Tras el ataque al transporte, una niña de 13 años resultó herida, al igual que un adulto que circulaba por la zona.
Dos hechos de violencia ocurrieron en la misma vereda del municipio colombiano de Piamonte (Cauca) en el que fueron asesinadas cuatro personas y dos más, entre ellas una menor de edad, resultaron heridas.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) publicó en sus redes que cuatro personas fueron ultimadas en la vereda Brasilia, en el área rural del municipio de Piamonte, Cauca. En esa misma zona, un bus escolar fue atacado mientras hacía su ruta, lo que dejó un saldo de dos heridos.
Según esa ONG, que lleva el registro de homicidios contra líderes sociales y excombatientes, estas muertes corresponden a la novena masacre que se produce en el país suramericano en lo que va de año.
Tras los ataques armados, el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño; la ministra de Educación, Aurora Vergara Figueroa; y la Defensoría del Pueblo expresaron su repudio.
¿Qué pasó?
Según Indepaz, dos desconocidos armados ingresaron a una finca en la vereda Brasilia y asesinaron a un campesino y a su hijo.
Tras cometer los homicidios, se llevaron con vida a otros dos familiares, cuyos cadáveres fueron hallados en las cercanía del lugar.
Las víctimas son: Mauricio Sandoval, su hijo Nersy Sandoval, Jean Carlos Murcia y Sneider Murcia.
El segundo ataque, explicó en un video el alcalde de Piamonte, Esneider Artunduaga, se materializó cuando un vehículo de transporte escolar —que llevaba a diez estudiantes y que se dirigía a la Institución Educativa Agrícola de ese municipio— recibió impactos de bala. Una menor de 13 años y un adulto que circulaba por la zona resultaron heridos.
Según la autoridad local, ambos fueron llevados a la cabecera municipal donde recibieron asistencia médica y luego fueron trasladados a Florencia (Caquetá), a unos 100 kilómetros, para ser ingresados a un hospital.
La organización Red por la vida y los derechos humanos del Cauca responsabilizó de lo ocurrido al Frente Carolina Ramírez, del Estado Mayor Central (EMC), de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), que se encuentra en un proceso de diálogo con el Gobierno y que pactó un cese al fuego.
Las reacciones
En unas declaraciones difundidas en las redes, Patiño afirmó que el ataque armado contra el transporte escolar «constituye un hecho claramente repudiable que viola los más elementales principios que rigen el derecho internacional humanitario».
Del mismo modo, reiteró al EMC que el cese al fuego «no es un permiso para la comisión de delitos» que afecten a la población y que «la Fuerza Pública tiene el deber de actuar de manera eficaz y pronta para prevenir y neutralizar este tipo de hechos».
De igual forma, exhortó a las delegaciones de los grupos rebeldes para que «se comprometan en la transformación de los territorios agobiados por las inequidades».
Por su parte la Defensoría del Pueblo publicó un comunicado para manifestar que el ataque armado contra una unidad escolar «es una clara infracción al derecho internacional humanitario«, por lo que llama a los «alzados en armas a abstenerse de involucrar a los pobladores en sus acciones violentas».
Asimismo, el organismo se comprometió a hacerle seguimiento a lo sucedido y a realizar «las acciones necesarias para que sean restablecidos los derechos de la niñez y adolescencia, víctimas del lamentable episodio de violencia».
En otra interacción de la Ministra de Educación, la socióloga escribió que «los caminos a las escuelas deben ser seguros» y pidió a los grupos armados «dejar a la comunidad educativa por fuera del conflicto armado«.
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