Barricada

8 de octubre, Día del Guerrillero Heroico

“Este poema (contra viento y marea) llevará mi firma.
Te doy seis sílabas sonoras,
una mirada que siempre lleva (como un pájaro herido) ternura,

Una ansiedad de agua tibia y profunda,
Una oficina oscura donde la única luz es la de estos versos míos
Un dedal muy usado para tus noches aburridas,
Una fotografía de nuestros hijos.

La bala más hermosa en esta pistola que siempre me acompaña,
La memoria imborrable (siempre latente y profunda) de los niños
Que, un día, tú y yo concebimos,
Y el pedazo de vida que me resta,

Esto lo doy (convencido y feliz) a la Revolución.
Nada que pueda unirnos tendrá mayor poder”.
(Poema de Ernesto Che Guevara, enviado a su esposa Aleyda March)

Hoy conmemoramos el Día del Guerrillero Heroico, porque el 8 de octubre de 1967, hace 55 años, el líder revolucionario Comandante Ernesto “Che” Guevara fue herido y capturado por un grupo de militares bolivianos, que cumplían órdenes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Bolivia.
Su ejemplo luminoso de revolucionario inclaudicable, sigue acompañándonos.

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Hoy el Equipo de Barricada/Historia les comparte su biografía.

Ernesto Guevara de la Serna, el Che, nacido el 14 de junio de 1928, hijo de Ernesto Guevara Lynch y Celia de la Serna.   Desde su niñez afrontó el asma que había de acompañarlo toda su vida, con un actitud osada, audaz, obstinada.  

Buscó con inquietud acercarse a la historia y la realidad de los pueblos latinoamericanos, buscando el conocimiento que no estaba en el currículo de las universidades. Recorrió en bicicleta su natal Argentina, preludio de lo que serían sus viajes exploratorios por Sudamérica, acompañado de su amigo Alberto Granado.   En su largo recorrido conoció campesinos, obreros, mineros, indígenas, empobrecidos, plagados de enfermedades y analfabetismo, mientras otros se apropiaban de la riqueza generada por su duro trabajo.   Los pobres de siempre, hombres y mujeres, al servicio de los propietarios de los medios de producción, nacionales y transnacionales.   Así, mientras concluía la carrera de medicina, se iba desvaneciendo poco a poco su sueño de ser un reconocido investigador en el tema de las alergias, para ir transformándose en revolucionario con la convicción de que el capitalismo y su voraz apetito de acumulación es el responsable de la explotación inmisericorde de la naturaleza y de la humanidad.  

Che, comandante

En Guatemala, adonde llegó para conocer la Revolución democrática, fue testigo directo de la intervención militar orquestada por el imperialismo yanqui para derrocar al gobierno del coronel Jacobo Árbenz Guzmán, en 1954. 

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Luego en México, su encuentro con Fidel y Raúl Castro, y demás militantes del Movimiento 26 de Julio (M-26-J), a los que se une como médico primero y luego como combatiente.  

En este tiempo, ya era conocido como “Che”, participó en la expedición del yate Granma, y luego en los combates de la Sierra Maestra, dirigiendo la toma de Santa Clara, destacándose como comandante de la Revolución cubana hasta el día del triunfo el 1 de enero de 1959. 

Cuba le otorgó la nacionalidad por sus altos méritos y sirvió a la consolidación de la revolución como presidente del Banco Central, como ministro de Industrias, como jefe militar, ideólogo, escritor, diplomático, estadista.  

El Che, llegó a ser, según el filosofo francés Jean Paul Sartre, el hombre más completo de su tiempo, y puede decirse que lo sigue siendo hasta estos tiempos.  El Che Guevara, es el arquétipo del verdadero revolucionario, del Hombre Nuevo.

De vuelta a los campos de batalla

Fiel a su idea del internacionalismo, insistía en que la manera de derrotar al imperialismo era la lucha armada.   En 1959, no pudo participar personalmente, como quería, en la expedición de El Chaparral organizada para derrocar la dictadura somocista en Nicaragua, pero le brindó apoyo logístico y financiero.  

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En Latinoamérica, había impaciencia revolucionaria: surgieron organizaciones insurgentes en Guatemala, Venezuela, Nicaragua, Colombia, Perú.  

El Che, hombre de acción, se aprestaba para volver a la batalla, consideraba que las perspectivas de la revolución en América Latina estaban muy próximas y que sería una lucha larga y dura por las medidas contrainsurgentes que organizó el gobierno estadounidense. 

 A esta misma conclusión, había llegado en Nicaragua el comandante Carlos Fonseca Amador, cuando escribió que la lucha por la liberación sería larga y cruenta.

¡Hasta la Victoria Siempre! ¡Patria o Muerte!

En 1965, el comandante Ernesto “Che” Guevara, en una carta que dirigió al comandante Fidel Castro Ruz, hizo formal renuncia de sus cargos en la Dirección del Partido, de su puesto de ministro, de su grado de comandante, de su condición de cubano.   En esta histórica carta, el Che anunciaba su partida a otras tierras del mundo adonde se necesitaba conducción en las luchas revolucionarias. 

El Che partió en abril de ese mismo año al Congo donde se unió a los Simbas, un grupo guerrillero congolés que surgió después del asesinato de Patrice Lumumba.  El Che utilizó el seudónimo de “Tato”.

Una vez finalizada campaña del Congo, la que fue registrada por el Che en los “Diarios del Congo”, se empezó a planificar el establecimiento de un foco guerrillero en Bolivia, donde el Che, uso primeramente uso los seudónimos de “Ramón” al inicio y “Fernando” en la parte final.

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Ernesto Che Guevara llegó a Bolivia el 3 de noviembre de 1967 para iniciar su último intento guerrillero que tuvo como escenario la cuenca del río Ñancahuazú, río amazónico de montaña temporario, afluente directo del río Grande, en la zona del sudeste boliviano.   

Las operaciones guerrilleras se dieron del 23 de marzo al 9 de octubre.  Después de  una dura marcha, cuando solo sobrevivían 17 guerrilleros, el Che,  libró su último combate el 8 de octubre cuando una compañía de soldados los cercó, empezando el combate a las 13:30.  

El Che se ocultó detrás de un sembradío de papas y disparó hasta que un proyectil inutilizó su carabina M-2, otra bala le hirió la pantorrilla izquierda.Trataba de retirarse escalando la quebrada ayudado por el guerrillero boliviano Simón Cuba (Willy), cuando fue encañonado por un soldado.  

Fue conducido al poblado de La Higuera, donde el día 9 de octubre, a las 12:30 llegó un mensaje desde La Paz, ordenando su asesinato.

El Che, modelo de ser humano

La noche del 18 de octubre, en la Plaza de la Revolución, de La Habana, Fidel se dirigió a uno de los auditorios más grandes de su vida. 

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Casi un millón de personas asistieron al velatorio nacional del Che.  Con voz enronquecida por la emoción, le rindió un fervoroso homenaje: “Si queremos el modelo de un ser humano que no pertenece a nuestro tiempo sino al futuro, yo digo desde el fondo de mi corazón que ese modelo, sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su trayectoria ¡es el Che!

Si deseamos expresar lo que queremos que sean nuestros hijos, debemos decir desde nuestros corazones de revolucionarios ardientes: ¡queremos que sean como el Che!”

Bibliografía consultada:

Jon Lee Anderson (1997).  CHE UNA VIDA REVOLUCIONARIA.  Emecé editores, Buenos Aires.