Barricada

Sin libertad no hay vida, sin igualdad no hay luz

En saludo al 110 aniversario del paso a la inmortalidad del General Benjamín Zeledón, les compartimos su pensamiento y sus ideales, a través de un manifiesto redactado el 10 de agosto de 1912, desde Tipitapa.

En ese texto, Zeledón, decidido a continuar la lucha por la Dignidad y Soberanía de Nicaragua, redactó un manifiesto en el que dio a conocer su ideario antiimperialista: “Sin libertad no hay vida, sin igualdad no hay luz”.  Y lanzó un grito de batalla, que resuena aún en estos tiempos: “No más intervención en nuestros asuntos internos”. 

El General Benjamín Zeledón Rodríguez fue declarado “Héroe Nacional” por la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de la República de Nicaragua, mediante el Decreto N° 536 aprobado el 27 de septiembre de 1980 publicado en La Gaceta, Diario Oficial N° 233 del 10 de octubre de 1980.

Te puede interesar: El mundo nuevo que surgirá del seno de nuestra lucha

A continuación texto íntegro:

Brazo a brazo hemos luchado con la muerte. En el reloj de nuestros infortunios, solemne, mágico, sonoro y sublime, ha sonado la hora de la redención. Y os saludo en estos momentos históricos, soldados del Partido Liberal.

Vuestros pechos. Coraza opuesta a la muerte. Han vertido sangre generosa, porque es sangre de libertadores.

Brisas de libertad refrescarán el bello país de Nicaragua. La madre anciana encorvada por la miseria, el niño pálido por la escasez, serán redimidos. El pobre humillado, explotado, escarnecido por una insolente oligarquía, tendrá pan para sus bocas hambrientas y lienzos para cubrir sus ateridos cuerpos desnudos. Estamos en el día de la independencia; el agricultor labrará la tierra prolífica, bien sabido de que lo que le produzca no le será confiscado. Los que saquearon el Tesoro Nacional, devolverán lo que ilegítimamente cobraron; sólo retendrán lo que se les debía, el resto de ese dinero pertenece al Tesorero Público, al pueblo, cuyas necesidades aliviaremos.

Nuestros hijos, nuestros hermanos tendrán escuelas, y la instrucción pública difundida por todas partes, el bien sembrado en todas las almas, les servirá de eficaz apoyo en los trances de la vida. Ciudadanos, recobraremos nuestros derechos: La igualdad ante la ley será como Sol alumbrando a todos, a los grandes y los humildes, a los ricos y a los pobres. Los tribunales de justicia y los jueces, ya no serán respiradero de venganzas ni se dejarán influir por la odiosa pasión política.

Sin libertad no hay vida; sin igualdad no hay luz; sin autonomía nacional impera el caos. Hemos peleado, pues y pelearemos, porque la libertad nos de vida, porque la igualdad nos dé luz y porque la autonomía nacional efectiva, reconquistada, haga desaparecer el caos en que navegamos

No más intervención en nuestros asuntos internos. Las Aduanas serán administradas por manos nicaragüenses o por manos centroamericanas. Los ferrocarriles regalados por un gobierno malvado volverán a nuestro poder: porque cada riel, cada durmiente cada locomotora, representan una energía, una palpitación o un soberano anhelo de nuestros conciudadanos.

Benjamín Zeledón, 10 agosto 1912. Tipitapa.