Durante la conmemoración de las Fiestas Patrias, el compañero Luis Morales Alonso destacó que septiembre representa no solo la independencia de Nicaragua y Centroamérica, sino también la heroica batalla de San Jacinto, símbolo de soberanía y dignidad nacional.
Morales recordó que las luchas por la independencia en Latinoamérica, iniciadas en Venezuela en 1809 y en México en 1810, sirvieron de ejemplo para los pueblos centroamericanos. Subrayó la figura del presbítero Tomás Ruiz, originario de Chinandega, quien lideró en 1813 la rebelión conocida como la Conjura de Belén en Guatemala, siendo uno de los primeros nicaragüenses en alzarse contra la dominación colonial.
Asimismo, resaltó la resistencia del pueblo nicaragüense frente al filibustero William Walker en 1855, con la histórica batalla de San Jacinto. En esa gesta, apenas 160 combatientes nicaragüenses, entre ellos 60 indios flecheros de Matagalpa, derrotaron a 300 mercenarios mejor armados. “Ese triunfo nos recuerda que la soberanía se defiende con dignidad, con piedras, flechas o fusiles, pero siempre con amor a la patria”, afirmó Morales.
El compañero también enfatizó que la independencia debe entenderse hoy como la defensa de los logros alcanzados en educación, salud, infraestructura y proyectos sociales. “Lo que defendemos es la prosperidad de Nicaragua, el desarrollo de nuestros pueblos, la esperanza de las nuevas generaciones. Esa es nuestra segunda independencia, la que conquistamos con la Revolución Popular Sandinista”, señaló.
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Finalmente, Morales resaltó que la paz es el mayor legado que Nicaragua debe resguardar en este mes patrio. Citó a héroes nacionales como Benjamín Zeledón y Augusto C. Sandino, quienes entregaron su vida por el país y dejaron un ejemplo de amor inquebrantable a la patria. “Todos somos San Jacinto, todos defendemos a Nicaragua. La revolución es un acto de amor y la independencia es garantizar el futuro con dignidad, soberanía y esperanza”, concluyó.
