El Gobierno de Honduras notificó este miércoles a la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa la decisión de «dar por terminado» el tratado de extradición entre los dos países, informó el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina.
El canciller de Honduras, Enrique Reina, alerta sobre un intento de división en las Fuerzas Armadas de Honduras tras comentarios de la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu.
El canciller de Honduras, Enrique Reina, informó en la mañana de este jueves en una entrevista televisiva que la inteligencia del país detectó un intento de «golpe de barracas», el cual habría sido motivado por declaraciones recientes de la embajadora estadounidense Laura Dogu.
Según Reina, el plan buscaba dividir las Fuerzas Armadas, con algunos sectores intentando destituir al jefe militar Rossvelt Hernández.
La operación podría haber involucrado a ciertos militares que se organizaban para desafiar la autoridad de Hernández, a quien Dogu había vinculado con un presunto «narcotraficante».
En medio de estas tensiones, la presidenta Xiomara Castro ha redoblado sus esfuerzos para preservar la unidad y estabilidad de las Fuerzas Armadas.
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Castro enfrenta el reto de mantener cohesión en un momento crítico, mientras se aproxima el inicio de la campaña para las elecciones primarias, programadas para abril de 2025.
Sobre el tratado de extradición
El comentario de la embajadora Dogu también ha desatado un debate sobre el tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos.
Según Reina, existe la preocupación de que este tratado pueda ser utilizado como una herramienta política para influir en los asuntos internos del país.
En particular, se teme que el tratado pudiera ser invocado para llevar a juicio en Estados Unidos a Roosevelt Hernández o al secretario de Estado en el Despacho de Defensa, Nacional, José Manuel Zelaya Rosales en un intento por debilitar al partido Libre en el marco electoral.
Estas acusaciones surgen en un contexto de crecientes tensiones, a medida que se acerca la fecha para el inicio de las campañas de las elecciones primarias.
Se especula que la injerencia extranjera podría estar destinada a influir en el proceso electoral, utilizando acusaciones sin fundamento para generar incertidumbre y debilitar la confianza en las instituciones hondureñas.
El pueblo hondureño definirá quien será el próximo jefe de Estado el 30 de noviembre de 2025 y el mandatario electo asumirá la presidencia el 27 de enero de 2026.
Tomado de: TeleSUR