Su Excelencia, Cardenal Konrad Krajewski, tiene a su cargo la Limosnería Apostólica, entidad de la Santa Sede que “asume la tarea de practicar la caridad a favor de los pobres en nombre del Sumo Pontífice”, es una tradición que se remonta a los primeros siglos de la Iglesia, era parte de las competencias de los diáconos. El Limosnero del Papa tiene Dignidad Arzobispal, es parte de la Casa Pontificia y participa en las ceremonias religiosas y en las audiencias del Pontífice. A fines del Siglo XIX el Papa León XIII delegó al Limosnero la facultad de conceder la Bendición Apostólica por medio de diplomas en pergamino que, para ser auténticos, llevan la firma y sello de esta autoridad eclesial.
El Cardenal Karjewski recibió la visita del Compañero Francisco Javier Bautista Lara, Embajador de Nicaragua ante la Santa Sede, explicó el funcionamiento de la particular y legendaria oficina, comentó sobre las obras de caridad que, por decisión del Papa apoyan. Es una la pronta intervención de socorro, una reacción de emergencia para auxiliar a las personas más desfavorecidas y necesitadas que acuden a Su Santidad de distintas partes del mundo, es el brazo del Papa para la Caridad directa. Las principales fuentes de ingresos son los diplomas de las bendiciones apostólicas y las donaciones de personas generosas. Durante el año 2020 las contribuciones directas que la oficina ha realizado en nombre del Papa ascienden a más de cinco millones de euros.
El Cardenal polaco y el Embajador nicaragüense coincidieron sobre la ineludible Solidaridad y Fraternidad entre las naciones y las personas. Observaron la hermosa y dramática escultura de bronce, “Homeless Jesús”, obra del escultor canadiense Timothy Schmalz, ubicada en la entrada del edificio, inaugurada hace pocos años, que muestra acostado en una banca a un indigente descalzo y envuelto en una manta, que es, lamentablemente, una imagen común que se observa en parques y calles de muchas ciudades del mundo, incluso en esta época de Navidad.