Barricada

En el pecho de Cuba, el 26

El 26 de julio 1953, hace 66 años, un grupo de revolucionarios encabezado por los hermanos Fidel y Raúl Castro asaltaron el Cuartel Moncada, ubicado en la provincia de Santiago de Cuba, con el objetivo de derrocar al dictador Fulgencio Batista. En el frustrado enfrentamiento perdieron la vida varios revolucionarios, y otros tantos fueron juzgados y encarcelados entre los que se encontraban los hermanos Castro. Durante el juicio, Fidel Castro dijo en su defensa la histórica frase: “La historia me absolverá”.

En ocasión del aniversario 66 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el Equipo de Barricada/Historia, les trae un artículo de Granma donde se explica el profundo significado que tiene el 26 de julio para el pueblo cubano.

Fidel nos lo enseñó. A eso subió cada año a la tribuna, en cualquier rincón de Cuba, a decirnos las razones del nuevo 26.

Amanece julio 26 y la alborada, como en lo natural, también es de las ideas. No cualquiera, la idea victoriosa.
Los hombres marcan el tiempo con las fechas, pero hay fechas que marcan a los hombres, y si se hacen legendarias en la guerra por lo justo, por lo emancipador, por lo igual y decoroso, por el crecer en plena libertad, entonces marcan pueblos.

La de julio 26 la lleva Cuba en el pecho, de nacimiento; porque ¬empieza a nacer quien se libera del yugo y la ignominia primero en la convicción que en el campo de batalla. La solidez de un principio es la coraza mayor del convencido, y la pólvora mejor de sus cañones. Recordemos: «No hay proa que taje una nube de ideas».

¿Qué fueron los asaltos al Moncada y Bayamo si no la anunciación del hombre nuevo en proclama de la patria nueva? ¿Qué los disparos imborrables en los muros, como estigmas, recordando que hay todo un pueblo alzado? ¿Cuánto dicen las vidas de los muertos, devueltas a ellos en la memoria de un país, que es libre, que los honra, que agradece?
Cuando amanece, el 26 suena el clamor de las trompetas del combate. Es un clarín, una carga al machete, una marcha miliciana hacia Girón. Es Día de Rebeldía Nacional porque es bandera, porque enarbola todas las causas dignas.
Fidel nos lo enseñó. A eso subió cada año a la tribuna, en cualquier rincón de Cuba, a decirnos las razones del nuevo 26.

Desde la épica Bayamo, justo en la misma plaza que hoy se estremece, habló para los cubanos un par de veces, de las guerras de entonces, las de resistir, las de la paz, las del bien, que son las guerras constantes de las revoluciones.

Al mismo estrado sobre el cual discursó el último 26 de Julio, vuelve hoy el jefe guerrillero a confirmar que pervive en las generaciones nuevas, como entonces la suya; aquella del Centenario que en la ofrenda del plomo y de la sangre honró al Apóstol, y despertó a la libertad la patria toda.

Escrito por: Dilbert Reyes Rodríguez
Tomado de: Granma