Por: Stalin Vladimir Centeno
José Adán Aguerri, conocido en el bajo mundo con el alias de «Chanito Aguerri» hubo un tiempo que llegó a creerse Dios entre los diablos empresarios. Este hombrecito insignificante tiene el alma más negra que el agujero negro del espacio, del que tanto habló el científico ya fallecido Sthepen Hawking. «Chano» se llenaba las tapas gritando a todo pulmón desde las marchas opositoras, que este Gobierno Sandinista era una dictadura, cuando el único dictador era él, que se atornilló por 13 años en la Presidencia del Cosep cuando todo el mundo sabía que era un simple mandadero de otro poderoso empresario que lo manejaba como su monigote desde la sombras.
Chano, era el mismo empresario de maletín y acomplejado, que en las reuniones del Gobierno y los empresarios corría a sentarse de una manera en la que la foto oficial lo captara con Carlos Pellas a la izquierda él en el centro y el Comandante Daniel a la derecha, para dar un golpe de imágen y vender que también tenía influencia y poder.
La historia me da la razón, este buen Gobierno siempre tuvo la voluntad de crear un clima de estabilidad y desarrollo para el país, para lo cual creó un alianza denominada «Modelo de Diálogo y Consenso» este era integrado por el Estado, empresario y trabajadores.
El Gobierno logró un clima de paz y estabilidad para el país, los trabajadores se garantizaron que se les reconocieran todos sus derechos laborales y otros beneficios más agregados, pero el que se hartó la mayor tajada del pastel fueron los empresarios que después se vistieron de golpistas. Ellos obtuvieron gracias a este novedoso modelo 43 de sus miembros ubicados en diferentes directivas de instituciones del Estado, Chano también participaba en varias de ellas y cobraba jugosas dietas, además fueron parte de la discusión de 124 de las 326 leyes que se aprobaron desde la Asamblea Nacional.
El Chano, embriagado por el «Síndrome del Emperador» entraba como Pedro por su casa a la Asamblea Nacional a ningunear a los diputados quienes temblaban al verlo pues Aguerri echaba a correr la bola que él, era un «súper ministro».
La soberbia de este «pequeño saltamontes», no tenía límites y en el 2011 no le bastó con acalambrar a los diputados a quienes ponían pálidos y chirizos sino que además llegó a exigir una oficina dentro del propio Parlamento, contiguo a la oficina del mismo Presidente del Congreso y al mejor estilo de «El Sol de México», la quería con vista panorámica de la capital, un inodoro bañado en oro, internet con «hot channels» integrados, Wisky Johnny Walker, Black Label fruta orgánica pero no cualquiera sino uvas verdes, manzanas rojas cherries y un teléfono rojo con comunicación directa con la Presidencia de la República, para hablar con el Comandante Daniel o la Compañera Rosario.
En el 2018 Chano Aguerri en un acto de traición a la Patria y al acuerdo de modelo económico que venía funcionando muy bién, decidió por mandato de los yanquis, unirse a la iglesia católica, la tal alianza cínica, las ratas naranjas MRS, los anticanal, los falsos líderes universitarios, los medios mercenarios de la derecha y sus mismos empresarios. Todos ellos bañaron de sangre al país, crearon una pantomima de diálogo para que desde ahí los obispos bendijeran el golpe de Estado contra Daniel, Rosario la institucionalidad y el mandato popular que ellos representaban, pero para su desgracia fueron derrotados junto a la Embajada americana, y posteriormente el 09 de febrero de 2023 José Adán Aguerri con otros golpistas, vendepatria, tranqueros, terroristas que sumaban 222 fueron montados a un avión y mandados a su verdadera Patria gringolandia.
Se les quitó la nacionalidad, todo derecho a ocupar cargos públicos y se les enterró para siempre, por los siglos de los siglos. Amén.