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José Benito Escobar: mística revolucionaria y sindicalismo obrero

José Benito Escobar nació en el barrio Los Pescadores de la ciudad de Managua el 20 de marzo del año 1936, hace 87 años, hijo de Nicolasa Escobar y Moisés Pérez. Un hombre forjado que se dedicó a la labor de obrero. Su seudónimo más conocido fue “Álvaro” durante su participación en la lucha contra la dictadura militar somocista.

En el año 1948 participó en la huelga de los obreros de la construcción, en rechazo a las medidas capitalistas de grandes empresarios apoyados por el régimen somocista que sólo velaban por sus intereses y no por los del pueblo trabajador, estando claro de la conciencia de clases y de la importancia de involucrarse en el movimiento obrero.

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Diez años después, en 1958, participó en otra huelga de la construcción y el 12 de enero de 1960. Con otros compañeros, entre los que se destacan el Comandante Germán Pomares y Comandante Daniel Ortega, fundaron Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN). Sin embargo, la organización tuvo una efímera existencia, fundando en los meses siguientes, del mismo año, Juventud Revolucionaria Nicaragüense (JRN) junto a otros compañeros.

El 23 de julio de 1961, participó en la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional, junto con el Coronel Santos López, Carlos Fonseca Amador, Faustino Ruiz, Jorge Navarro, Silvio Mayorga, Tomás Borges, Francisco Buitrago, Rigoberto Cruz (Pablo Úbeda) y Germán Pomares.

Durante el año 1964 dirigió las primeras células clandestinas del FSLN en Estelí, desarrolló un trabajo político en la clandestinidad que le dio herramientas para continuar en los esfuerzos contra la dictadura somocista. En 1967, se incorporó a las tareas de la jornada guerrillera de Pancasán y participó en acciones de sabotaje y recuperación económica.

En 1970 se integró a la Dirección Nacional del FSLN y el 20 de septiembre fue detenido por la Guardia Nacional junto a los compañeros Julián Roque, Leopoldo Rivas y Emmett Lang en Managua.

El 27 de diciembre de 1974 fue liberado junto al Comandante Daniel Ortega y otros compañeros presos políticos a través de la leyendaria toma de la casa del Ministro José María “Chema” Castillo Quant, por el Comando “Juan José Quezada”, dirigido por el Comandante Eduardo Contreras.

En los primeros meses de 1978, fue nombrado para realizar trabajo político-militar en las zonas rurales de la ciudad Estelí. Trabajo que quedó inconcluso un 15 de julio, del mismo año, cuando fue emboscado y asesinado por la genocida Guardia Nacional.

El Comandante José Benito Escobar pasó a la inmortalidad, siendo a partir de ese momento “de los muertos que nunca mueren”. Dejó un inmenso legado histórico y revolucionario en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, como lo grandes héroes que entregan su vida en sacrificio y amor a la liberación de su Patria.

En el año 1982, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional en reconocimiento por su lucha dentro del Frente Sandinista de Liberación Nacional y por su rol patriótico en incansable defensa de los obreros, del proletariado, creó la Orden “Comandante José Benito Escobar” a través del Decreto Nº 1092 el 11 de agosto, publicado en La Gaceta Diario Oficial Nº 197 del 23 de agosto de 1982.

Cuando escribió el libro El Principio del fin, haciendo honor al Héroe Rigoberto López Pérez, José Benito Escobar manifestó: “En cada pueblo el proceso de lucha revolucionaria nace, crece y triunfa de acuerdo a las características y particularidades de cada uno”.

Como lo dijo el Comandante Escobar, defendemos y seguiremos defendiendo la Revolución, que como pueblo nicaragüense hemos conquistado, con la vida y el sacrificio de nuestros Héroes y Mártires.