Siempre supo que todo era posible con el Pueblo. Su energía cósmica se transportó para nutrirse de las experiencias libertarias de Martí, Bolívar y Sandino, las que transmitió a su Pueblo mediante una sola idea: ¡Unir para Vencer!
Y así lo hizo, convenció a todas las organizaciones de que la clave estaba en el Movimiento 26 de Julio. La guerra la asumió el Ejército Rebelde con sus columnas dirigidas por valerosos líderes guerrilleros. Después del triunfo de la Revolución, fundó un partido político comunista, marxista y martiano como fuerza unitaria y disolvió las viejas estructuras de la dictadura. Con el Pueblo, creó las Fuerzas Armadas y una Policía Revolucionaria hijas del Ejército Rebelde.
La defensa del país, su seguridad y orden interior quedó en manos del Pueblo cubano. Con esta fuerza unida, nacida de los lugares más humildes, el país quedó preparado para defender la Paz; con esta fuerza unida, el Pueblo cubano derrotó al imperialismo y sus infiltraciones mercenarias.
Para Fidel, saber era el camino de crecer. Por esto, en Cuba se abrieron todas las oportunidades a la inteligencia. De esta manera, con el triunfo de la Revolución se multiplicaron las escuelas, politécnicos, academias militares, escuelas de artes, deportes y universidades.
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La educación no solo contribuyó a desarrollar las capacidades del país, sino que mostró a los cubanos el camino del pensar para que nadie los pudieran engañar, manipular y dividir. Con la educación se impulsó la ciencia, con lo cual crecieron los centros de investigación, siendo protagonistas los hijos y nietos de la generación del 59.
Luchar y combatir el arma de guerra llamado “bloqueo económico y financiero” impuesto por el gobierno de EE.UU. por más de 60 años no sería posible sin la capacidad, inteligencia, disciplina consciente y entrega adquirida por el Pueblo.
“Frente al imperio más poderoso que ha existido en la humanidad, aquí a 90 millas de esa potencia, Cuba está cometiendo y continuará cometiendo, no lo dude nadie, el pecado de existir…” (Comandante Fidel Castro)
A nivel internacional, Fidel fue capaz de elevar al grado más alto el significado de la esencia del SER: Humanismo, Altruismo, Solidaridad y Cooperación Genuina del Pueblo de Cuba con los países del mundo. Por medio brigadas médicas y de alfabetización, misiones en África Central, Angola, Argelia, atención a niños afectados por el accidente nuclear en Chernóbil… esa, simplemente esa fue la forma de demostrar que “ser internacionalista es saldar su deuda con la humanidad”.
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Su conexión con la naturaleza fue visionaria y profética. En diciembre del año 1977, Fidel declaró: “Los problemas que tendrá el mundo del futuro: alimentación, crecimiento descontrolado de la población, contaminación, problemas energéticos, escasez de recursos naturales, los problemas del desarrollo. Creemos que, sin un verdadero clima de Paz en el mundo, esos problemas ni siquiera empezarían a resolverse”.
Los organismos internacionales fueron los escenarios para defender a su Pueblo y exponer la máscara opresora de “buen vecino” que todavía porta del gobierno de EE.UU. Año tras año, en la Organización de las Naciones Unidas se exponen y condenan las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el enemigo de la humanidad, siendo esta la forma que el gobierno de EE.UU. queda expuesto como el mayor violador de DD.HH. en el mundo.
Por esto y mucho más, a Fidel lo quisieron desaparecer físicamente de este plano terrenal, en más de 100 ocasiones lo quisieron asesinar. No hay duda que sus guías, nuestros libertadores, lo protegieron revelando que todavía su misión no había terminado.
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Fidel es un SER astral, es energía cósmica de visión universal que nos envuelve y nos llena de sabiduría y esperanza para seguir luchando por las causas justas en este turbulento mundo con evidente desino multipolar.