Cuba espera lograr este año un resultado como el del 2023, en el que consiguió 187 votos favorables por sólo dos en contra (Estados Unidos e Israel) y una abstención (Ucrania).
La Asamblea General de las Naciones Unidas se prepara para votar este miércoles la resolución presentada por Cuba contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos.
Por trigésima segunda ocasión, la isla caribeña somete somete a votación la condena global al bloqueo impuesto, que históricamente ha obtenido un respaldo casi unánime y un repudio contundente a los efectos del bloqueo en la población cubana.
La resolución es una respuesta al conjunto de sanciones impuestas por EE.UU. desde 1962, cuando se inició el bloqueo en un contexto de Guerra Fría. Las autoridades cubanas señalan que a lo largo de las seis décadas de su implementación, el costo acumulado para Cuba se estima en casi 500 mil millones de dólares.
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Según las cifras oficiales cubanas, el impacto económico de estas medidas ha sido devastador, generando pérdidas por más de cinco mil millones de dólares solo el último año. Como consecuencia, Cuba sufre escasez de alimentos, medicinas y combustible; prolongados apagones diarios; inflación; una dolarización creciente; y el deterioro de servicios estatales como la educación y la sanidad.
Las afectaciones han sido señalados en un reporte final presentado el martes ante la asamblea, que ha sido confeccionado durante todo este año e incluye respuestas contundentes contra el bloqueo de EE.UU. a Cuba por parte de más de 180 países y 35 instituciones internacionales, entre ellas Unicef, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo o la Organización Mundial de la Salud.
Respaldo internacional a Cuba
La votación del año pasado mostró un apoyo abrumador: 187 países votaron a favor de la resolución cubana, con solo dos votos en contra —Estados Unidos e Israel— y una abstención por parte de Ucrania.
La tendencia se espera que sea similar este año, ya que el tema ha cobrado cada vez mayor relevancia en el contexto de las medidas unilaterales que Washington aplica a otros países, lo que ha despertado críticas de diferentes naciones y organismos internacionales.
El respaldo a la moción de Cuba en la ONU se ha consolidado a lo largo de los años, reflejando un amplio rechazo a las sanciones unilaterales. La reciente elaboración de un informe crítico por la Secretaría General de la ONU, basado en las opiniones de más de 180 países y 35 instituciones internacionales, respalda la posición cubana.
Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU, António Guterres, mencionó que la Asamblea General ha mantenido una postura clara y unánime en contra del bloqueo, pero lamentó que hasta el momento no se han observado cambios en la política estadounidense hacia la isla. “La votación refleja un consenso global, pero la realidad es que el bloqueo sigue impactando negativamente al pueblo de Cuba”, señaló Dujarric en declaraciones recientes.
Argumentos de Cuba y el Debate en la Asamblea
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, afirmó en su intervención que el bloqueo constituye un “acto de guerra en tiempos de paz” y que sus efectos sobre el pueblo cubano han sido intencionadamente devastadores.
Según Rodríguez, la política de sanciones busca “infligir el mayor daño posible” a los sectores más vulnerables de la sociedad cubana, afectando especialmente el acceso a insumos médicos y alimentos, y limitando la capacidad del país para desarrollar su economía.
Por su parte, representantes de países de América Latina y el Grupo de los 77 más China han calificado el bloqueo como una muestra de neocolonialismo. Durante el debate en la Asamblea, Vasili Nebenzia, representante de Rusia, describió las sanciones como un “vestigio de la Guerra Fría”, criticando la postura estadounidense de presionar a terceros países a no comerciar con Cuba.
Esta posición se ha replicado en discursos de otras delegaciones, como Venezuela y México, que han subrayado el carácter extraterritorial de las sanciones y el impacto en terceros países que desean establecer relaciones comerciales con la isla.
También han repudiado la política sancionatorias el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), La Comunidad del Caribe (Caricom), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC), la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), el Grupo de Países Africanos, entre otros.
El diplomático boliviano Sacha Llorenti destacó que la votación anual en la ONU representa “una hazaña de consenso global en un mundo dividido” y subrayó que la lista de países que votan en contra de la resolución es “cortísima”.
Para Cuba y sus aliados, este bloqueo constituye una violación de derechos humanos, pues las sanciones afectan principalmente a la población civil. El Tribunal Popular Internacional, establecido simbólicamente en Bruselas en 2023, calificó el bloqueo como un “crimen de lesa humanidad” y solicitó su levantamiento inmediato, señalando que el bloqueo vulnera el derecho internacional y afecta a los derechos básicos de los cubanos.