Barricada

Comandante Carlos Fonseca, una luz de ternura que nos vigila, protege y guía

Estudioso de las revoluciones sociales, lector y escritor riguroso, ideólogo, combatiente ejemplar. Así recordamos al Comandante Carlos Fonseca Amador, en el 44 Aniversario de su Tránsito a la Inmortalidad.

“¿Dónde no está nuestro hermano querido y respetado? Es como una larga sombra de luz y de ternura que nos vigila y nos protege para disfrutar de nuestras sonrisas recién adquiridas. Para guiarnos cuando no encendemos la chispa y cometemos errores, para darnos una palmadita en el hombro con sus manos anchas como luces y largas como machete alentándonos a la hora de las respuestas difíciles”. – Comandante Tomás Borge Martínez, 8 de noviembre de 1979

La vida del Comandante Carlos Fonseca Amador, fue dedicada por entero a la transformación de Nicaragua, el primer paso era derrotar a la dinastía somocista, pero el objetivo profundo siempre fue liquidar el sistema económico y político, sustituyéndolo por un nuevo y superior sistema.  Estas ideas las escribió en 1960 en su trabajo intitulado “La lucha por la transformación de Nicaragua”.   Desde los años cincuenta del siglo pasado, Fonseca Amador, participó en la génesis de las organizaciones revolucionarias como la “Juventud Patriótica Nicaragüense”.   Estuvo en primera línea en El Chaparral en 1959, donde fue herido de gravedad.   Estudioso de las revoluciones sociales, lector y escritor riguroso, ideólogo, combatiente ejemplar.   Esta es una síntesis de su carrera revolucionaria del año 1964 hasta el día de su muerte en las selvas de Zinica, el 8 de noviembre de 1976.

Te puede interesar: Comandante Carlos Fonseca consagrado por la historia como padre de la Revolución Sandinista

Yo acuso a la dictadura

El 30 de junio del año de 1964, en el Barrio San Luis, de la ciudad de Managua, detuvieron a los combatientes sandinistas Carlos Fonseca Amador y Víctor Tirado López.  Para que eso no pasara inadvertido, porque podía significar secuestro y desaparición, el Comandante Carlos Fonseca, gritó: «Soy Fonseca Amador, jefe del Frente Sandinista».   Fueron sometidos a juicio y condenados a seis meses de cárcel.  El 8 de julio escribió su memorable testimonio: “Desde la cárcel yo acuso a la Dictadura”.

Después de cumplir la condena, Carlos Fonseca Amador, fue deportado a Guatemala el 6 de enero de 1965, lo que el mismo relató: “De esa manera se me expulsa por tercera vez de Nicaragua, la Patria querida. Si, expulsado tres veces en mi joven vida de mi Nicaragua. Pero de una cosa deben estar seguros los opresores de mi Patria. Y es que pueden expulsar mi cuerpo de Nicaragua, pero jamás podrán expulsar de mi espíritu la decisión de combatir porque Nicaragua sea libre y soberana y su pueblo feliz”. 

Durante su confinamiento en Guatemala, en El Petén, conoció y entabló amistad con el futuro comandante de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), el lengendario guerrillero guatemalteco Luis Turcios Lima.

La gesta de Pancasán

Fiel a su férrea decisión, a mediados de 1966 regresa a Nicaragua de manera clandestina y asume la jefatura del movimiento guerrillero de Pancasán en 1967.  Gesta guerrillera, que aunque fue derrotada militarmente, representó el inicio de la lucha desde adentro, en el corazón del enemigo.   El 17 de enero de 1968 fue ratificado como jefe político y militar del FSLN y redactó el “Mensaje del FSLN a los estudiantes revolucionarios”.

En agosto de 1975 ingresó nuevamente a Nicaragua y en el mes de noviembre escribió “Síntesis de algunos problemas actuales”, antes de internarse en la montaña.  Sus últimos escritos fueron las “Notas sobre la montaña” y “Notas sobre algunos problemas de hoy”.

Te puede interesar: Nicaragua conmemora al novio de la patria rojinegra, Comandante Carlos Fonseca

El combate en Boca de Piedra

Su último combate lo libró en Boca de Piedra, en la comarca de Zinica, en el municipio de Waslala, en la Región Autónoma del Caribe Norte,  el 7 de noviembre, una noche oscura bajo un torrencial aguacero, como eso que suelen ocurrir en el trópico húmedo.   Estaba en la montaña gestando la unidad sandinista,  cuando fue emboscado junto a otras compañeras y compañeros.  Entre 6 y 7 de la noche comenzó el combate que duró como una hora.  

Carlos Fonseca Amador, fue capturado herido y murió al día siguiente, el 8 de noviembre.  

El retorno a Managua

Cuando el amanecer dejó de ser una tentación, en el mes de noviembre de 1979, el cuerpo del Comandante Carlos Fonseca Amador fue localizado en la comunidad de Dipina, en el municipio de Waslala, y trasladado a Managua el 7 de noviembre, justo cuando se conmemoraba el tercer aniversario de su caída heroica.  

El Tayacán vencedor de la muerte, Carlos Fonseca Amador, reposa junto al Coronel Santos López, y el Comandante Tomás Borge Martínez, en la Plaza de la Revolución. En su mausoleo arde permanentemente una antorcha,  así arden sus ideas en la transformación de Nicaragua, que no cesa y se profundiza cada día.

“Carlos, hermano mío, estás presente en la magia de nuestra revolución, en el látigo de nuestro pueblo para castigar a los culpables, porque con tu terquedad de siempre te niegas a morir, te has puesto de pie y echado a andar convirtiéndote en barricada, en bombas de contacto, en emboscadas, en 19 de julio, en una firma no escrita al pie de la nacionalización de las minas, en Ejercito, en Policía, en niño corriendo en medio de las flores, en voz que palpita en el vientre de las madres de nuestros mártires, en procurador, en juez, en tejedor de nuestros sueños, en arquitecto de un nuevo amanecer”. – Comandante Tomás Borge Martínez, 8 de noviembre de 1979.

Compartimos una infografía sobre aspectos importantes sobre la vida del Comandante Carlos Fonsecca Amador.