Barricada

General Ramón Raudales, precursor del movimiento guerrillero revolucinario

Un día como hoy, hace 62 años, en El Jícaro, cayó  el General del EDSNN Ramón Raudales, quien combatió desde 1926 con el General Sandino y unos de los primeros hombres en iniciar la guerrillera revolucionaria en contra de la dictadura militar somocista.

El General Ramón Raudales nació en el Jícaro en el año 1890, creció en el seno de una familia humilde. En el contexto de la Guerra Constitucionalistas, se unió a las filas de las tropas del General Augusto C. Sandino en 1926.

Raudales continúo al lado del General Sandino, posteriormente como miembro del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, fue de los principales controladores del abastecimiento de las tropas sandinistas que combatían contra la intervención yanqui en Nicaragua.

Una de sus participaciones más notables como miembro del EDSNN fue en 1931, cuando se tomaron Chichigalpa en Chinandega y defendió la soberanía nacional de Nicaragua del imperialismo invasor.

En 1934, con el asesinato del General Augusto C. Sandino y los miembros del Ejército Defensor, Juan Pablo Umanzor y Francisco Estrada en Managua, la Guardia Nacional también preparó un plan para desaparecer a los miembros del EDSNN y allegados al General Sandino. Sin embargo, el General Raudales fue sobreviviente de esa masacre perpetrada en Wiwilí, donde el General Sandino había constituido la primera cooperativa  del país.

Después de estos hechos, Raudales pasó al exilio en Honduras, siempre como opositor y en contacto con la oposición nicaragüense y organizó el movimiento guerrillero revolucionario contra la dictadura militar somocista en 1958, siendo precursor de este tipo de movimientos en Nicaragua.

En 1958 planificó la incursión en Nicaragua, iniciando esta expedición junto con sus hombres el 2 de septiembre del mismo año bajo las siguientes palabras: “Nosotros los soldados del Ejército Revolucionario Nicaragüense hoy dos de septiembre de 1958, día de nuestra partida hacia tierra patria, nos comprometemos luchar por su libertad al precio de nuestra propia sangre, nos comprometemos solemnemente a no rendirnos jamás por difíciles que sean las circunstancias, a continuar la lucha hasta nuestro último aliento, la patria es para nosotros nuestra madre, nuestra esposa, nuestra dicha mayor y luchar por ella, por su causa es una alegría más grande”.

Entró en suelo nicaragüense en los primeros días de octubre y en un mitín en un caserío en el Río Coco, el General Raudales expresó a los pobladores de la zona: “Amigos…tengan calma, no les pasará nada malo. No somos bandoleros. El fin de nuestra lucha es la libertad de Nicaragua, los campesinos, cuando triunfemos habrá un gobierno de conciliación nacional que gobierne para todos los nicaragüenses”.

Pasaron varios días combatiendo a la guardia somocista y el 18 de octubre de 1958 al enfrentarse a los guardias, combatiendo de pie, fue impactado por las balas somocistas, pasando varias horas en agonía y al anochecer dio su último suspiro de aliento en la zona de combate. Ante el cerco de la guardia a los combatientes, enterraron al General Raudales en el punto donde cayó y salieron esa misma noche con rumbo hacia Honduras.

Este día recordamos al General Ramón Raudales como un gran luchador por la soberanía nacional, un soldado que dio la vida por su Patria, batalló hasta el último instante. Su coraje y valentía a sus 68 años de edad, son recordados hoy como un legado patriótico. Debemos conocer la historia de nuestros Héroes y Mártires y fortalecernos con ella: esa será nuestra mejor arma ante el enemigo, siempre.

Fuente consultada

Entre Sandino y Fonseca, Jesús Blandón.