Barricada

Homenaje al Comandante Daniel

Por: César Mairena

«Daniel Ortega, …. ha demostrado una firmeza revolucionaria a toda prueba, es un compañero que nosotros queremos y respetamos profundamente».

Comandante Tomas Borge, 20 de julio 1979

El Comandante Daniel Ortega nació un 11 de noviembre de 1945, en la Libertad, Chontales. Hijo de don Daniel Simeón Ortega Cerda y doña Lidia Albertina Saavedra Rivas, del que heredó un profundo antisomocismo y una fe religiosa muy profunda.

José Daniel Ortega Saavedra, actual Presidente de la República, es un hombre con una gran virtud, sabe escuchar tanto a sus cercanos, como a sus adversarios y por tal razón, siempre ha buscado el diálogo, el entendimiento, la reconciliación, en el ámbito nacional, y las vías diplomáticas, en los foros internacionales, para garantizar el bien más preciado de cualquier pueblo en el mundo: la Paz. 

El Comandante Daniel es de los dirigentes que muestra con el ejemplo, el camino a seguir, trabajando para y por el pueblo, por los desposeídos, por los pobres de Nicaragua. Los programas sociales como “Usura Cero”, “Calles para El Pueblo”, “Todos Con Voz”, “Entrega de paquetes alimentarios para Madres de Héroes y Mártires” entre otros tantos proyectos son pruebas del compromiso del Gobierno del Pueblo-Presidente, para mejorar la calidad de vida de las y los nicaragüenses. Así como las mejoras en infraestructura educativa, hospitalaria, vial y energética son evidentes y han transformado el país.

Consciente de la importancia de su responsabilidad histórica, como dirigente del partido más organizado de Nicaragua, ha sabido garantizar la vigencia de los principios y valores que el Comandante en Jefe, Padre de la Revolución Popular Sandinista, Carlos Fonseca Amador, dejó plasmados, en el Programa Histórico del FSLN. Por eso, en esta segunda etapa de nuestra gloriosa Revolución Popular Sandinista, su primer acto en el 2007, al regresar al gobierno, fue emitir un decreto garantizando la educación gratuita para todos y que dejara de ser un privilegio de pocos.

Como militante sandinista, como Secretario General de nuestro partido F.S.L.N., como Presidente de nuestra amada Nicaragua, siempre ha usado la verdad y la valentía para enfrentar los ataques del imperio y de los traidores.

Ese hombre es un estadista, que en sus discursos hace constantemente referencia a la Historia, porque un pueblo que desconoce su historia, está condenado a repetirla. Ha sido un celoso guardián de la memoria histórica y el ejemplo que dejaron nuestros héroes y mártires, como el General Benjamín Zeledón y el General Augusto C. Sandino.

Fue de la mano del Presidente Ortega Saavedra, que el pueblo de Nicaragua, en medio de la guerra impuesta por el imperio, en los años ochenta, obtuvo una victoria sin precedentes, lograr que la Corte Internacional de Justicia, condenara a EEUU por financiar, entrenar y apoyar a la contrarrevolución.

 Junto al pueblo, desde 1990 hasta 2006, “gobernando desde abajo”, defendió las conquistas sociales logradas durante la primera etapa de la Revolución Popular Sandinista, y que los gobiernos neoliberales intentaron arrebatarnos. 

El Comandante Daniel nunca ha dudado en denunciar las atrocidades históricas cometidas por los colonialistas europeos. Junto a otro gigante de la izquierda latinoamericana, Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, se enfrentó al rey de la anacrónica corona española, exigiendo un trato respetuoso y defendiendo el orgullo y la dignidad de Nicaragua como nación independiente, libre y soberana.

 Su capacidad de conexión con los pueblos dignos de Latinoamérica se hizo evidente una vez más en 2016, durante el emotivo acto con el cual se rindió homenaje a la partida del Comandante Fidel. En ese entonces, en La Habana preguntó: “¿Dónde está Fidel?” Y al unísono el pueblo respondió: “Yo Soy Fidel”, como una forma de rendir homenaje al líder histórico de la Revolución Cubana, evidenciando la continuidad de la lucha en los millones de cubanos que se identifica con su legado.

Nuestro Presidente, ha mantenido una postura cercana a causas justas como la del heroico pueblo palestino, que actualmente es víctima del genocidio perpetrado por el gobierno de Israel. Asimismo, ha denunciando la situación de Libia, donde las intervenciones de Estados Unidos y Europa, lo han convertido en un estado fallido, para poder así explotar sus recursos energéticos.

El Comandante rechaza los protocolos que lo separan de su pueblo y que se deja abrazar, besar y saludar por quienes lo aman y lo respeta, merecidamente. Es un sandinista, que lleno de alegría, sin dudarlo se bajó de la tarima en su momento para bailar con el  cantautor “El Guadalupano” (Q.e.p.d.), o con los integrantes del Mariachi Azucena.

Los adversarios políticos del presidente Ortega, que nunca han trabajado para atender las necesidades del pueblo, no dan crédito al hecho de que, para mayo del presente año, el 81.7% de las y los nicaragüenses aprueban la gestión del gobierno de Daniel Ortega y mucho menos que el 80.2% de los nicaragüenses encuestados, exprese que nuestro presidente lleva al país por el rumbo correcto.   

La coherencia entre sus palabras y sus acciones es una de las cualidades que el pueblo valora y aprecia. Ser un dirigente con principios y valores atemporales y permanentes, sólo lo puede lograr un hombre que ama a su pueblo y actúa en consecuencia de ese amor. Y por ese amor que ha demostrado a su pueblo, hoy la mayoría de los nicaragüenses le desean

¡Feliz Cumpleaños, Comandante!

“Yo lo que más agradezco es la oportunidad que me ha dado el pueblo de Nicaragua de seguir batallando por él y con él y eso es lo que más agradezco y espero que quede ahí como un legado, estar en el corazón de la gente, en el corazón del pueblo”.

Comandante Daniel Ortega Saavedra