Barricada

A 96 años del natalicio del cura guerrillero Camilo Torres Restrepo, pionero de la Teología de la Liberación

Vino al mundo con el destino de amar a su pueblo más que a sí mismo.  Así lo anunció una mujer que tenía el don de la adivinación a su madre, Isabel Restrepo de Torres, a quien le dijo que el niño que estaba pronto a nacer sería una figura grande en la religión o en la política.  Este niño, hijo del prestigioso pediatra Calixto Torres Umaña y de doña Isabel, nació el 3 de febrero de 1929 en el antiguo barrio de La Candelaria, en Bogotá, Colombia.  Sus primeros dos años de vida vivió con sus padres en un apartamento anexo al conocido Hotel Ritz, que era propiedad de su familia. En 1931 su padre asumió la representación de Colombia en la Liga de las Naciones, y la familia se trasladó a Ginebra, Suiza.  En 1934 regresaron a Bogotá.  En 1937 se divorciaron sus padres quedando Camilo y su hermano Fernando, bajo la tutela de su madre.

En busca de la vocación sacerdotal

Cursó el bachillerato en el Liceo Cervantes y en 1947 ingresó a la Universidad Nacional en la carrera de derecho, la que no continuó cuando con el estímulo de promotores vocacionales dominicos decidió, contra la oposición de sus padres, hacerse parte de la comunidad de Santo Tomás, situado en la Sierras del Chicó. Ingresó al Seminario Conciliar de Bogotá y tomó la sotana en septiembre de 1947. Durante siete años se formó para la vida sacerdotal ordenándose como sacerdote el 19 de agosto de 1954, oficiando su primera misa al día siguiente en la capilla del Liceo Cervantes, iniciando dieciocho años de misión sacerdotal.

El encuentro de la vocación social

En el Seminario se estudiaban teología, hermenéutica, liturgias y doctrina de la iglesia católica, filosofía, entre otros temas, pero se prohibían lecturas que cuestionaran la injusticia social y menos que versaran sobre la lucha de clases o critica al capital.  Esto no impidió que Camilo Torres, se interesara por comprender las causas de la pobreza en su país, y con su compañero Gustavo Pérez, formaron círculos de estudio sobre la realidad social, lo que lo llevó a emprender acciones de concientización y acción transformadora entre los habitantes de las lomas cercanas al seminario.  Esta interacción enriqueció su formación integral y la convicción que un verdadero Evangelio tiene que ser comprometido con los más desfavorecidos, idea que años más tarde fue desarrollada por una corriente teológica nueva: la Teología de la Liberación, que plantea que Dios también se revela en los pobres y que la pobreza es producto de los pecados sociales de los adoradores del dios de los imperios (Baal) y el dios del capitalismo (Mammon).  Los mismos adoradores del mal que intentan despojar de humanidad a los pueblos imponiendo su poder imperial con su visión occidental, como si fuera la única, negando las diversidades de los pueblos y de las personas.

Formación académica para estudiar y transformar

Un mes después de su ordenación sacerdotal viajó a Lovaina, Bélgica, para emprender estudios de Sociología. Aprendiendo teorías y recibiendo las influencias de los movimientos sociales, lo que lo llevó irremediablemente a la militancia social liberadora.  En 1958 presentó su tesis de graduación “Una aproximación estadística a la realidad socioeconómica de Bogotá”.  En la elaboración de la tesis contó con la dirección del profesor Yves Urbain.  Regresó a Colombia en enero de 1959, integrándose como capellán auxiliar de la Universidad Nacional en la que junto a Orlando Fals Borda, funda el Departamento de Sociología, haciendo docencia en las áreas de Sociología urbana y Trabajo social.   En 1965 se preparaba, presionado por la curia católica, para regresar a Lovaina para hacer el doctorado en Sociología, pero no hizo este viaje al decidir emprender otro camino: el de la lucha armada.

La vía armada para la toma del poder

En el primer Congreso Nacional de Sociología realizado en 1963, el sacerdote y sociólogo Camilo Torres, presentó un ensayo sobre el papel de la violencia en los campos socioculturales en las áreas rurales, en el que planteó que la violencia era un factor importante para lograr cambios sociales, que los militantes revolucionarios luchaban por una nueva sociedad y que los cristianos que también aspiraban a una nueva humanidad, tenían el deber de sumarse a estas luchas.   En el mes de mayo tuvo el lugar el bombardeo a la República Independiente de Marquetalia, y Camilo Torres, junto a los sacerdotes Gustavo Pérez y Germán Guzmán Campos, y el antropólogo Orlando Fals Borda, y otras personas intentaro emprender una misión independiente para lograr la paz. El Cardenal Concha, que adversaba las posturas y acciones del padre Camilo Torres, prohibió la participación de los sacerdotes mencionados.  Sin embargo, los hechos de Marquetalia impulsaron al padre Camilo a nuevas acciones. En septiembre de 1964, participó en un congreso de Teología Pastoral, donde propuso que el cambio social no era un asunto de mera caridad cristiana, sino de un cambio total de las estructuras de poder.

     La República de Marquetalia, fue un experimento de poder local revolucionario.  Se llamó así a un territorio del corregimiento de Gaitania, municipio de Planadas en el departamento de Tolima.  Ahí vivía una comunidad de campesinos con el liderazgo de Pedro Antonio Marín Marín, conocido por su seudónimo de Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, y Luis Alberto Morantes Jaimes (Jacobo Arenas), fundadores y comandantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC – EP).    Las FARC estuvieron alzadas en armas hasta el 2016, que suscribieron los acuerdos de paz con el gobierno colombiano.  Camilo Torres, vivió intensamente la Operación Marquetalia, y eso confirmó su opción por la lucha armada para transformar las estructuras de poder en su país.

De la sotana al uniforme guerrillero

Fue contactado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) el 27 de junio de 1965, decidió dejar el sacerdocio. El ELN había sido recientemente fundado en 1964, al igual que otras organizaciones revolucionarias en distintos países latinoamericanos.  Cabe aclarar que esta organización ya no es la misma.

El cardenal Luis Concha Córdoba, ultraconservador y aliado de la oligarquía colombiana, había desatado una feroz persecución contra el cura Camilo Torres, y es a él a quien Camilo le solicitó su reducción al estado laical porque pensaba que de esa forma podría servir mejor a la iglesia y al pueblo colombiano.  Ese mismo año, en una entrevista dio a conocer su pensamiento de cristianismo comprometido: “Al analizar la sociedad colombiana me he dado cuenta de la necesidad de una revolución para poder dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo y realizar el bienestar de las mayorías de nuestro pueblo. Estimo que la lucha revolucionaria es una lucha cristiana y sacerdotal”. 

En julio del mismo año se reunió con padre Gustavo Gutiérrez, en la ciudad de Lima. El padre Gutiérrez, le dijo en esa ocasión que si se incorporaba a la lucha armada lo mejor que podía pasarle era que lo mataran con la primera bala, en el primer combate.   El padre Gustavo Gutiérrez, es reconocido como uno de los padres de la Teología de la Liberación, y recién   falleció en Lima, en el 2024. En su libro “Teología de la Liberación” (1972), plantea que esta es una reflexión teológica que nace de la experiencia compartida por la abolición de la injusticia y la construcción de una sociedad distinta, más libre y más humana. Principios compartidos por el pedagogo brasileño Paulo Freire, ideólogo de la Pedagogía del Oprimido y la educación popular liberadora. Asumió Camilo Torres Restrepo, la dimensión combativa de la opción por los pobres y marcha a la lucha, consciente de que, como Cristo, tendría que sacrificar su vida. 

El intenso trabajo en la ciudad

Camilo había impulsado el Frente Unido de Movimientos Populares, y se le orientó que continuara trabajando en la ciudad haciendo agitación política, y cuando fuera necesario se sumaría a los combatientes en la montaña.  Se le pidió trabajar en un periódico y atraer a políticos de todos los sectores.  Se dedicó con abnegación a las tareas encomendadas en el Frente Unido y logró publicar el semanario del movimiento con bastante éxito, solo la primera edición fue de 45,000 y se agotó rápidamente.  Tal era la aceptación de la población del ideario de Camilo Torres, basado en la participación plural en la construcción de una nueva sociedad basada en el amor al prójimo.

Donde cayó Camilo nació una Cruz, no de madera, sino de Luz

Ante los evidentes indicios de que se preparaba su asesinato, se ordenó a Camilo Torres dejara su trabajo en la ciudad y se uniera a la guerrilla en el monte.  A escasos tres meses de su llegada, el 15 de febrero de 1966, en el combate de Patio Cemento, Santander, se cumplió la profecía del padre Gutiérrez, Camilo Torres cayó en su primer combate.  Desde entonces junto al Che Guevara, Salvador Allende, Augusto C. Sandino, recorre Latinoamérica llamando a la lucha emancipatoria junto a los oprimidos, obreros, campesinos, indígenas, mujeres.  “Y la Vida Vencerá!”

Fuentes:

Gutiérrez, Gustavo. (1972). Teología de la Liberación. Perspectivas. Ediciones Sígueme, Salamanca.

https://es.scribd.com/document/460875012/Carta-al-Cardenal-Luis-Concha-pdf

De Camino, Vida. Biografía Política de Camilo Torres. https://www.marxists.org/espanol/camilo/biografia.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_de_Marquetalia

https://www.bbc.com/mundo/articles/cw001pxv1jeo

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