Barricada

Ofensiva final, preludio para los días de victoria

“Este Fin de Semana celebramos el 44 Aniversario del Inicio de la Ofensiva Final con la Toma de El Naranjo y la Toma de la Colina 155, precisamente en El Naranjo, y la entrada de la Columna Francisco Gutiérrez a la Ciudad de Rivas […] Días de Amanecer aquellos, Días de Amanecer hoy, en estos Nuevos Tiempos del Mundo, cuando Tod@s Junt@s estamos construyendo ese Mundo Nuevo que tanto urgimos: Un Mundo de Respeto; un Mundo sin acciones ilegales, coercitivas, contra los Pueblos, eso que llaman Sanciones que no son sino agresiones, más agresiones contra los Pueblos; un Mundo de Cooperación Solidaria; un Mundo para la Ciencia y el Desarrollo Científico, entre Tod@s y por el Bien de Tod@s. Un Mundo Mejor, y ahí estamos y aquí estamos trabajando por ese Mundo, y en ese Mundo, porque ya llegó. “Aquí nos ilumina, un Sol que no declina!”

Cra. Rosario Murillo, 26 de mayo de 2023

El 27 de mayo de 1979, hace 44 años, combatientes guerrilleros del FSLN iniciaron la ofensiva simultánea en Managua, Masaya, El Rama, Jinotepe, Diriamba y otras localidades del país.

Los guerrilleros del FSLN, integrados en el Frente Sur “Benjamín Zeledón”, atacaron a la Guardia Nacional en las cercanías del Río San Juan y lograron tomarse la Colina 155, en Rivas, donde los compañeros combatieron por 13 días, rechazaron 27 intentos de la Guardia Nacional para desalojarlos.

“El Frente se tomó El Naranjo […] se escuchaba de boca en boca. Y es que una columna guerrillera se ha hecho fuerte en la Colina 155 […] Los guardias están cayendo como cepas de plátano […] Edén avanza hacia Rivas […] La frontera sur ha empezado a arder de verdad […] Ahora sí, el hijueputa de Somoza tiene contados los días []” eran las frases de los pobladores nicaragüenses hastiados de la tiranía de Somoza.

En El Naranjo, la Dirección Nacional ya había llegado a la conclusión de que las fuerzas represivas del régimen somocista estaban colocadas prácticamente a la defensiva.

Esa apreciación fue el resultado de un análisis de la situación de guerra, que se estaba dando a nivel nacional. A ello se agregaba el deterioro cada día mayor del aparato represivo del régimen. La generalización de los combates y de la lucha armada a nivel nacional. La desmoralización de la guardia somocista y de los funcionarios del gobierno. La misma actitud del tirano, cada vez más criminal, en fin, toda una serie de factores nacionales e internacionales que permitieron llegar a la conclusión de que realmente estaban en una situación militar en donde el Frente Sandinista llevaba la ofensiva.

Partiendo de ese hecho, y de que en el país ya se habían reunido una serie de condiciones necesarias para pasar a una acción definitiva fue que se consideró que podía ser lanzada, lo que históricamente ahora se conoce como Ofensiva Final. Se había tomado en cuenta también internamente, que existía, una acumulación de material de guerra lo suficientemente grande y que como consecuencia de la larga lucha del Frente Sandinista se había acumulado también una gran experiencia. Por supuesto, dentro del análisis, se consideró en su justa dimensión, la creciente participación popular en las ciudades, en el campo y en la montaña.

De acuerdo con el plan de la Dirección Nacional, la ofensiva final debía empezar por el norte del país, con la toma de Jinotega y de Matagalpa. Esta ofensiva fue dirigida por el Comandante Germán Pomares. El ataque a Jinotega era realmente el inicio de la Ofensiva Final, que iría pasando gradualmente del Frente Norte al Frente Sur, como segunda etapa, para concluir -en tercer lugar- con una insurrección popular generalizada en todos los centros urbanos en donde el FSLN tenía el control, las estructuras adecuadas y sabía se ciertamente que había disposición para esa insurrección.

Con el ataque del Comandante Pomares a Jinotega, se dio una situación un poco difícil para la organización, ya que vino a convertirse en una variante un poco diferente a lo que se había planificado. Jinotega fue una ciudad que no se pudo sostener, debido a una serie de dificultades que tuvieron que pasar los combatientes. ΕΙ comandante Pomares fue herido de gravedad el 22 de mayo de 1979 y los compañeros de la columna tuvieron que retirarse con él. El legendario Danto moriría dos días más tarde, producto de las heridas recibidas en combate.

Eso dificultó a los combatientes matagalpinos desarrollar la sublevación y estos hechos incidieron para que el plan inicial, se complicó un poco en aquel momento, pero nadie bajó la moral. Los combates que posteriormente se desarrollan en esa zona no tuvieron la magnitud que se requerían, pero, pese a esas complicaciones, el pueblo de Nicaragua estaba decidido a luchar hasta las últimas consecuencias, para derrocar a Somoza.

Esas circunstancias permitieron a la Guardia sacar fuerzas del norte y redirigirlas hacia Managua, intensificando la represión. Sin conocer a fondo lo que estaba ocurriendo en los frentes de guerra, los managuas se preguntaban: “¿Y por qué no se alzó Matagalpa?”. “¿Y qué es lo que realmente ocurrió en Jinotega?”.

A esto debe agregarse que la participación popular en Jinotega fue bastante limitada. La toma no tuvo el apoyo popular que se requería para mantener la ciudad y obligar al enemigo a fijar contingentes y enfrentarse con ellos […]. Los guerrilleros no perdían valor y continuaron la lucha hasta lograr el objetivo.

Un día después del levantamiento de varias ciudades, el 28 de mayo de 1979, la toma de El Naranjo estuvo precedida de dos acontecimientos francamente adversos: la caída del comandante Germán Pomares en Jinotega y el revés sufrido 11 días antes por los combatientes de la Columna “Jacinto Hernández” en Nueva Guinea. No obstante, la confianza en el Frente y en la victoria -pese al dolor que no se ocultaba- trascendía la tristeza y elevaba la moral popular. La liberación se daba como un hecho, y no pocos habían empezado ya a sumar -en cuenta regresiva- los pocos días que le quedaban a la dictadura.

A la misma hora del ataque a El Naranjo el 28 de mayo, se realizó un ataque de distracción en el Río San Juan, por la columna “Ernesto Medrano”.

Ese 28 de mayo de 1979, los guerrilleros del Frente Sur “Benjamín Zeledón” empezaron a rodear el sector de El Naranjo, en la frontera con Costa Rica. Al día siguiente, les tocaría enfrentar al comando que la Guardia Somocista tenía en el sector, pero en esta ocasión no sería el clásico operativo guerrillero de disparar, eliminar y retirarse. Al contrario, la Dirección Nacional del Frente Sandinista (FSLN) había ordenado no solo destruir el comando de esa localidad, sino continuar avanzando con todo el poder de fuego contra las unidades que el dictador Anastasio Somoza Debayle tenía desplegadas en el departamento de Rivas.

Fuerzas sandinistas a las dos de la mañana del día 29, habían logrado estructurar una fuerza militar con combatientes fogueados en diferentes combates. Se puede decir que tenían una fuerza bastante compacta, disciplinada y organizada en condiciones solamente podían darse en la montaña o en una zona fronteriza, con una retaguardia. En la ciudad era muy difícil estructurar una fuerza militar. Ese día,  “Originalmente el plan era llegar hasta el entronque de carretera que hay entre San Juan del Sur, La Virgen, El Naranjo o Mojones”. Llegar hasta ahí dominar las alturas y presentar combate en una zona que topográficamente era favorable para el FSLN. Dominadas esas alturas podían obligar a la guardia a combatir, mientras se desarrollaban las demás operaciones en el resto del país.

Cuadros combatientes bien seleccionados habían ingresado en los poblados vecinos de Rivas, Tola, Belén, Nancimí, La Chocolata y también en San Juan del Sur. Los campesinos los escondían y los protegían.

De tal manera que el ataque a El Naranjo se dio coordinado con el ataque a Rivas. El combate de El Naranjo fue el que tuvo mayores proporciones. Allí la guardia se había atrincherado en un cerro que quedaba cerca del cuartel, esperando una columna de apoyo que les llegó desde Cibalsa o Sapoá.

Por diversas razones, dificultades y problemas la fuerza del FSLN, no pudo llegar hasta la cuesta o a San Juan, sino que llegó hasta un lugar que se llama la Colina Miraflores o Colina 155 […] Hasta ahí llegó el primer grupo, la primera columna.

Esta fuerza se posesionó de la Colina 155, abrieron trincheras, se camuflaron y esperaron la contraofensiva de la guardia. En las primeras horas de la madrugada llegaron dos patrullas de genocidas. Llevaban dos ametralladoras calibre 50.

Después de un poco más de 24 horas, ese combate del Batallón Gaspar García Laviana, estaba bajo el mando del Comandante Edén Pastora. El Batallón estaba compuesto por tres columnas: la “Eduardo Contreras”; la “Iván Montenegro”, y la “Ricardo Talavera”. Fue un combate con una fuerza que se tuvo que enfrentar a la guardia en una guerra convencional, en donde los guerrilleros no tenían el armamento que tenía la guardia. Entonces les tocó resistir realmente momentos difíciles. A esas condiciones de lucha se le agregaron las condiciones del clima que en aquellos días fueron adversas. Llovió una semana continua y eso hizo más dura la lucha.

La decisión de llevar adelante la ofensiva final estaba tomada y siempre se hubiera cumplido.

El operativo era parte de la “Ofensiva Final” contra Somoza Debayle, el tercero de una dinastía que durante cuatro décadas había convertido a Nicaragua en su hacienda personal y a los nicaragüenses en no más que lacayos.

En el momento que cayó El Naranjo el día 29 de mayo, cayó también la célebre Colina 155, tomada por la Columna “Eduardo Contreras”. El día antes, había sido lanzado el ataque contra la GN en Rivas.

Este factor fue determinante para que la batalla iniciada el 29 de mayo se llegase a convertir en la más cruenta de todas las que se libraron para derrocar al último de los Somoza.

Repetimos, en mayo se intensificó la lucha, con los ataques en ciudades y Poblados que traían en jaque constante a la Guardia Nacional. Ataques en San Dionisio, en Masaya. Atacando en Managua, El Rama, Jinotepe, Diriamba y otras muchas localidades. A las 5:00 a.m., combatientes del FSLN emboscaron a varias patrullas militares somocistas a la altura del km. 8, Carretera Norte, en la Ciudad de Managua.

Para continuar avanzando hacia nuevos lugares estratégicos de lucha, el Frente Nororiental “Pablo Ubeda”, en las montañas de Nicaragua pasó a la ofensiva. Más de cien guerrilleros de este Frente, atacan exitosamente los comandos de la Guardia Nacional ubicados en los minerales de Bonanza y Rosita.

Al finalizar mayo, la lucha sandinista había llegado a todo el país, la Guardia Nacional sufre importantes reveses y comienzan a liberarse las primeras ciudades y poblados de Nicaragua por parte del FSLN.

Un paso organizativo importante fue la creación de los Frentes de Guerra: Occidental, Central, Oriental y Sur oriental, que desempeñaron un papel fundamental para la ofensiva final.

El accionar de las distintas columnas guerrilleras en las tomas de poblados y liberación de las ciudades principales permitió al FSLN el mantenimiento de una posición de fuerza. Con el avance de las Fuerzas del FSLN hacia la capital, se conquistó definitivamente el triunfo sobre la Guardia Nacional.

Finalizaba mayo, y comenzaba junio, escribiendo las gloriosas páginas de la Ofensiva Final.

En ese contexto, se dio a conocer el llamado a insurrección de la Dirección Nacional Conjunta del FSLN.

EL LLAMADO A LA INSURRECCIÓN DE: LA DIRECCIÓN NACIONAL CONJUNTA DEL FSLN

A: LOS OBREROS, CAMPESINOS, LOS ESTUDIANTES, LOS EMPLEADOS PÚBLICOS, LOS EMPRESARIOS Y LOS SECTORES ECONÓMICOS DE TODA LA NACIÓN.

Hermanos nicaragüenses:

La hora de la batalla decisiva ha llegado. Los días de operación y muerte de la dictadura están contados. La ofensiva armada impulsada por todos los frentes de guerra del Frente Sandinista de Liberación Nacional sacude todos los rincones del país, como preludio de la insurrección armada de las masas. Ha llegado la hora de finalizar la agonía del régimen somocista con la formidable fuerza combativa de todo el pueblo y crear en nuestro país un régimen de verdadera democracia, haciendo pedazos los restos del régimen que están por desaparecer.

Por este medio, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, ordena a todas sus fuerzas militares, milicianas, a sus organizaciones políticas, a los frentes políticos, paralizar la actividad económica de toda la Nación, pasando cuanto antes a prepararse para el desencadenamiento indetenible de la ofensiva insurreccional en todos los departamentos de Nicaragua. El martes 5 de junio de 1979, el país entero debe pasar a la Huelga Nacional Revolucionaria y al paro empresarial; Asumir esta forma de lucha tan importantísima permitirá profundizar más la grave crisis económica atravesada por el régimen, involucrar masivamente a la lucha y a los grandes contingentes de trabajadores, aumentará el potencial de lucha de nuestro pueblo, reunirá a todos los sectores de la Nación contra su enemigo común y, principalmente, las masas podrán proponerse a cumplir las grandiosas tareas que sea posible el sacudimiento de más de cuarenta años de opresión dictatorial: LA INSURRECCIÓN ARMADA.

¡OBREROS, CAMPESINOS, PUEBLO NICARAGÜENSE· TODOS A LA HUELGA GENERAL REVOLUCIONARIA!

Nicaragua es ya un inmenso campo de batalla. Por todas partes la hoguera revolucionaria se enciende, golpeando con fuerza al régimen y las masas se reúnen como un solo hombre, como un solo brazo, como un solo puño, para alcanzar la victoria sobre sus opresores: La Huelga General Revolucionaria es el preludio de la insurrección armada de las masas, la antesala de las grandes jornadas; desde todos los puntos debemos lanzarnos al combate.

A VENCERO MORIR! A la batalla final, al asalto de la fortaleza enemiga. Que ninguna organización se quede atrás; las organizaciones populares, obreras, juveniles, femeninas y estudiantiles deben estar adelante en la primera fila de combate, al frente de su pueblo en la hora que habrá que decidir su destino.

Adelante, entonces; después de este paso la INSURRECCIÓN y la VICTORIA. Del lado del pueblo está el triunfo, el futuro pleno de libertades y de aspiraciones populares, el sol, la tierra, ambicionados por nuestros antepasados, la victoria de la causa por la que han caído nuestros héroes y mártires sandinistas y populares. La hora final ha sonado, que tiemblen los déspotas, los asesinos, los esbirros, los somocistas, que ha llegado el momento de rendir cuentas frente al pueblo.

¡VIVA LA UNIDAD INDESTRUCTIBLE DEL FRENTE SANDINISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL!

¡VIVA LA HUELGA GENERAL REVOLUCIONARIA! ¡TODOS AL COMBATE REVOLUCIONARIO! ¡¡¡PATRIA LIBRE O MORIR!!!

DIRECCIÓN NACIONAL CONJUNTA FRENTE SANDINISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL

(FSLN)

Fuentes:

http://www.visionsandinista.net/2023/05/20/la-ofensiva-final-para-el-triunfo-de-la-revolucion/

Curso de historia de Nicaragua. Gaceta Sandinista. Unidad V

HISTORIA MILITAR RECIENTE: Ejército de Nicaragua PDF

https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:20707-la-batalla-decisiva-para-el-triunfo-de-la-revolucion

Un pueblo alumbra su historia

Editado por el Departamento de Propaganda y Educación Política Del FSLN. Impreso en el Centro de Publicaciones «Silvio Mayorga». Julio de 1981.

Barricada impresa. Mayo. 1980

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