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Carlos Fonseca Amador: Llama inextinguible de nuestra patria

Escrito por : Freddy Arana 23 de junio de 2025

“Ahí estaba la conciencia [De Carlos], el amor a la patria, el amor a la libertad, el amor al pueblo y el compromiso de luchar hasta alcanzar la libertad y con la libertad la paz para este pueblo. […]. Le decimos a Carlos que aquí hay un pueblo, y hay una juventud que está multiplicada por todos los lados”

Comandante Daniel Ortega

Co-presidente de Nicaragua 08 de Noviembre de 2023

El 23 de Junio de 1936, nació en el barrio El Laborío de la ciudad de Matagalpa, el padre de la Revolución Popular Sandinista, quien más adelante forjaría la ideología del Frente Sandinista.

Desde muy pequeño, a los 9 años comenzó a vender periódicos apoyando a su madre Justina Fonseca; pero esto no hizo que Carlos dejara sus estudios de lado, fue un apasionado amante a la lectura y un niño muy estudioso.

Durante su formación como estudiante, en 1950 creó el Primer Comité Estudiantil del Instituto Nacional del Norte de Matagalpa, momento donde sus habilidades de liderazgo fueron formándose; cuatro años después en 1954, formó parte de una célula de estudiantes marxistas y creó la revista “Segovia”.

Pero, la represión del régimen somocista no tardaría en llegar. En 1956, el año que marcaria el “Principio del fin”, Carlos, con ansias de superarse, se encontraba en su segundo año de formación profesional en la UNAN – León, cuando fue apresado por la guardia nacional al considerarlo sospechoso en las acciones de ajusticiamiento a Anastasio Somoza García por el poeta Rigoberto López Pérez y al encontrarle textos de contenido revolucionario.

Viajó como delegado de Nicaragua a la Unión Soviética, al VI festival mundial de juventud en 1957, gracias a esta experiencia escribió el libro: Un Nicaragüense en Moscú.

La Nicaragua en la que se desarrollaba Carlos, vivía bajo el yugo de la dictadura Somocista, donde el pensamiento antiimperialista y la lucha de Sandino habían sido deliberadamente ocultados y prohibidos por el somocismo, pero Carlos tenía la firme convicción de que «solamente con el fuego guerrillero podremos romper las cadenas de esclavos».

En 1961, integró el grupo de fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional, el cual se fue forjando en un proceso de maduración complejo, con las experiencias de Raití y Bocay (1963), Pancasán (1967). Dos años más tarde, elaboró el Programa Histórico del FSLN (1969).

El 8 de noviembre de 1976 el comandante Carlos Fonseca Amador cayó en combate en Boca de Piedra, Zinica, departamento de Zelaya.

Carlos Fonseca fue evolucionando su pensamiento político a lo largo de los años, desde muy joven comenzó a compartir “Somos los descendientes de Sandino, los que estábamos muy niños o no habíamos nacido cuando vilmente lo asesinaron. Ahora hemos crecido y ya somos hombres. Luchemos como él luchó, sinceramente, sin escatimar sacrificios, para que su sueño en una Patria Libre y en un pueblo feliz se haga realidad”. Lucha por la transformación de Nicaragua, C.F.A. (1960).

“El revolucionario tiene espíritu contemple de acero, y no se amilana ante los fracasos que se producen en el transcurso de la lucha, y particularmente en la etapa inicial […]. Se vuelve urgentísimo que el movimiento revolucionario esté preparado para enfrentarse a las celadas que inevitablemente llevarán a cabo los representantes de la clase capitalista que todavía influyen en ciertos sectores del pueblo”. Mensaje del FSLN a los estudiantes revolucionarios. C.F.A. (1968).

«En el escenario en que le corresponde luchar en los años actuales al Frente Sandinista, está la posibilidad del acceso a la rica experiencia práctica y teórica que se desprende del combate de los pueblos contra el imperialismo y el capitalismo. Emerge cada día con más fuerza el Frente Sandinista como la primera fuerza política popular y proletaria de Nicaragua». Notas sobre la Montaña, C.F.A (1976).

Carlos Fonseca, a través de esa evolución fue el forjador de la ideología de la revolución popular, su compromiso inquebrantable con el pueblo nicaragüense, el obrero, el campesino, sus convicciones y su voluntad lo llevaron a la acción.

El Comandante Carlos Fonseca no solo fue un ideólogo, sino también un hombre de valores y principios que conectó con los sentimientos del pueblo. Su pensamiento y sacrificio sentaron nuestras bases revolucionarias, que hoy las representa el FSLN en la búsqueda de la dignidad, la justicia y la autodeterminación de nuestro pueblo, dejando una huella imborrable en nuestras memorias.

Para la Juventud de todos los tiempos, Carlos no es solo el padre de nuestra Patria Rojinegra, es la llama que sigue encendiendo nuestro compromiso con nuestra Revolución, sus ideales son la base de nuestra revolución que cada día progresa con la dirigencia de nuestros copresidentes, Comandante Daniel Ortega y Compañera Rosario Murillo, quienes asumiendo el compromiso de paz y prosperidad para nuestra Nicaragua, también nos enseñan que la dignidad no se mendiga, se conquista y que el estudio y la conciencia revolucionaria son la guía de nuestro provenir victorioso.

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