El 90 aniversario del natalicio del canciller de la dignidad, Padre Miguel d’Escoto Brockmann fue conmemorado por la UNAN-Managua con un acto, donde se destacó la vigencia de su pensamiento antiimperialista y la filosofía de la no violencia a favor de la paz.
El doctor Luis Alfredo Lobato, vicerrector general de la UNAN-Managua, expresó que el Padre Miguel d’Escoto Brockmann, fue un hombre polifacético y fiel defensor de la Madre Tierra.
Miguel d’Escoto, luchador de la paz
«Miguel d’Escoto amante de la cultura, de la historia, de la historia de la arqueología nicaragüense, el arte nicaragüense. Miguel d’Escoto también luchador por la paz, la solidaridad, por los intereses de los más humildes de este planeta, no tuvo fronteras», señaló Lobato.
También, destacó que su pensamiento va más allá del período que le tocó estar físicamente.
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Digno ejemplo para la juventud universitaria
Lovato, enfatizó que el padre Miguel d’Escoto, es un digno ejemplo para la juventud universitaria por sus aportes y el compromiso social que tenía por llevar educación a los sectores más desprotegidos y su amor ininterrumpida a favor de la paz.
Miguel d’Escoto, un extraordinario hermano y amigo
Francisco Javier Arrué, embajador de Venezuela en Nicaragua, dijo sentirse agradecido por ese privilegio de poder hablar del padre Miguel d’Escoto Brockmann, «un extraordinario amigo, y hermano».
«El padre Miguel d’Escoto, es de las personas del mundo religioso que mejor interpretó la dimensión política de la religión; la dimensión política de la fé. Él fue un tremendo político desde su nacimiento y era su vida la política, pero también era la religión», destacó.
Arrué, recalcó ese doble papel político religioso del padre Miguel d’Escoto, un amigo que dio su vida y la arriesgo, «y por eso la iglesia lo castigó. Durante tantos años, vivió sancionado, castigado, por esa iglesia vaticana, que no es la iglesia de Jesús de Nazaret, por eso, agradezco infinitamente esta posibilidad de rescatar nuestra condición religiosa y nuestra condición política, porque nadie puede ser religioso y no ser político, por eso cuando un cura dice que no puede meterse en política miente, hoy en cada iglesia, en cada colegio, cada monja, cada cura, cada parroquia, son políticos aunque no quieran, pero son políticos de derecha en contra de los intereses de nuestro pueblo».
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«Gracias Nicaragua por haberme dado un amigo y un hermano», finalizó.
Sofia Clark, familiar del padre Miguel d’Escoto, dijo que «uno de los valores que tuvo mi tío, es que tuvo el valor de cuestionar algunas creencias que él llevaba y de cuestionar si eran acordé con lo que él estaba viviendo».
«El decía mí deber fundamental es ser fiel discípulo de Jesús de Nazaret, a como él lo llamaba el Jesús de todos los pobres, el Jesús no violento, no él Jesús que a veces nos enseñan los colegios católicos, entonces el padre siempre pido cuestionar su propia iglesia», destacó.
