La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo durante el acto que conmemoró a las víctimas del terremoto de 1972 en Managua, dijo que cuando se dio el fenómeno natural, era el desamparo porque no se contaba con un Gobierno interesado por el bienestar de las ciudadanas y ciudadanos.
«Aquellos momentos terribles, nos dejaron ese sentimiento de desamparo total, por no saber con quien contar; porque no contábamos ni con un gobierno, ni con hermanos, hermanas solidarias. Los primeros momentos eso sucede cuando estamos frente tragedias, todos somos hermanos y después el tiempo va pasando y ya no somos tan hermano»
Recordó que en «los primeros días buscamos donde ir, a casas de familiares , amistades y al poco tiempo, empezaron los rótulos que decían estamos operando, que quería decir que, la gente estaba de vuelta, porque tenía que trabajar y porque ya uno, después de cierto tiempo molesta, la solidaridad en aquellos tiempos era bastante extraña, rara, momentánea, efímera, al fin y al cabo todo es efímero, y eso no quiere decir que no debamos luchar porque el cambio es la esencia de la vida y la vida es continuo renacer».
Transcender ante cualquier circunstancia
La vicepresidenta señaló que todos los días, «nos formamos con el aprendizaje, con la memoria con los recuerdos y también conocemos noticias tristes, conocemos alegrías».
«Cuánto se nos acumula en el corazón en un día como hoy, cuando como creyente celebramos la vida de tanto hermanos que partieron a otro plano, pero están con nosotros, porque la vida es un continuo renacer, y como nos sentimos de bendecidos, de fortalecidos, porque la vida nos ha dado tanto a nosotros, al pueblo de Nicaragua. Hemos aprendido en cada tiempo y circunstancia a luchar con toda nuestra energía, con todo nuestro corazón con ese nuestro vigor y gloria que nos marcaba Rubén (Darío) a luchar para vencer; para transcender cualquier circunstancia por difícil que sea, sabemos luchar, sabemos transcender».
Blanca Segovia Sandino, una mujer de fortaleza
La vicepresidenta se refirió al tránsito a otro plano de vida de Blanca Segovia Sandino, hija de los Héroes Nacionales, General Augusto C. Sandino y Blanca Aráuz.
«Ayer que hablamos nos sonó tan fuerte y no se me olvida su mensaje a todos, no nos queda de otra, tenemos que seguir caminando; un mensaje de fortaleza, de fe, de amor, tenemos que seguir caminando y se nos fue a ese otro plano de vida, junto a tantos nicaragüenses a los 50 años del terremoto y sabemos que sí, que como esos hermanos están con nosotros, la Blanquita se queda con nosotros, luchando para seguir venciendo, una mujer de fortaleza, ejemplar, inspiradora, formidable», añadió.
«Tenemos todos que celebrar todos los días, la vida suya y celebrar su coherencia, esa lealtad con la que supo caminar el legado de su padre y madre, héroes nacionales […] aquí estamos después de tantos tiempos y en todos los tiempos, siempre dispuesto a poner el corazón en todo lo que hacemos», resaltó.
Saludó a todas las familias de Managua «en este tiempo cuando no hay desamparo porque conocemos la solidaridad y nos respaldamos y nos apoyamos unos a otros, y tenemos un modelo que nos permite unirnos para seguir venciendo en todas las circunstancia».