“A 45 Años de tantas Batallas audaces y estratégicas para nuestro Proyecto Cristiano, Socialista y Solidario, nos vemos en el espejo de la Historia y tod@s somos Gran Memoria, Infinita Gloria, Verdades Verdaderas en espléndidos e inapagables Soles de Libertad y Derechos”.
Compañera Rosario Murillo, 23 de agosto de 2023
En una fecha que marcó la historia de la lucha contra la dictadura somocista, el 28 de agosto de 1978, hace 45 años, niños y jóvenes de Matagalpa se enfrentaron con valentía a la guardia somocista, en un acto de decidida resistencia.
Conocida como la «Insurrección de los Muchachos», este evento demostró no solo la firmeza revolucionaria de los más jóvenes, sino también su indomable coraje al enfrentarse al poder armado de la dictadura. La manifestación se convirtió en un símbolo de la lucha insurreccional contra el régimen somocista.
El contexto
El 28 de agosto de 1978, la guardia asesinó al compañero José Alberto Chavarría Castro, en la Colonia El Mazo. Ese día, la población manifestó su repudio frente al asesinato del joven, desbordándose en las calles de los barrios El Progreso, Guanuca y Palo Alto. Así empezó la Insurrección de los Muchachos en Matagalpa. Estudiantes de secundaria, combatientes populares y muchachos de las distintas clases sociales de la ciudad, apoyados por los padres de familia y pueblo en general, se levantaron en contra de la dictadura militar somocista. En ese entonces, muchos jóvenes de Matagalpa estaban organizados en los movimientos estudiantiles, bajo el liderazgo de la Dirección Nacional del FSLN, como eran la Asociación de Estudiantes de Secundaria (AES) y el Frente Estudiantil Revolucionario (FER). La Insurrección de los Muchachos es recordada como una de las acciones militares de gran envergadura y tuvo gran repercusión a nivel nacional e internacional.
El Equipo del Diario Barricada comparte con sus lectores el testimonio de la Compañera Gloria Gutiérrez Cardoza, militante de la causa sandinista, quien participó de esa gesta heroica.
Testimonio
“Nos enfrentábamos a un gran desafío. Éramos indefensos ante el abrumador contingente de guardias y su arsenal. No obstante, la insurrección de los muchachos no se centraba únicamente en el conflicto armado. Buscaba concientizar al pueblo y ganar su apoyo y respaldo. Nuestra fuerza provenía más del corazón que de las armas. Estábamos imbuidos de una disposición inquebrantable, coraje y valentía, dispuestos incluso a sacrificar nuestras vidas por la causa revolucionaria” dijo Gloria Gutiérrez Cardoza.
A través de barricadas improvisadas y con determinación inquebrantable, estos jóvenes enfrentaron a la Guardia Nacional haciendo uso de los recursos a su disposición. Esta insurrección quedó grabada en la historia como uno de los actos más destacados de valentía y resistencia popular contra la opresión somocista.
La insurrección de los muchachos en Matagalpa fue motivada por varios factores. “La toma del Palacio, así como la trágica caída de compañeros y el encarcelamiento de otros, encendieron una llama de resistencia. La represión que experimentaba la juventud en ese momento inyectaba coraje y determinación. La imposibilidad de estudiar nos dejó con una única opción: luchar y defender Matagalpa de la guardia. Fue entonces cuando comenzamos a elaborar bombas de contacto y bombas molotov, además de recuperar armas gradualmente mientras avanzaba la lucha”. Afirmó Gloria Gutiérrez
“Aunque teníamos confianza en que eventualmente triunfaríamos, también reconocíamos que el camino estaría sembrado de sacrificios personales. Comprendíamos que las futuras generaciones cargarían con la responsabilidad de defender los logros de nuestra Revolución, construidos sobre la sangre derramada por nuestros héroes y mártires”.
La participación de las mujeres fue esencial en esta insurrección. Encargadas de la organización y logística, su papel fue determinante. Sin su contribución, la revolución no habría sido posible.
En este aniversario, recordamos y honramos a aquellos jóvenes que se levantaron contra la injusticia, dejando un legado de valentía para las generaciones venideras.
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