Al cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de su Eminencia Cardenal Miguel Obando y Bravo, “Prócer de la Reconciliación y la Paz de Nicaragua”, el pueblo le recuerda por su contribución al diálogo, vida y unidad de las familias.
Dentro de los reconocimientos que en vida fueron otorgados al Cardenal Obando y Bravo se encuentran, el de Bruno Kreyski por la paz y la libertad; la Carta de Hermandad de la sociedad Piarista de Managua, la Placa por la paz y distinción del pueblo nicaragüense en 1980, la distinción de lealtad al Papa, iglesia y pueblo, entregada por la Central Nacional de Trabajadores en 1982.
Debido a su participación incesante en los procesos de paz y reconciliación política del país, la Asamblea Nacional nicaragüense el 2 de marzo del año 2016, lo proclamó “Prócer de la paz”.
El Doctor Felipe Sánchez, mencionó que hablar de su eminencia es afirmar que hizo su labor en la historia eclesial y Nicaragua.
“No sólo anunció el evangelio y la palabra de Dios, sino que se preocupó por las necesidades materiales de la población”,indicó Sánchez.
Un hecho que el doctor Sánchez recuerda, es el del secuestro de Quilali, en agosto de 1993, donde el Cardenal intervino para proteger y liberar la vida de las personas que corrían peligro durante el secuestro.
“El mayor logro que un ciudadano puede tener es el de pacificador, de reconciliador, en ese aspecto la patria le reconoció en vida a su eminencia” aseguró.
“La fe en Dios y la fe en el hombre fueron los bastiones que sostuvieron al cardenal para poder desde sus servicio trabajar para cumplir con su misión evangelistica” afirmó.
Te puede interesar: Contraparte solo quiere desestabilizar la paz del país
Una de las cualidades que el Doctor Sánchez destaca es el respeto que siempre caracterizó al cardenal, “Siempre trató a las personas con mucho respeto, insistía en que en cada encuentro se explicaran los términos para lograr entendimiento y resolución de conflictos”.
Rigoberto Rayo, quien trabajó con el cardenal Miguel desde muy joven, mencionó que su eminencia, siempre estuvo rodeado de jóvenes en su trabajo pastoral, como todo buen salesiano.
“Compartimos juntos en la Comisión Nacional de Paz y Justicia. Siempre fue un honor contribuir con los procesos de paz y en beneficio de los más necesitados” mencionó Rigoberto.
“Siempre para el cardenal Obando fue un honor contribuir a los procesos de paz y en beneficio de los más necesitados. Cuando fue llamado por el Señor presidente a presidir nuevamente este trabajo, él pidió autorización, como obediencia al Santo Padre y el Santo Padre le dio el visto bueno. Desde la comisión él siempre aportó para cumplirle a los más necesitados desde los planes de gobierno”, recuerda Rigoberto Rayo.
Monseñor Eddy Montenegro, quien trabajo de cerca con el cardenal Miguel Obando y Bravo lo describe, como el siervo de Dios que nunca utilizó una palabra disonante para llamar la atención de los líderes político y enrumbarlos por la senda del encuentro y del consenso.
“Fue un hombre abierto no solamente como pastor, sino como ser humano, a puertas abiertas para el diálogo, siempre decía que todas las cosas se arreglan platicando, dialogando porque el ser humano está hecho para eso, si no nos comunicáramos el diálogo, la lengua, el verbo que tenemos todos deben servir para construir la paz a través del entendimiento. El cardenal Obando fue una persona que se dedicó mucho tiempo no solamente a buscar la paz, la reconciliación, la tranquilidad del pueblo, sino que también el tratar de buscar puntos que cercarán en la reconciliación y la paz a las familias”, resalta monseñor Eddy Montenegro, uno de sus más cercanos colaboradores.
Jessica Rodríguez Palacios, destaca que el cardenal en cada encuentro con la comunidad educativa de la universidad, hablaba de la paz y como siendo un buen estudiante se contribuye a ese objetivo.
“Yo creo que eso es un legado que nos ha dejado a los egresados de la universidad, en todo momento siempre hizo énfasis en esa palabra de que hay que buscar la paz y de que todos los esfuerzos que se hicieron por garantizar la paz en Nicaragua se deben seguir manteniendo a través de la historia. Fue reconocido su trabajo internacionalmente por esa lucha incansable por conseguir la paz no solo de Nicaragua, sino en toda la región con el papel que desempeñó en los acuerdos de Esquipulas, siempre apeló a la reconciliación”, cuenta Jessica que trabaja en el área académica de la Unica.
El equipo de Barricada comparte un emotivo vídeo, donde personas cercanas a su eminencia comparten algunos ejemplos de reconciliación y paz y aprendizajes obtenidos del Cardenal.