Hoy conmemoramos el 44 Aniversario de la Liberación del municipio de Rivas por parte de la Columna Guerrillera “Francisco Gutiérrez”, al mando del Comandante Álvaro Diroy Méndez “Ezequiel” y el 44 Aniversario de la Toma de El Naranjo, en el municipio de San Juan del Sur, por la Columna Guerrillera del Frente Sur “Benjamín Zeledón”. El Equipo de Barricada les trae una breve reseña de estos hechos históricos, que se desarrollaron en el marco de la Ofensiva Final.
La toma de El Naranjo, estuvo precedida de dos acontecimientos adversos: la caída del comandante Germán Pomares en Jinotega y el revés sufrido días antes por los combatientes de la Columna guerrillera “Jacinto Hernández” de Nueva Guinea. No obstante, la confianza en el Frente y en la victoria -pese al dolor que no se ocultaba- trascendía la tristeza y elevaba la moral popular. La liberación se daba como un hecho, y no pocos habían empezado ya a sumar -en cuenta regresiva- los pocos días que le quedaban a la dictadura.
El Naranjo, y su emblemática Colina 155, era un punto estratégico tanto para las fuerzas del régimen como para la Guerrilla Sandinista. Quien conquistara ese pequeño territorio podría tener el control de la costa, del aire y la tierra circundante.
Este factor fue determinante para que la batalla iniciada el 29 de mayo se llegase a convertir en la más difíciles de todas las que se libraron para derrocar al último de los Somoza.
El jefe del Frente Sur era el comandante Edén Pastora, un hombre que hacia menos de un año había dirigido la toma del Palacio Nacional, considerado el operativo más espectacular perpetrado por el FSLN contra la dictadura.
Desde el 29 de mayo al 2 de junio, los combates se desarrollaron sin una sola gota de agua. No obstante, el 3 de junio se desató una tormenta que terminó convirtiendo el Río Naranjo en un enemigo más para los combatientes del Frente Sur, a tal punto que algunos perecieron arrastrados por las fuertes corrientes.
Los guerrilleros no podían retroceder, pero la Guardia tampoco se atrevía a avanzar.
“Estaban peleando con al agua hasta el cuello en los pozos tiradores. Si levantaban la cabeza los mataban y si se agachaban se ahogaban. Así eran los combates día y noche”.
A pocos kilómetros de El Naranjo, en la Colina 155, los combates no eran menos encarnizados.
“Ahí empataron a la Guardia Nacional. Se dieron combates tan duros que les caían los aviones en el día, los helicópteros, las cañoneras que estaban en el mar y la infantería que venía subiendo la colina”.
Originalmente el plan era llegar hasta el entronque de carretera que hay entre San Juan del Sur, La Virgen, El Naranjo o Mojones. Llegar hasta ahí dominar las alturas y presentar combate en una zona que topográficamente era favorable para los guerrilleros. Dominadas esas alturas, obligarían a la guardia a combatir, mientras se desarrollaban las demás operaciones en el resto del país.
“El ataque a Rivas, también fue una fuerza organizada en el Frente Sur que había infiltrado gente en la ciudad y que atacó precisamente el mismo día”.
La infiltración se venía haciendo desde varios meses antes. Cuadros combatientes bien seleccionados habían ingresado en los poblados vecinos de Rivas, Tola, Belén, Nancimí, La Chocolata y también en San Juan del Sur. Los campesinos los escondían y los protegían. El 25 de mayo de 1979, se metió una fuerza de 40 hombres al mando del compañero “Ezequiel”. Estos compañeros cruzaron en una noche hasta San Juan y un día después estaban en las cercanías de Rivas.
“De tal manera que el ataque a El Naranjo se dio coordinado con el ataque a Rivas. El combate de El Naranjo fue el que tuvo mayores proporciones. Allí la guardia se había atrincherado en un cerro que queda cerca del cuartel, esperando una columna de apoyo que les llegó desde Cibalsa o Sapoá.
Por diversas razones, dificultades y problemas la fuerza de vanguardia del FSLN, no pudo llegar hasta la cuesta o a San Juan, sino que llegó hasta un lugar que se llama la Colina Miraflores o Colina 155 […] Hasta ahí llegó el primer grupo, la primera columna.
Esta fuerza se posesionó de la Colina 155, abrieron trincheras, se camuflaron y esperaron la contraofensiva de la guardia. En las primeras horas de la madrugada llegaron dos patrullas de genocidas. Llevaban dos ametralladoras calibre 50.
La toma de El Naranjo tuvo como importancia fundamental que esa acción permitió la movilización que se tenía que dar en cualquier momento, para que la ofensiva final se diera de manera coordinada”.
Esta fuerza del Frente Sandinista, se tuvo que enfrentar a la guardia en una guerra convencional, en donde no tenían el armamento que tenía la guardia. Entonces les tocó resistir en condiciones difíciles militares y a eso se puede agregarse que por aquellos días se dio un temporal. Llovió una semana continua y eso hizo más dura la lucha.
La importancia está determinada también porque cumplió con el aporte que era necesario en ese momento. Esto no quiere decir que las fuerzas del resto del país no hubieran entrado si ellos no hubiéramos resistido. La decisión de llevar adelante la Ofensiva Final estaba tomada y siempre se hubiera cumplido.
El día de ayer, domingo 28 de mayo del 2023, el pueblo de Rivas, conmemoró la gesta con diversas actividades políticas y culturales, el 44 aniversario de la toma de la Colina 155.
Entrevistado por el medio del poder ciudadano El 19 Digital, el compañero Francisco Cuendi, quien en ese entonces tenía 18 años, compartió su testimonio. Él era parte de una de las columnas guerrilleras que expulsó a los esbirros somocistas de las comunidades El Naranjo y Los Mojones. Recordando esos días, expresó: “Aquí estuvimos en la primera línea de fuego durante los 11 días que estuvimos luchando contra las tropas élites de Somoza que intentó quitarnos nuestras posiciones, pero no pudieron y los expulsamos […] En la primera línea de fuego en cada columna éramos 30, el Frente Sur estaba integrado por 400 compañeros, pero cuando entramos por Peñas Blanca éramos más de 1000 y cuando entramos a Rivas éramos más de 2000 mil hombres y mujeres”, agregó Francisco.
Haciendo memoria del día de la Toma a la Colina 155, mencionó que lucharon jóvenes entre los 15 y 19 años, se hizo una exploración y eso permitió que la operación fuese un éxito.
Las palabras del compañero Alejandro Vado, Secretario Político de Rivas, publicadas el día de ayer en El 19 Digital, permiten comprender por qué afirmó la Colina 155 es un sitio emblemático de la lucha revolucionaria.
“Con la toma de este lugar el 28 de mayo de 1979 por más de 400 guerrilleros que logran tomar estas posiciones. La Colina 155, la Colina Miraflores, la Colina 150, fueron tres posiciones que logró mantener el Frente Sandinista en 11 días de combate hasta tomarnos El Naranjo y expulsar definitivamente a las tropas de la Guardia Nacional. Al darse esta toma, todos los frentes guerrilleros a nivel nacional iniciaron estas acciones en Estelí, León, Managua, Matagalpa y Boaco”, dijo Vado.
Esta resistencia heroica en la Colina 155 permitió que la Guardia Nacional se mantuviera replegada en la zona sur del país y eso consintió a los frentes guerrilleros avanzar en las otras regiones.
“Desde aquí se resistió la artillería de barcos de guerra que mandó Somoza, pero no lograron en ningún momento desalojar a las columnas guerrilleras y eso permitió que a Rivas ingrese la columna Francisco Gutiérrez dirigida por el comandante Ezequiel”, finalizó.
44 Años después, recordamos a todos los Héroes que entregaron sus vidas en la liberación de Nicaragua de la dictadura somocista.
Fuentes:
http://www.visionsandinista.net/2023/05/20/la-ofensiva-final-para-el-triunfo-de-la-revolucion/
Curso de historia de Nicaragua. Gaceta Sandinista. Unidad V
Barricada Impresa. Mayo.1980