristo hizo el milagro que Rubén trascendiera en el Mundo y que revolucionara la Literatura, las Letras Castellanas. Él no había nacido en España, era de esperarse que fuese un español el que hubiese promovido ese gran cambio, esa transformación que logró Rubén.
Él nació aquí, en Metapa, y luego, bueno, de la Mano de Dios fue recorriendo, primero su Nicaragua natal, y luego fue recorriendo el Mundo, y tuvo esa visión de decirle al Imperio norteamericano, a los yanquis, en aquellos
tiempos, imagínense, decirles: “Eres los Estados Unidos,/ eres el futuro invasor/ de la América ingenua que tiene sangre indígena,/ que aún reza a Jesucristo y aún habla en español”. Y le termina diciendo Rubén a los yanquis, bueno, les dice que son poderosos, tenían poderío, ya eran un poder mundial en esos años los Estados Unidos, les va haciendo el recuento y al final les dice: Pueden contar con todo, pero nunca con Dios. Y el que cuenta con Dios, por mucho que sufra, por mucho que lo ocupen militarmente, Pueblos, Naciones, como lo han hecho los yanquis, ese Pueblo al final saldrá vencedor de la muerte.
Y uno de esos poemas profundos, mágicos, de Rubén, dice en unas estrofas:
./.
“por la luz de la aurora:
era América, pura, encantadora.
Suena un himno; el océano sonante
hija de Dios mugiendo la apóstrofa;
y el Porvenir de gozo delirante
lanza a los aires su rotunda estrofa.
El Ángel del Señor su clarín de oro
sopló a los cuatro vientos;
rodó el eco sonoro
del orbe a conmover los fundamentos.
Y el Señor se veía
más radiante que el sol del mediodía.
Alzó su sacra mano,
y resonó su acento soberano.
Dijo: ¡bendita sea!
Y ungió al género humano
con el óleo divino de su idea.
En la fiesta universal estremecida
la creación de gozo adormecida,
del Porvenir sentía el beso blando;
y por la inmensa bóveda rodando
se oyó un eco profundo:
“¡América es el porvenir del mundo!”
¡Qué visión la de Rubén! Y Rubén también cita a Bolívar, hablando de la Unidad de nuestros Pueblos.
Y el mes de Febrero, como todos los meses del año las Fechas Heroicas están presentes, porque también en el mes de Febrero, bueno, todos los días, fíjense, este es un resumen del mes de Febrero y cada día están las Fechas Heroicas y está la Sangre Santa de los Héroes y los Mártires corriendo en todos los Municipios de nuestro País, en las batallas contra el Imperialismo, en las batallas contra el Somocismo. No hay día, no hay día en el que no esté ahí presente la sangre de un Mártir, la sangre de un Héroe.
El 1º de Febrero del año 1874 falleció nuestro Héroe Nacional de la guerra contra el expansionismo yanqui encabezado por William Walker, un Maestro que fue un Héroe en las Batallas, Enmanuel Jeremías Mongalo y Rubio, quien luchó contra las tropas yanquis que al final fueron derrotadas. ¡Él está presente! ¡Él está presente!
Luego, la lista aquí es incontable. Solo como muestra, es asesinado el mismo 1º de Febrero, fíjense, solo una muestra, es asesinado el Compañero Julio Eduardo Hernández Gallo en la Comunidad Mina El Limón del Municipio Larreynaga, en el Departamento de León; él era originario de El Viejo. Esto fue en el año 78, asesinado por las tropas que tenían los yanquis aquí con Somoza.
En el año 1928, cuando está combatiendo nuestro General Sandino y como les estaba dando duro a los yanquis, entonces, según Declaraciones Oficiales de los Estados Unidos, habían enviado a Nicaragua 4,609 hombres de Infantería de Marina, de los cuales ya el Departamento de Marina daba como muertos a 24, y heridos a 45.
Ese mismo día 1º de Febrero del año 79 y luego del año 80, en el 79 caen en combate los Militantes del Frente Sandinista, Luis Domingo Osorio Carrillo y Santos Francisco Castillo Montenegro en la Comunidad San José del Municipio de El Sauce, en el Departamento de León. Y es asesinado por la Guardia el Compañero Militante del Frente Sandinista Juan Francisco Bermúdez en el Barrio Santa Rosa, Departamento de Managua. Son nombres que tienen que estar presentes, muchachos, jóvenes, y que no podemos olvidarlos.
En Bluefields, fíjense, en 1980, ya habiendo triunfado la Revolución, pero como estaban todavía restos de la Guardia que no se habían rendido, ni habían salido del País, cae en combate el Compañero Militante Sandinista, Patricio Denis Guevara Herrera, en el Municipio de Bluefields, Región Autónoma del Caribe Sur. Él era originario del Municipio de El Viejo, pero hasta allá se fue a dar la Batalla.
O sea, ¡qué valor, qué fortaleza la de la juventud nicaragüense dando la batalla en todos los frentes!
Bueno, esta lista es interminable, interminable. ¡Por estos Héroes, nuestros Héroes, juramos continuar la Batalla!
Vamos a multiplicar toda esta información, porque ahí estarán los abuelos de ellos, Hermanos, ya mayores, familiares, y con ellos tenemos siempre que estar recordándolos y honrándolos. Este es un mes nada más, si me pongo a leer toda la lista, amanecemos.
Luego, vamos a hablar de nuestro General Sandino, el Padre de la Revolución nicaragüense, el Padre de la Lucha Antimperialista desde Nicaragua, pero que él no se quedaba en Nicaragua, sino que se comunicaba, buscaba comunicación con Amigos y Patriotas latinoamericanos, muchos de ellos vinieron a combatir aquí a Nicaragua, de Venezuela, de Perú, de República Dominicana, vinieron a combatir aquí a Nicaragua, de El Salvador vinieron a combatir con nuestro General Sandino.
Y él, cuando toma la decisión de romper con los que habían traicionado, porque él venía combatiendo con las Fuerzas que se decían “Constitucionalistas” y que enarbolaban la Bandera Liberal; venía combatiendo con ellos, pero Sandino era un gran Combatiente y venía alcanzando Victorias con el Destacamento que él conducía.
Pero los yanquis viendo que corría peligro el Gobierno Conservador que era el que se le subordinaba a ellos totalmente, entonces mandaron tropas, y las tropas se tendieron en los campos de batalla, bueno, este es un campo de batalla, aquí están las tropas de Sandino, aquí están las tropas de los yanquis, las tropas conservadoras, entonces desembarcaron las tropas yanquis y se pusieron al medio, y dijeron: Aquí no pasa nada.
En esas condiciones, claro, no estaban preparados para enfrentarse a los yanquis, entonces Sandino lógicamente se rebeló; pero mientras tanto los yanquis llamaron a negociar a los conservadores, encabezados por Moncada, al que mencionan en la canción “El Avioncito”; entonces Moncada corrió a negociar para entregar las armas, para que todas las tropas entregaran las armas, y les daban un dólar por cada fusil que ellos entregaban.
Y así se fue, no porque no quisieran combatir, sino simplemente porque no estaban ellos preparados para una situación como esa, y los desconcertaron y les convencieron de que eso era lo mejor, porque pelear con los yanquis era perder.
Solo Sandino no firmó, no aceptó, y el 4 de Mayo, que fue cuando se da la firma del Espino Negro, donde firman los yanquis con los traidores, Sandino no firmó, y Sandino lo que hizo fue preparar un Destacamento bien pequeño, desde las Minas de San Albino y ahí nuestro General lanzó, escribió y dio a conocer El Manifiesto. Fue el primer Manifiesto de nuestro General Sandino. Y dijo nuestro General el 1° de Julio de 1927:
“A los nicaragüenses, a los centroamericanos, a la raza indohispana :”.
Este Manifiesto de nuestro General Sandino sigue siendo vigente, porque la Lucha continúa, la Batalla continúa, los Imperialistas de la Tierra no han desaparecido, más bien están cometiendo crímenes horrendos, como los que están cometiendo contra el Pueblo Palestino, día a día, a vista y paciencia de los Países que se dicen Civilizados, los Países europeos, cómplices de esos crímenes, y lanzan agresiones contra todos los Pueblos, contra el Pueblo nicaragüense. Contra todos los Pueblos del Mundo lanzan agresiones ellos, pero los Pueblos resisten, los Pueblos no se rinden, los Pueblos no se venden, ¡Jamás!
Y en este Manifiesto dice nuestro General Sandino:
“El hombre que de su Patria no exige un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no sólo ser oído sino también creído”. Fíjense, nos está hablando el General Sandino a todos nosotros, le está hablando al Pueblo nicaragüense, le está hablando a los Pueblos Centroamericanos, le está hablando a la Raza Indohispana, como bien lo menciona al comienzo.
“Soy nicaragüense y me siento orgulloso de que en mis venas circule, más que cualquiera, la sangre india…” ¡No se avergüenza de la sangre india! Él se sentía orgulloso de la sangre india que corría por sus venas, “la sangre india americana que por atavismo encierra el misterio de ser Patriota leal y sincero”. ¡Esa es la sangre india!
“El vínculo de nacionalidad me da derecho a asumir la responsabilidad de mis actos en las cuestiones de Nicaragua y, por ende, de la América Central y de todo el Continente de nuestra habla, sin importarme que los pesimistas y los cobardes me den el título que a su calidad de eunucos más les acomode”. Él está solo en ese momento, solo con 29 Combatientes; “Eran 30 con él” dice el Himno, dice la canción, eran 30 con él, lanzando este Mensaje de un inmenso valor, de una inmensa dignidad.
“Soy trabajador de la ciudad, artesano como se dice en este País, pero mi ideal campea en un amplio horizonte de internacionalismo, en el derecho de ser libre y de exigir justicia, aunque para alcanzar ese estado de perfección sea necesario derramar la propia y la ajena sangre. Que soy plebeyo dirán los oligarcas o sean las ocas del cenagal.
No importa: mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y el nervio de la raza, los que hemos vivido postergados y a merced de los desvergonzados sicarios que ayudaron a incubar el delito de alta traición: los conservadores de Nicaragua que hirieron el corazón libre de la Patria y que nos perseguían encarnizadamente como si no fuéramos hijos de una misma nación.
Hace diecisiete años Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro dejaron de ser nicaragüenses”, como esos que han dejado de ser nicaragüenses y están ahora en los Estados Unidos, ahora son yanquis, se deben de sentir contentos de ser yanquis; otros están en España, se sienten españoles, muy contentos de ser españoles, ya deben de hablar como españoles, seguro.
Dice que “Emiliano y Díaz dejaron de ser nicaragüenses porque la ambición mató el derecho de su nacionalidad”. Eso así es, ese es un principio elemental: El que traiciona a su Patria deja de ser de ese País, deja de tener Patria, y por eso se llaman apátridas a los que traicionan a su Patria; “pues ellos arrancaron del asta la bandera que nos cubría a todos los nicaragüenses. Hoy esa bandera ondea perezosa y humillada por la ingratitud e indiferencia de sus hijos que no hacen un esfuerzo sobrehumano para liberarla de las garras de la monstruosa águila de pico encorvado que se alimenta con la sangre de este Pueblo.
Mientras que en el Campo de Marte…”, sí, Herman@s nicaragüenses, aquí en el Campo de Marte no estaba la Bandera Azuliblanca, sino que la que flotaba era la bandera de los yanquis, la bandera de los Estados Unidos, “que representa el asesinato de Pueblos débiles y enemiga de nuestro idioma y de nuestra raza”
“¿Quiénes son los que ataron a mi Patria al poste de la ignominia? Díaz y Chamorro y sus secuaces que aún quieren tener derecho a gobernar esta desventurada patria, apoyados por las bayonetas y las Springfield del invasor”. Los fusiles Springfield que tenían la Marinera yanqui y la Infantería yanqui.
“¡No! ¡Mil veces no!
La revolución liberal”, él reivindicaba la revolución liberal de Zelaya que había sido traicionada, “está en pie. Hay quienes no han traicionado, quienes no claudicaron ni vendieron sus rifles para satisfacer la ambición de Moncada. Está en pie y hoy más que nunca fortalecida, porque sólo quedan en ella elementos de valor y abnegación.
Si desgraciadamente Moncada el traidor faltó a sus deberes de militar y de patriota, no fue porque la mayoría de los Jefes que formábamos en la Legión del Ejercito Liberal fuéramos analfabetas, y que pudiera, por ese motivo, imponernos como emperador su desenfrenada ambición. En las filas del liberalismo hay hombres conscientes que saben interpretar los deberes que impone el honor militar, así como el decoro nacional, supuesto que el Ejército es la base fundamental en que descansa la honra de la Patria, y por lo mismo no puede personalizar sus actos porque faltaría a sus deberes”.
O sea, Moncada decidió a nombre del Ejército, y de un Ejército que venía de una Revolución, la Revolución Liberal. No podemos olvidarnos que antes de nuestra Revolución la única Revolución que había habido aquí es la Revolución de Zelaya, y por eso le dieron Golpe de Estado los yanquis, y ahí es donde se alza la figura de Zeledón enfrentándose a los yanquis.
“Yo juzgo a Moncada ante la Historia y ante la Patria como un desertor de nuestras filas, con el agravante de haberse pasado al enemigo.
Nadie lo autorizó a que abandonara las filas de la Revolución para celebrar tratados secretos con el enemigo, mayormente con los invasores de mi Patria. Su jerarquía le obligaba a morir como hombre antes que aceptar la humillación de su Patria, de su Partido y de sus correligionarios.
¡Crímenes imperdonables que reclama la vindicta!
Los pesimistas dirán que soy muy pequeño para la obra que tengo emprendida; pero mi insignificancia está sobrepujada por la altivez de mi corazón de patriota, y así juro ante la Patria y ante la historia que mi espada defenderá el decoro nacional y que será redención para los oprimidos”.
Y dice nuestro General: “Acepto la invitación a la lucha y yo mismo la provoco y al reto del invasor cobarde”, porque ya estaban las tropas yanquis aquí en Nicaragua, “y de los traidores de mi Patria, contesto con mi grito de combate y mi pecho y el de mis soldados formarán murallas donde se lleguen a estrellar legiones de los enemigos de Nicaragua. Podrá morir el último de mis soldados, que son los soldados de la libertad de Nicaragua, pero antes, más de un batallón de los vuestros, invasor rubio, habrán mordido el polvo de mis agrestes montañas.
No seré Magdalena que de rodillas implore el perdón de mis enemigos, que son los enemigos de Nicaragua, porque creo que nadie tiene derecho en la tierra a ser semidiós.
Quiero convencer a los nicaragüenses fríos, a los centroamericanos indiferentes, a la raza indohispana, que en una estribación de la cordillera andina, hay un grupo de patriotas que sabrán luchar y morir como hombres, en lucha abierta, defendiendo el decoro nacional”.
Miren lo que les dice, a ellos que aparecen acusando a los Países de América Latina y a otros Países de ser productores de droga y exportadores de droga. Ya entonces eran consumidores de drogas los yanquis, y les dice:
“Venid, gleba de morfinómanos”, que era la droga que estaba de moda, la morfina; “venid, gleba de morfinómanos; venid a asesinarnos en nuestra propia tierra, que yo os espero a pie firme al frente de mis patriotas soldados, sin importarme el número de vosotros; pero tened presente que cuando esto suceda, la destrucción de vuestra grandeza trepidará en el Capitolio de Washington, enrojeciendo con vuestra sangre la esfera blanca que corona vuestra famosa White House, antro donde maquináis vuestros crímenes”. La Casa Blanca famosa.
“Yo quiero asegurar a los Gobiernos de Centro América, mayormente al de Honduras, que mi actitud no debe preocuparle, creyendo que porque tengo elementos más que suficientes, invadiría su territorio en actitud bélica para derrocarlo. No. No soy un mercenario sino un patriota que no permite un ultraje a nuestra soberanía.
Deseo que, ya que la naturaleza ha dotado a nuestra Patria de riquezas envidiables y nos ha puesto como el punto de reunión del mundo y que ese privilegio natural es el que ha dado lugar a que seamos codiciados hasta el extremo de querernos esclavizar, por lo mismo anhelo romper la ligadura con que nos ha atado el nefasto chamorrismo”. Atados a los yanquis.
“Nuestra joven patria, esa morena tropical, debe ser la que ostente en su cabeza el gorro frigio con el bellísimo lema que simboliza nuestra divisa Roja y Negra y no la violada por aventureros morfinómanos yankees traídos por cuatro esperpentos que dicen haber nacido aquí en mi Patria”.
Son los mismos que estaban con Somoza que en el 79 salieron huyendo, los mismos que en el 2018 quisieron desbaratar este País, son los mismos traidores, vende-patrias, apátridas.
“El mundo sería un desequilibrado permitiendo que sólo los Estados Unidos de Norte América sean dueños de nuestro Canal”, porque ya se hablaba del Canal, “pues sería tanto como quedar a merced de las decisiones del Coloso del Norte, de quién tendría que ser tributario; los absorbentes de mala fe, que quieren aparecer como dueños sin que justifiquen tal pretensión.
La civilización exige que se abra el Canal de Nicaragua…”, ¡y se va a abrir el Canal de Nicaragua! Fíjense qué visión la de Sandino, dice: “pero que se haga con capital de todo el mundo y no sea exclusivamente de Norte América, pues por lo menos la mitad del valor de las construcciones deberá ser con capital de la América Latina y la otra mitad de los demás Países del mundo que deseen tener acciones en dicha empresa, y que los Estados Unidos de Norte América sólo puedan tener los tres millones que les dieron a los traidores Chamorro, Díaz y Cuadra Pasos; y Nicaragua, mi Patria, recibirá los impuestos que en derecho y justicia le corresponden, con lo cual tendríamos suficientes ingresos para cruzar de ferrocarriles todo nuestro territorio y educar a nuestro Pueblo en el verdadero ambiente de democracia efectiva, y asimismo seamos respetados y no nos miren con el sangriento desprecio que hoy sufrimos.
Pueblo Hermano:”
Escuchen Herman@s nicaragüenses que nos están escuchando en todo el País, este Mensaje es para todos, de los que están allá en la ribera del Río Coco, de los que viven en las Comunidades del Llano en la Costa Caribe Norte, de los que viven en Corn Island, en Bluefields, de los que viven, buscando ya hacia el Río San Juan, los que viven en las fronteras con Honduras, los Departamentos fronterizos con Honduras: Chinandega, Jinotega, Matagalpa. Este Mensaje es para tod@s, Herman@s nicaragüenses, para tod@s.
“Al dejar expuestos mis ardientes deseos por la defensa de la Patria, os acojo en mis filas sin distinción de color político, siempre que vengáis bien intencionados para defender el decoro nacional, pues tened presente que a todos se puede engañar con el tiempo, pero con el tiempo no se puede engañar a todos.
Mineral de San Albino, Nueva Segovia, Nicaragua, C.A., Julio 1 de 1927.”
¡Patria y Libertad!
¡Patria y Libertad!
¡Patria y Libertad!
¡Patria y Libertad!
¡Patria y Libertad!
¡Patria y Libertad!
¡Patria y Libertad!