El 4 de mayo de 2005, a la edad de 97 años pasaba a otro plano de vida, Doña Lidia Saavedra de Ortega, madre del actual presidente de la República de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega.
Se cumplen 18 años y en el marco de esta conmemoración, la recordamos con cariño y admiración por haber sido una mujer, madre y revolucionaria ejemplar.
Breve reseña de doña Lidia Saavedra:
Lidia Albertina Saavedra Rivas, nació en la Libertad, Chontales en 1908. Fue hija de Benjamín Saavedra y Mercedes Rivas. Cursó sus estudios de secundaria y fue la primera mecanógrafa de Juigalpa.
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El Comandante Daniel Ortega, el pasado 21 de febrero 2023, en el acto dedicado al 89 Aniversario del tránsito a la inmortalidad del General Augusto C. Sandino recordó a su madre, doña Lidia Saavedra, con una anécdota: […] Mi madre había estudiado de Maestra con Doña Chepita de Aguerri, la famosa Profesora de la época, y ayudaba en una venta que tenía mi abuelo, ayudaba a estar vendiendo arroz, frijoles, lo que se vende en una venta. Ahí estaba mi madre, esto antes de conocer a mi padre, no había llegado mi padre a La Libertad.
Resulta que ella tenía un novio, que se había ido a Costa Rica y se escribían, y de repente se hacían cartitas donde se escribían en claves, juego de jóvenes, pero como Somoza tenía una gran vigilancia, cuando descubrieron las cartas y encontraron las palabras en claves, como el novio estaba en Costa Rica no lo podían echar preso, ¡mandó a echar presa a mi madre!
A mi madre le reconocían sus cualidades como Maestra y no entendían en el pueblo qué estaba pasando cuando la llegan a capturar, no había explicación alguna. Y la traen de La Libertad a San Miguelito, porque no había en ese momento carreteras, eran carretas las que habían para transitar esos tramos.
Viene ahí presa, bien vigilada por la Guardia, y la llevan a San Miguelito, ¿y la llevan para qué? para embarcar, porque era la forma más rápida de llegar a Managua: embarcar en San Miguelito que es un puertecito de siglos, y de ahí embarcada en Granada, y ya de Granada entonces a Managua y al Campo de Marte a someterla a interrogatorios. Y no le creían, ahí pasó unos buenos días.
Tanto la prisión de mi padre como la prisión de mi madre fueron noticias, pero más noticia la de mi madre, porque nadie se explicaba por qué detenían a una Maestra en La Libertad, Chontales. Salió en los periódicos de la época, si nos vamos a buscar los archivos ahí van a ver la noticia. En esa época tenían un espacio que decía: “Hoy”, como la noticia de hoy, y ahí aparecía la noticia: “Capturada Lidia Saavedra”. Entonces, cuando al final se dan cuenta que no hay ninguna conspiración, la soltaron y regresó a La Libertad […]
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En el año 1941 contrajo matrimonio con don Daniel Ortega Cerda. El matrimonio tuvo cinco hijos. Debido a la inexistencia de un sistema de salud en Nicaragua que atendiera las necesidades de la población, los primeros dos hijitos de Doña Lidia y don Daniel murieron por enfermedad. Bajo la dictadura somocista, el pueblo nicaragüense no tenía acceso a la salud. En ese entonces, solo los sectores pudientes y privilegiados que podían pagar la atención médica, podían curarse.
Al respecto, el Comandante Daniel, expresó:
“A los 4 añitos, [Germania] buscando para los 5 añitos la agarró una de esas enfermedades que hoy combate el Sistema de Salud para que no mueran niños. Y la enfermedad la mató. Enfermedades que se pudieran haber evitado si hubiese habido un Sistema de Salud al servicio de los pobres, al servicio del Pueblo, pero eso no existía. Y falleció la niña.
Luego nació un varón, o sea, mi hermana mayor es Germania, que está allá enterrada a la entrada del Pueblo, ahí está. Y luego nació un varón. Al varón, mi padre siempre inspirado en las novelas “Los Nibelungos”, de los alemanes, donde el héroe era Sigfrido, entonces le puso por nombre Sigfrido al niño.
El niño iba creciendo, iba creciendo, iba creciendo, y a los 3, 4 añitos lo ataca la misma enfermedad, esas enfermedades que mataban centenares, miles de niños, todos los años aquí en Nicaragua, también ataca al niño y, murió. No tuvieron ellos dónde llevar a los niños para buscar cómo salvarles la Vida, no había un Servicio de Salud como el que tenemos ahora, mucho menos habían Médicos buscando casa por casa cómo atender, cómo vacunar a la población para salvar Vidas, para salvar a los Niños. No existía eso”.
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Doña Lidia y don Daniel rechazaban a la dictadura y estaban identificados con las ideas revolucionarias y el sandinismo: fueron un ejemplo para sus hijos. Y ellos siempre contaron con su apoyo en las jornadas revolucionarias y durante la represión somocista.
El 26 de febrero de 1978, doña Lidia recibió la dolorosa noticia de la caída en combate de su hijo menor, el Comandante Camilo Ortega, asesinado por la Guardia Nacional en Los Sabogales, Masaya.
Sin embargo, un año y medio después, con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, vio logrado el sueño por el que lucharon el Comandante Camilo, el Comandante Daniel, junto con los miles de hijos de la Patria que ofrendaron su vida, para ver una Nicaragua Libre.
Su último deseo fue que su casa en Juigalpa, Chontales, se convirtiera en un Centro de Desarrollo Infantil (CDI). Sueño que le cumplió nuestro gobierno, al inaugurar el 17 de julio de 2010 el CDI que lleva su nombre.
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