El informe preliminar de daños materiales de los huracanes Eta y Iota fue presentado de manera virtual este miércoles 25 de noviembre al cuerpo diplomático acreditado en Nicaragua, agencias de cooperación y entidades no gubernamentales.
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada Colindres, refirió que actualmente el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional (GRUN ) trabaja arduamente para restaurar y asegurar el acceso al agua potable, energía, carreteras, telecomunicaciones, preparación de los bonos para la agricultura familiar y pesca y así garantizar la seguridad alimentaria del pueblo.
“Debemos resaltar y reconocer la labor humanitaria y eficiente trabajo de nuestras instituciones nacionales, Ejército, Policía, Ministerio de Gobernación, Minsa, Inifom, Ministerio de Educación, Ministerio de la Familia, Sinapred, Comupred, Codepred, Cuerpo de Bomberos Unificados, Enatrel, Enacal, Telcor, MTI, EPN, INSS, Inatec, Ministerio de Hacienda y Crédito Público y todas las Instituciones del Estado en coordinación permanente y armoniosa”, precisó.
Al respecto indicó que el GRUN ratifica el compromiso de continuar asegurando y acompañando cada fase de recuperación de las familias nicaragüenses afectadas por los huracanes Iota y Eta.
Esta reunión virtual se enfocó en el informe preliminar de daños materiales de los huracanes Eta y Iota, las presentaciones estuvieron a cargo de compañero Iván Acosta, Ministro de Hacienda y Crédito Público, el compañero doctor Guillermo González, Ministro Director de Sinapred, y la doctora Compañera Myrna Cunningham, Presidenta del Filac, compañero Carlos Alemán, Gobernador de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, compañera doctora Martha Reyes, Ministra de Salud, compañero General Óscar Mojica, Ministro de Transporte e Infraestructura.
Impacto económico
De a cuerdo con el compañero Iván Acosta, Ministro de Hacienda y Crédito Público señaló que se había realizado una primera estimación el domingo 7 con un impacto de 1.5 en PIB, con una cuantificación de 178 millones de dólares, sin incluir daños forestales, ambientales y pérdidas y afectaciones a la producción agropecuaria.
Sin embargo, el 16 de noviembre Iota trajo más profundidad siendo el huracán con mayor categoría en impactar el país.
Con esta nueva situación unos tres millones de habitantes, la mitad de la población estuvo expuesta al huracán y fueron más de 160 mil personas las evacuadas en pocos días.
En tal sentido, precisó que se estima de manera preliminar 738.6 millones de dólares en daños en pérdidas, lo que representa 6.2% del PIB.
Detalló que los daños alcanzaron 617.4 millones de dólares, 121.2 millones en pérdidas, 177.3 en el sector privado, 561.3 en el público.
En el sector productivo se estima que se estiman 19 millones de dólares en pérdidas en el sector pesquero, donde prácticamente está destruida toda la capacidad pesquera de las pequeño y micro empresas.
En materia agropecuaria las pérdidas se estiman en 20.3 millones de dólares y 7.1 millones de dólares en turismo.
El sector de infraestructura, específicamente la red vial y transporte terrestre se suman pérdidas por 350.9 millones de dólares, en educación 41 millones, vivienda 126 millones y salud 12.6 millones.
Mejores condiciones para las familias
Acosta mencionó que una prioridad para la movilización de recursos es garantizar que las personas regresen, pero en condiciones mejores que antes.
La movilización de recursos no debe entenderse que la gente esté en las condiciones, la persona afectada esté en las condiciones que estuvieron, ese no debe ser el objetivo y eso lo planteamos ante los bancos multilaterales de desarrollo, la cooperación internacional”, señaló.
En tal sentido, refirió que se toma en cuenta que el cambio climático va a estar afectando por mucho tiempo el corredor de Centroamérica.
“Es decir que tenemos que preparar a nuestra población, invertir recursos, la comunidad internacional debe comprometerse a movilizar recursos para que esta población que va a seguir estando expuesta esté en mejores condiciones”, aseguró.
Gestión de la emergencia
El Doctor Guillermo González, Ministro Director del Sinapred señaló que tanto Eta como Iota provocaron lluvias intensas en el territorio nacional.
Refirió que en el pacifico se produjeron inundaciones y deslizamientos, mientras que en el caribe se produjo destrucción por los vientos y marejada ciclónica acompañada de fuertes lluvias, con acumulaciones por encima de los 300 milímetros por día.
El impacto se dio en zonas donde se concentran varios territorios indígenas con distintas lenguas, culturas y formas de producir, con economías mayoritariamente de consumo o sobrevivencia
“Lo cual al perder las cosechas estamos hablando no solamente del impacto inmediato, sino también el impacto a corto, mediano y largo plazo, lo cual tiene que considerarse como parte de esta situación”, precisó.
Sin embargo, valoró que el país tiene más de una década de un modelo basado en personas, familias y comunidad que en articulación con instituciones de Gobierno permiten crear capacidades para movilizar enormes cantidades de personas 24 horas antes que el fenómeno impactara directamente en el país.
Esto permitió evitar afectaciones aún más graves y ahora las familias van ajustándose a una idea recuperación rápida de su vida.
“A sabiendas que lógicamente la normalidad es un concepto que luego ya lo estamos replanteando de otra manera diferente”, refirió.
Como ejemplo refirió que Bilwi, la ciudad más importante, próxima a más a la zona de impacto del huracán, ya tiene restaurada la luz eléctrica, agua y una parte del comercio se ha iniciado a reactivar.
“El Gobierno había comenzado a preposicionar también inclusive recursos de cara al tema de los daños que había dejado Eta y agregamos más recursos para comenzar también lo más pronto posible, eso que llamaba el Ministro Acosta la principal prioridad que tiene nuestro Gobierno, que es la restauración de los techos de las viviendas para dar la protección necesaria de las familias”
El trabajo se ha desarrollado a la par del proceso de evaluación de daños y se han remitido víveres, avituallamiento, láminas de zinc, atención médica, bombas potabilizadoras de agua.
“Otro elemento es también poder seguir garantizando el tema sanitario y no me refiero solamente a la atención médica sino también a lo que tiene que ver con saneamiento, agua, inclusive temas que temas que tienen que ver con una serie de posibles brotes que se nos puedan dar y que tenemos nosotros que de adelantarnos”, señaló.
“El gobierno ha hecho acopio de mucha fortaleza en este esquema que se ha venido desarrollando. La población ha estado siendo de este proceso no solamente de enfrentamiento de enfrentamiento de la emergencia sino también del proceso de recuperación inmediata y lógicamente este trabajo seguirá por las próximas semanas y meses”, añadió.
Capacidad de resiliencia de las comunidades indígenas
Por su parte la doctora Compañera Myrna Cunningham, Presidenta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe expresó estar segura que la combinación entre la fuerza del corazón, el coraje y la práctica de la ayuda mutua de las comunidades, sumados a la organización comunitaria que hemos visto durante estos eventos, nos va a permitir salir nuevamente de esta situación, de mostrar la enorme capacidad de resiliencia de nuestras comunidades y definitivamente salir nuevamente para continuar construyendo el modelo de autonomía que hemos venido impulsando en nuestras regiones autónomas.
Dijo que la organización comunitaria y la cultura de alerta para la prevención permite hoy reconocer que esta combinación aseguró que no hubo ningún solo muerto en las comunidades indígenas en Nicaragua, a pesar de la furia de los dos eventos. Y a pesar de la situación de riesgo y vulnerabilidad, de comunidades a lo largo de todo el litoral.
Añadió que “actualmente cuando uno se comunica con nuestras comunidades, con la inundación más grande de la historia reciente en las 115 comunidades del rio Wanki, cuando escuchamos los destrozos de las 60 comunidades indígenas sobre el río Prinzapolka, cuando hablamos con nuestros hermanos y hermanas de las comunidades mayagnas que nos hablan la destrucción del bosque en sus comunidades, lo que nosotros podemos decirles hoy, miembros del cuerpo diplomático, es que ha llegado el momento en que definitivamente los acuerdos, los compromisos, los fondos, los planes para enfrentar cambio climáticos, en los cuales también nosotros los pueblos indígenas hemos participado en las últimas décadas, en las negociaciones internacionales, deben pasar de las palabras a la acción, de los compromisos a los hechos, de ofrecimientos a la concesión del apoyo tan necesario frente a esta situación de crisis”, enfatizó.
Enfatizó que no hay un solo día que el llamado para combatir en cambio climático no esté en primeras planas, “sin embargo, necesitamos que se pase de las palabras a la acción. En menos de dos semanas devastaron nuestra comunidad de la Costa Caribe y la zona de influencia de Nicaragua”.
Especificó que en Nicaragua miles de personas fueron desplazadas y comunidades como Haulover, Quizalá, Walpasiksa son comunidades que perdieron todo.
“La mayoría de las personas dignificadas son indígenas, de los pueblos miskitos, sumos mayagnas, y sus fuentes de subsistencia se han visto seriamente afectados. A pesar del sistema de evacuación y la instalación de albergues y mecanismos de atención inmediata, la afectación a los medios de vida y a la infraestructura del país es enorme, a como ha sido señalada”.
Recordó que además los efectos de la pandemia del covid 19 han generado en todo el mundo, una profunda desaceleración económica con impacto directo en el empleo, en la recaudación fiscal, en el comercio, en fin, en la economía y la oportunidad para todos y todos.
“Ahora nuestro país enfrente un triple desafío con tener la pandemia, garantizar la recuperación económica y la reconstrucción de nuestras comunidades, el restablecimiento de servicios e infraestructura, además del necesario apoyo a las poblaciones de las zonas devastadas por los huracanes”.
Hizo un llamado urgente a la solidaridad, para que ofrezca el apoyo a las miles de familias en sus esfuerzo de recuperación, de recuperación de sus medios de vida.
Dijo que el Filac, la Plataforma Indígena de América Latina y el Caribe, asume el compromiso de acompañar a los gobiernos y pueblos indígenas en el diseño e implementación de programas de resiliencia que tomen en cuenta la pertinencia cultural de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
Carlos Alemán, Gobernador de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte dijo que esta experiencia que han vivido en los últimos días de alguna manera nos ayuda a mejorar todo el esfuerzo que habíamos estado trabajando desde hace poco más de cinco años en conjunto con el Sinapred.
“Si no hubiéramos pasados por esos ejercicios de preparación, hubiéramos tenido más daños a las personas, a las viviendas y la región misma. El hecho de que no tengamos ninguna persona fallecida, es un logro fundamental de este gobierno y este modelo que se está construyendo en este país”, subrayó.