Barricada

El pensamiento de Farabundo avanza invicto por los caminos de Nuestramérica

El primero de febrero de 1932, hace 91 años, fueron fusilados en San Salvador, el líder revolucionario y fundador del Partido Comunista Salvadoreño, Agustín Farabundo Martí, junto a sus compañeros de lucha Alonso Luna y Mario Zapata. Farabundo Martí, internacionalista que luchó contra el imperialismo yanqui, pertenece a la constelación de las grandes figuras comprometidas en transformar la sociedad latinoamericana.

Defensor de los más desprotegidos

Agustín Farabundo Martí Rodríguez, nació el 5 de mayo de 1893, en el municipio de Teotepeque, departamento de La Libertad, en El Salvador. Su padre fue alcalde del municipio donde nació y creció en medio de una familia numerosa.

A lo largo de su vida Farabundo se caracterizó por ser un defensor de los más desprotegidos, de las clases más necesitadas, de su pueblo; luchó a la par de los trabajadores y nunca se resignó a ser pisoteado por el capataz y los que en su época eran aprendices de burgueses.

Su interpretación del socialismo/comunismo era el bien y justicia; abogaba por un trato más humano para los trabajadores de las tierras en aquellos años, los cuales sufrían maltratos y abuso laboral excesivo.

Precisamente por sus pensamientos y sus actos, fue exiliado y viajó a Guatemala, México, Cuba, Jamaica, Estados Unidos y Nicaragua. En Guatemala, en 1925, participó en la fundación del Partido Comunista Centroamericano y tres años más tarde se unió a la Liga Antiimperialista como representante de Augusto César Sandino, con quien combatió en la guerra de liberación de Nicaragua contra la invasión norteamericana.

Defensor de la soberanía nacional

Al ser Farabundo uno de los primeros líderes centroamericanos que se alzó en contra de injerencia extranjera, inspiró a muchos, primeramente en su país natal, El Salvador, y después en la región, para luego alzarse en armas contra el invasor.

Los pueblos centroamericanos y latinoamericanos vemos en Farabundo un ejemplo de resistencia y dignidad, que al igual que Sandino, Fidel y Chávez dejó sembrada la semilla de resistencia y dignidad en nuestros pueblos.

Farabundo vive hoy en la lucha del pueblo salvadoreño y los pueblos de nuestra américa invicta. Fue un ejemplo de constancia, sacrificio y solidaridad.

Al cumplirse hoy 91 años de su tránsito a la inmortalidad, sus ideas recorren firmes los caminos de Nuestramérica, y cada día logra inspirar en los corazones de los buenos hijos de la patria, la rebeldía necesaria para continuar con firmeza, defendiendo a nuestros pueblos de los agresores de ayer y hoy.

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