Barricada

Hemingway: A 58 años de su muerte

Ernest Hemingway, es de las figuras más importantes de la literatura universal. Su estilo sobrio pero trágico y melancólico, se inspira en su propia vida.

Es normal ver en Hemingway a uno de los últimos escritores totales, de los que no eran simplemente escritores. Sino además de los que eran aventureros, verdaderos hombres de acción. En Hemingway vemos al boxeador, al cazador, al pescador, al corresponsal de guerra y al amante de la revolución cubana.

Niñez y juventud

Ernest Miller Hemingway nació el 21 de Julio de 1899 en Oak Park, Illinois. Hijo de Clarence Edmonds Hemingway, médico de profesión y Grace Hall. Su infancia estuvo atormentada por su propio padre que era depresivo. Estas tendencias depresivas aparecerían en el propio Ernest, quién sufriría el  impacto del suicidio de su padre.

Destacó como deportista tanto en el fútbol como en el boxeo. En 1917 deja la universidad para convertirse en reportero. Era adicto al boxeo y a la caza, que junto con el periodismo lo volverían en ese mito del escritor y hombre de acción, pero además en un estudioso de la condición humana. El escritor viajó por Europa y África.

Entre guerras

Hemingway participó en tres conflictos bélicos. En la primera guerra mundial se enlistó como voluntario pero no fue aceptado como soldado. Se convirtió en conductor de ambulancias de la Cruz Roja. Sirvió en Italia, y fue condecorado con la Medalla de Plata al Valor, luego de salvar a un soldado herido luego que la ambulancia que conducía fuese alcanzada por un proyectil.

Recluido en un hospital de Milán, conoció una enfermera de la cual se enamoraría, la relación se frustró pero fue la inspiración para su novela “Adiós a las armas”.

Participó en la guerra civil española como corresponsal y como combatiente en las trincheras del lado republicano. Esta experiencia inspiró su novela “Por quién doblan las campanas”. También participó en la segunda guerra mundial como corresponsal en el conflicto chino-japonés.

Amigo de la Revolución Cubana

Hemingway no participó en la revolución cubana, pero simpatizó con ella y con el Comandante Fidel Castro, con quien desarrolló una gran amistad. Vivió alrededor de 20 años en Cuba. Entre el Floridita tomando mojitos, o en el Hotel Ambos Mundos, pescando en el caribe a bordo de su yate el Pilar o en La Finca Vigía donde ahora se encuentra el Museo Hemingway. La historia de Hemingway y La Habana ahora están entrelazadas para siempre.

Es precisamente en Cuba, donde se inspira en un pescador que no lograba pescar durante ochenta y cuatro días, para escribir su novela “El viejo y el mar”, que le valiera el Pulitzer y el Nobel de Literatura.

Final estrepitoso

Hemingway se quitó el mismo su vida, el 2 de julio de 1961, disparándose un tiro con una escopeta en medio de ataques de locura e insomnio.  Esto en medio de las tensiones cada vez más grandes que llevaron a la crisis de los misiles cubanos. Al respecto Hemingway, que se sentía más cubano que gringo, diría:

“Nosotros los cubanos, ganaremos…”

A 58 años de la muerte de Hemingway, recordamos su vida, su obra, pero sobre todo su amor por la revolución cubana, su enorme humanidad y compromiso para los pueblos que deciden ser libres e independientes.

Por: Camilo Membreño Sevilla