Barricada

Haití permanece sin gobierno mientras crece la crisis socioeconómica

Mientras la moneda nacional continúa en picada y la comunidad internacional frenó los apoyos presupuestarios, la legitimación del gobierno de Haití se mantiene hoy en compás de espera por discrepancias entre legisladores y el ejecutivo.

En la Cámara Alta, tras dos fallidas sesiones de ratificación, aún los cuatro senadores de la oposición permanecen en sus trances de impedir la validación del gabinete, conformado por miembros de la administración de Jean Henry Céant.

De poco sirvió que obtuvieran la presidencia de tres comisiones senatoriales importantes después de la primera interrupción de la declaración política de Jean Michel Lapin, o que el líder de la Asamblea Nacional, Carl Murat Cantave cediera en permitirles revisar los expedientes de los nuevos ministros y organice una Conferencia de Presidentes para analizar el comportamiento violento de su colega Joseph Lambert.

Cinco días después del nuevo decreto presidencial que nombró a 18 ministros para igual número de carteras, una de las demandas de los senadores opositores, aún no hay fecha para la sesión de ratificación.

Como si fuera poco, en la Cámara Baja, donde el mandatario Jovenel Moise cuenta con el respaldo del bloque mayoritario, 13 diputados desaprobaron el nombramiento de unos ocho ministros del Gobierno anterior, y exigen se realicen cambios en el gabinete.

Según reportes de prensa, los parlamentarios planean utilizar todos los medios legales para impedir ‘la violación de la Constitución y de las leyes de la República’, postura que sugiere que aún la sesión podría extenderse.

Mientras tanto, permanece a la espera la aprobación de la Ley de Finanzas para el año fiscal en curso, casi ocho meses después de su inicio, según confirmó recientemente el director general de Presupuesto, Jean Michel Silin.

De acuerdo con Silin, la validación del Gobierno es esencial para este proceso, pues el nuevo gabinete tiene la prerrogativa de hacer modificaciones al proyecto.

Actualmente, el país opera con una Ley de Finanzas enmendada por el exprimer ministro Jack Guy Lafontant, que tuvo que renunciar al cargo poco después de las manifestaciones de julio pasado.

En otro orden, también continúa en pausa el desembolso de los apoyos presupuestarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), quienes declararon que solo entregarán los adelantos cuando se legitime el Gobierno.

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El FMI prometió un préstamo concesional de unos 229 millones de dólares, de ellos 40 millones se liberarán tras la investidura del primer ministro, mientras que la UE facilitará otros 20 millones.

Será un respiro para la asfixiada economía haitiana, cuyo déficit presupuestario supera los 86 millones de dólares, aunque como es habitual en las políticas de estos organismos, el préstamo deberá estar acompañado de recortes sociales y públicos.

Sin embargo, por ahora todo parece utópico, mientras prosigue la controversia entre los poderes legislativo y ejecutivo y Haití permanece sin un gobierno legítimo capaz de hacer frente a los problemas del país.