La diminuta imagen de Santo Domingo es «bajada» ante un pueblo lleno de fervor y alegría para celebrar sus fiestas patronales.
Entre cultura, devoción y alegría, la imagen de Santo Domingo descendió ante los devotos para trasladarse el 1 de agosto hacia la iglesia Santo Domingo en Managua.
Los devotos de Minguito se citaron en la iglesia de las Sierritas desde horas tempranas para participar en la homilía que brinda la bendición a la imagen milagrosa y a los devotos, además el lema de este año es «Con Santo Domingo Somos Comunidad Misionera».
Ana Elizabeth Dávila, comentó «Los jóvenes de la Parroquia de las Sierritas debemos de tomar la iniciativa de evangelizar desde el rezo del santo rosario que nos inculcó Santo Domingo para que nuestras fiestas sobresalgan y también se vea más la devoción».
Janeth Membreño paga promesa «desde que era muy pequeña mi mamá pagaba promesa por mí porque era su tradición venir a la bajada de Santo Domingo y ahora los niños de la familia, también están aprendiendo a pagar promesa por haber nacido«.
Expresiones culturales
Lo más notable son los devotos de Minguito que eligen la forma de pagar su promesa, es por eso que se identifica una diversidad cultural en la que se puede apreciar a los diablitos rojos, los negritos, indios, niños, jóvenes y también adultos con vestidos folclóricos como parte del «pago de la promesa» por milagros concedidos por el santo patrono de los Managuas.
Esta acción espiritual y representativa puede ser transmitida de una generación a otra, es por eso que con el pasar de los años, algunos llamativos promesantes han llegado a ser íconos infaltables de las fiestas y han creado personajes clásicos, ejemplo de ello el Cacique Mayor y la Chica vaca (Q.E.P.D).
Las vaquitas también son expresiones de las fiestas agostinas en la que no pueden faltar los filarmónicos, conocidos populamente como chicheros quienes al son de la música hacen bailar a los promesantes de Minguito.
Minguito baila al son de chicheros cargado por los tradicionalistas de las Sierritas, quienes lo entregan a los cargadores tradicionalistas de Managua en la Morita, donde lo bailan previo a la entrega.