En el 156 Aniversario del Natalicio del poeta Rubén Darío, el Equipo de Barricada les trae cuatro poemas del máximo representante del Modernismo hispanoamericano.
La obra de Rubén Darío es considerada como “núcleo originario y aglutinador de todo un movimiento, el Modernismo, que marcó un hito en la historia de la literatura: tras seguir sumisamente durante tres siglos los rumbos de las letras europeas, nace en América una corriente literaria propia cuya influencia pasará incluso a la metrópoli”.
Latinoamérica, tras haber conseguido su independencia política a principios del siglo XIX, lograba, a finales del mismo siglo, la independencia literaria.
Darío renovador del lenguaje poético en las letras hispánicas
Uno de los aportes que más se le reconoce a Rubén Darío es haber revitalizado la lengua castellana.
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“Trajo al castellano, que estaba en tiempos de decadencia, el influjo revitalizador americano, abriéndolo a un léxico rico y extraño, a una nueva flexibilidad y musicalidad en el verso y la prosa, e introdujo temas y motivos universales, exóticos y autóctonos, que excitaban la imaginación y la facultad de analogías”.
Por estas razones, terminó siendo uno de los autores que renovó profundamente el lenguaje poético en las letras hispánicas.
Del poemario Cantos de Vida y Esperanza y Otros poemas, hemos seleccionado para nuestros lectores: Amo, amas; Melancolía; Allá lejos. Del poemario Prosas profanas y otros poemas, hemos elegido Ama tu ritmo.
XXX
AMO, AMAS…
Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo obscuro del lodo:
amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!
XXV
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MELANCOLIA
A Domingo Bolívar.
Hermano, tú que tienes la luz, díme la mía.
Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas
ciego de ensueño y loco de armonía.
Ese es mi mal. Soñar. La poesía
es la camisa férrea de mil puntas crüentas
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de mi melancolía.
Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;
a veces me parece que el camino es muy largo,
ya veces que es muy corto…
Y en este titubeo de aliento y agonía,
cargo lleno de penas lo que apenas soporto.
¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?
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ALLA LEJOS
Buey que vi en mi niñez echando vaho un día
bajo el nicaragüense sol de encendidos oros,
en la hacienda fecunda, plena de la armonía
del trópico; paloma de los bosques sonoros
del viento, de las hachas, de pájaros y toros
salvajes, yo os saludo, pues sois la vida mía.
Pesado buey, tú evocas la dulce madrugada
que llamaba a la ordeña de la vaca lechera,
cuando era mi existencia toda blanca y rosada;
y tú, paloma arrulladora y montañera,
significas en mi primavera pasada
todo lo que hay en la divina Primavera.
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AMA TU RITMO
Ama tu ritmo y ritma tus acciones
bajo su ley, así como tus versos;
eres un universo de universos
y tu alma una fuente de canciones.
La celeste unidad que presupones
hará brotar en ti mundos diversos,
y al resonar tus números dispersos
pitagoriza en tus constelaciones.
Escucha la retórica divina
del pájaro, del aire y la nocturna
irradiación geométrica adivina;
mata la indiferencia taciturna
y engarza perla y perla cristalina
en donde la verdad vuelca su urna.
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Fuentes consultadas: