El sábado 12 de mayo de 1979, hace 44 años, en Xiloá se produjo una espantosa matanza, cometida por la dictadura somocista: fueron asesinadas once personas, entre ellas 8 adultos y 3 niños.
Ese día, cuatro casas de seguridad del FSLN fueron descubiertas. La primera, habitada por el ingeniero Alfonso González, en el camino a San Isidro, de los Bosques de Xiloá; la segunda, situada en un lugar conocido como “Los Loyes”, a un kilómetro de la primera; la tercera, donde vivía el compañero Miguel A. Maltez, en Colonial Los Robles y la última, perteneciente al ingeniero Francisco Figueroa, en el kilómetro 13 y medio de la carretera Sur. Dichas casas estaban asignadas para labores de comunicación, fabricación de explosivos, centro de operaciones y hospital clandestino.
En un operativo combinado, agentes de la Oficina de Seguridad de la Dictadura (OSN) y fuerzas especiales conocidas como BECAT, cayeron simultáneamente sobre estas casas de colaboradores del FSLN ubicadas en el Residencial Bosques de Xiloá, situado en la laguna del mismo nombre, cerca de Ciudad Sandino (antes Open Tres).
En Bosques de Xiloá también catearon otras 15 casas, entre ellas la de los colaboradores Sergio Lacayo y Lucrecia Puente; y en Los Loyes los guardias cayeron en una casa montada como taller de comunicaciones y fabricación de explosivos, al que daba cobertura Ricardo Orúe.
La masacre se produjo principalmente en la casa del matrimonio de Alfonso González y Carmen Chamorro, en la entrada al reparto y en una casa en el cercano reparto Los Loyes. En la casa del ingeniero González operaba el hospital clandestino.
¿Cómo ocurrió?
El operativo combinado de la Guardia Nacional (GN) sobre los dos repartos se realizó aproximadamente a las dos de la tarde de ese sábado. Las familias habían realizado actividades normales durante la mañana.
La esposa de Alfonso había salido con Lucrecia Puente a hacer compras en Managua. A esa misma hora, Carmen Chamorro pasó por el despacho de Sergio Lacayo y llamó a Alfonso en el preciso momento en que estaba llegando la Guardia.
Alfonso todavía alcanzó a decirle: “La guardia está entrando…” y luego no pudo seguir hablando.
Carmen volvió a marcar y una voz desconocida tomó el teléfono simulando ser Alfonso. Luego se cortó la comunicación.
Los guardias dispararon hacia donde se encontraban jugando tres niños: un hijo y un sobrino de Alfonso; y el hijo del jardinero que hacía trabajos en las casas del sector.
De inmediato cayó muerto Juan Bosco González Chamorro de 11 años, mientras Constantino Chamorro Mejía, de 11 años, y Francisco, de 12 años. Se escondían debajo de una cama hasta donde fueron perseguidos y ametrallados sin piedad.
La Guardia capturó a Alfonso, lo sentaron en una silla del comedor y comenzó el interrogatorio de la OSN. Cuando Vilma Mejía, madre de Constantino, llegó a su casa, pudo ver desde la ventana el despliegue de la GN y distinguió el cuerpecito de Juan Bosco tendido en un charco de sangre sobre la grama del jardín, mientras escuchaba que Alfonso decía: “¡No sé nada, no sé nada!”
Pudo escuchar también que un oficial le decía que habían matado a los niños, causando a Alfonso un inmenso dolor antes de su muerte.
Después solo escuchó disparos. También asesinaron a Sandra Delgado Roque, trabajadora doméstica de 17 años, quien tenía poco tiempo de laborar en la casa. Ella era hija de Ramiro Delgado y Adela Roque, del barrio indígena de Sutiaba, León.
Brutalidad y bestialidad total
En “Los Loyes”, que era un conjunto de tres casitas, estaba la fabricación de explosivos, allí cayeron asesinados: Bayardo Martínez, Ricardo Orúe y una compañera identificada con el seudónimo de Sandra.
En Colonial Los Robles la guardia capturó mapas y armamento, y en la casa del ingeniero Figueroa, cayó otra parte importante de aparatos de radio.
Los asesinatos en Los Loyes
A las casas de Los Loyes la GN llegó disparando. No hubo ningún combate. Ricardo Orúe gritó su nombre, el que pudieron escuchar algunos vecinos. También fueron ametrallados los otros miembros de la célula: Bertilda Morales, Francisco Jarquín y Miguel Gutiérrez, quien había sido sargento de la Guardia, en donde laboró como radista, hasta que desertó para incorporarse a la lucha.
Según el comunicado del FSLN, Gutiérrez estaba asignado al cuerpo de transmisiones de la GN con asiento en Simitel, Las Nubes y gracias a él se había realizado un boicot a las comunicaciones de la GN, destruyendo esa planta. Bertilda era una chavala de Matiguás, pariente del jefe guerrillero Rolando Orozco (conocido como “El Manchado”, caído en los combates de Jinotepe, en julio de 1979) quien la reclutó y pasó a formar parte de esta célula.
En la casa de Los Loyes se fabricaban minas antipersonales. La Guardia encontró un equipo de comunicaciones que dos días antes había sido “recuperado” en la empresa RACON, ubicada en Bello Horizonte, cuyo representante Arturo Henrique hizo posteriormente el reconocimiento.
La Oficina de Leyes y Relaciones Públicas de la GN emitió un comunicado afirmando que las patrullas de la guardia fueron recibidas a balazos por los habitantes de las viviendas, pero las evidencias presentadas posteriormente desmintieron la afirmación, comprobándose que en todos los casos se trataron de fríos asesinatos operados sobre personas ya capturadas.
Casi al mismo tiempo, se acercó al reparto el ingeniero Omar Hassan a bordo de su vehículo Honda Civic color café mate, quien viajaba con Cristhian Pérez Leiva.
Al ver el reparto anegado de guardias trataron de desviarse, pero fueron interceptados y obligados a salir de automóvil. Los pusieron contra el cerco con las manos en el alambre y las piernas abiertas mientras los registraban.
Uno de los agentes de la OSN le dio un brutal golpe con un tubo de aluminio en la espalda del ingeniero Hassan, quien protestó por la agresión. A empujones los metieron dentro del vehículo y ahí los ametrallaron.
En la casa de Sergio Lacayo y Lucrecia Puente se encontraban sus dos hijas, Lara y Mónica, junto a la doméstica María del Socorro Pérez Sánchez, de 17 años.
Al darse cuenta que la GN estaba allanando las casas, el matrimonio pidió ayuda a Danilo Green Bonilla, un cuñado de Sergio que tenía vínculos con la GN.
Green personalmente se comunicó con el coronel Nicolás Valle Salinas quien autorizó a que fueran a retirar a las niñas, salvándoles de la muerte.
En la casa de Sergio se encontraba material hospitalario que recientemente había sido “recuperado” en el Hospital Bautista por una escuadra del FSLN dirigida por Walter Mendoza, con la cual el matrimonio colaboraba.
María del Socorro fue llevada a un lugar conocido como Santa Margarita en donde fue sometida a torturas.
Ahí ella miró a tres jóvenes que habían sido detenidos a quienes mataron ahí mismo, diciéndole que lo mismo harían con ella.
Luego la llevaron a la Loma de Tiscapa donde siguieron torturándola y finalmente a la Central de Policía donde la soltaron 2 días después. Perdió la vista por un tiempo, como resultado de las torturas.
María del Socorro cree que no la mataron, porque Danilo Green había visto que estaba viva cuando fue a retirar a las niñas Lacayo Puente.
De lo ocurrido en Los Loyes no se sabe nada, pues nadie quedó vivo. En cuanto a la casa de Alfonso González, lo único que se sabe es que antes de ser asesinado llamó por teléfono a su esposa, diciéndole que las casas estaban siendo cateadas por la guardia. Uno de los guardias debió arrebatar el teléfono pues doña Carmen Chamorro de González (quien luego se asiló en la Embajada de México) oyó que otra voz le decía: “Ajá amorcito”.
Ese mismo día Sergio Lacayo, Lucrecia Puente, Carmen Chamorro y otros familiares se asilaron en la embajada de México, junto con sus hijos.
El informe forense
Según el informe forense, Omar Hassan Morales, tenía un gran hematoma (producto del tubazo) y además presentaba cuatro balazos: dos en ambos hombros, uno en el costado izquierdo y otro en la parte trasera de la cabeza sin orificio de salida. O sea que fue ejecutado.
Christian Pérez Leiva tenía un balazo en el costado izquierdo con tatuaje de pólvora, que demuestra que fue un disparo a corta distancia. También tenía balazos en ambos hombros y en el abdomen, golpes en la frente y escoriaciones profundas en los brazos.
Alfonso González presentaba una herida profunda en el cuello, provocada por arma de fuego, otra herida en la cara con quemaduras de pólvora, señal de disparo a quemarropa y un balazo en el pecho.
Juan Bosco González Chamorro, de 11 años tenía un balazo en uno de los hombros, otro en la mano y uno en la cabeza que le destrozó la cara.
Constantino Chamorro Mejía, de 11 años, un balazo que le fragmentó el cráneo.
Ricardo Orúe heridas de bala en diferentes partes del cuerpo
El cuerpo de Sandra Delgado Roque, de 17 años, estaba en la morgue del Hospital Oriental (hoy Manolo Morales) y estaba completamente desnudo. Tenía balazos en la cabeza y una profunda herida de arma blanca en el pecho que se presume era de bayoneta. Fue enterrada en León bajo fuerte vigilancia policial.
De los otros muchachos capturados y asesinados en Santa Margarita no se supo nada. Hay quienes afirman fueron lanzados en un barranco de la Laguna de Xiloá.
Los once asesinados
- Omar Hassan, 33 años
- Cristhian Pérez Leiva, 31 años
- Alfonso González Pasos, 44 años
- Constantino Chamorro Mejía, 11 años
- Juan Bosco González Chamorro, 11 años
- Francisco, conocido como Chico, 12 años, hijo del jardinero.
- Sandra Delgado Roque, 17 años.
- Ricardo Orúe Navarro, 31 años
- Miguel Gutiérrez
- Francisco Jarquín, militante encargado como chofer en Los Loyes
- Bayardo Martínez
Valentía, coraje y dignidad revolucionaria
Los otros dos compañeros que perecieron en esa oportunidad fueron capturados vivos a la entrada del reparto. Según relatos de testigos, Omar Hassan y Christian Pérez Leiva llegaron en un Onda Civic café. De allí fueron bajados violentamente por los esbirros, que ya habían caído como chacales en los Bosques.
Después de sacarlos del carro los pusieron de espalda con las manos sobre los alambres de púas que rodean el sector residencial. Estando en esa posición uno de los asesinos golpeó violentamente con un palo de aluminio la espalda del compañero Omar. Fue tan fuerte el impacto que el palo se dobló. Inmediatamente Hassan se volvió y reclamó tratando de desarmar al agresor. Eso fue suficiente. Los esbirros los obligaron a colocarse junto al carro donde le dispararon fríamente.
De los sucesos sangrientos ocurridos en los Bosques de Xiloá, sólo dos personas lograron sobrevivir: El Ingeniero Francisco Figueroa, y Julio Solórzano.
Estuvieron en “Los Loyes” unos minutos antes de que ocurriera la masacre y fueron capturados en la Cuesta del Plomo. Su libertad la lograron tres días antes del triunfo gracias a un canje que hiciera la dictadura con unos prisioneros somocistas, por medio de la Cruz Roja.
Datos biográficos
Omar Hassan Morales, nació el 7 de abril de 1945. Su padre, Ahmed Musa Hassan, llegó a Nicaragua proveniente de Palestina y se casó con la nicaragüense Elsa Morales Hernández. Omar tenía 5 hermanos.
Era casado con Lourdes Murillo Zambrana y tenían 3 niñas: Erika Vanessa de 5, Verónica de 3 y María Gabriela de 2 meses. Trabajaba en la compañía constructora ERCO. Lo reclutó para el FSLN Cristhian Pérez Leiva, con quien había estudiado en la Universidad. Ambos dibujaron los planos de los escenarios de la insurrección de Managua, que ayudaron a definir el teatro de la resistencia popular, que se inició un mes después en los barrios orientales.
Su vinculación con FSLN comenzó por el año de 1968, haciendo sus primeros entrenamientos junto con el Comandante Pedro Aráuz Palacio, bajo la dirección del comandante Julio Buitrago. Sin salir nunca de la legalidad, participó en numerosas misiones. La muerte lo sorprendió, en cumplimiento de misión que realizaba con su hermano de lucha.
Christian Pérez Leiva, nació el 22 de diciembre de 1947. Se bachilleró en el Instituto Nacional Ramírez Goyena. Egresó de Ingeniería en la UNAN-Managua en donde fue un destacado dirigente de la UNAN y del Frente Estudiantil Revolucionario (FER).
Estaba casado con Anelly Molina, con quien procreó dos niñas Haydeé Tamara, de 7 años, y Anely Dolores, de 4 años. Cristhian tenía varios años de militar en el FSLN. Después que pasó a la clandestinidad formó parte de la Escuadra Bonifacio Montoya, que operaba en el campo y la montaña segovianos, pero por problemas físicos debió trasladarse al pacífico, donde asumió responsabilidades político militares. En 1978 estuvo algunos meses en Carazo.
José Christian Pérez Leiva, conocido dentro del círculo universitario y amigos como “CHRISTIANON”, nació en Managua capital de la República de Nicaragua el 22 de diciembre de 1946, se nutrió de la raíz humilde y sencilla de doña Zulema Leiva Cornejo y de su padre Miguel Ángel Pérez Bermúdez (fallecido en 1966).
La niñez del Comandante Christian, transcurre en el Barrio Santo Domingo de la vieja Managua y años después en la Colonia Salvadorita, que hoy en honor a él lleva su nombre, recordando para siempre a uno de los héroes de nuestra gloriosa Revolución Popular Sandinista.
Sus estudios primarios los cursó en la Escuela Loyola y su secundaria en el Instituto Central Ramírez Goyena de donde egresó en febrero de 1966
En el año 1966, Christian Pérez, se matricula en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN, en la Escuela de Ingeniería, ahí manifiesta sus inquietudes políticas y participa en los círculos revolucionarios, guiados por la filosofía Marxista-Leninista, consulta todos los textos que al respecto puede conseguir sin temor a la represión de la dictadura somocista.
Siempre con este propósito ingresa en las filas de la Juventud Socialista Nicaragüense.
El 2 de abril de 1970, cuando iba trasladando en un Volkswagen al Comandante Germán Pomares Ordóñez lo apresa la guardia somocista, esto sucedió en cercanías del Barrio San Luis de Managua. Posteriormente en ese mismo año, participó en el primer asalto de la sucursal Boer del Banco Nacional, donde recuperó con sus compañeros una cantidad considerable de dinero para la organización.
En el año 1973, viaja a la República de Chile durante el Gobierno Popular del compañero Salvador Allende, en donde tiene contacto directo con el pueblo y se enriquece sus conocimientos políticos.
A la caída de Salvador Allende, lo apresan las fuerzas golpistas de Pinochet, permanece varios días encarcelado, lo interrogan a través de brutales torturas, con él fue preso el compañero Rogelio Ramírez. A su regreso de Chile, fue detenido por la Oficina de Seguirdad Nacional de Somoza (ONS), durante más de 24 horas para investigar su estadía en dicho país.
En febrero de 1976, fue encarcelado nuevamente por la G.N., la que llegó salvajemente a su casa de habitación a capturarlo para ser investigado respecto a actividades dentro del FSLN.
En sus doce años de militancia organizada en la vanguardia del FSLN, se destacó por su trabajo en la montaña, con la columna “Bonifacio Sandoval” donde llegó a ser el Comandante segundo al mando de la misma.
Tanto su trabajo como responsable urbano y semirural en Carazo, como su labor de segundo responsable militar de operaciones en general en el Frente Central “Camilo Ortega Saavedra” en Managua, levantó enormemente la capacidad militar de corto toda la vanguardia en las regiones mencionadas.
El Comandante Christian Pérez, asimismo fue forjador de cuadros durante brillante trayectoria revolucionaria, destacándose por su de participación como Responsable de un gran número de Escuelas Militares, tanto en la montaña como en la ciudad.
Christian era sencillo y humilde; amigo de todos los pobres, siempre parecía preocupado, obsesionado por sus tareas revolucionarias. Su rostro serio pero seguro de sí mismo, inspiraba respeto y confianza
Decía Christian, que sentía una gran pasión por la poesía de Neruda, el Trovador de Chile y una gran admiración por el Comandante Guerrillero Ernesto “Che” Guevara, le dolía profundamente la pérdida de cada hermano sandinista, que moría combatiendo por la liberación de nuestro pueblo.
Militarmente, unió siempre sus conocimientos teóricos con sus conocimientos prácticos, resultado de esta disciplina fue su participación en el operativo militar destinado a la destrucción de “Semitel” en Las Nubes en marzo de 1979; el operativo de la recuperación de un Equipo Médico Quirúrgico del Hospital Bautista, y otros.
Por órdenes de la Comisión Militar del Frente Sandinista de Liberación Nacional, el Comandante Christian Pérez Leiva, elaboró el plan de lucha a desarrollarse durante la Insurrección Final en la ciudad capital.
El compañero Pérez, diseñó y planificó todas las barricadas que en Managua existieron, determinó la cantidad de combatientes que se tenían que situar en cada barricada, el tipo de armamento que se utilizaría.
Tácticamente Pérez Leiva, indicó la ubicación de las ametralladoras calibre 30, las RPG-2 y en fin todo lo poco de armamento que nuestra Vanguardia tenían en ese entonces para derrocar a la genocida dictadura somocista.
Esos planes que el FSLN echó adelante, fueron el producto de aproximadamente cinco meses de desvelo y encierro total del compañero Pérez Leiva. Día y noche se dedicó a elaborar el Plan de Campaña Insurreccional de Managua ubicando en él, hasta el último hombre, hasta la última barricada.
Parte de estos planes cayeron en el golpe demoledor propiciado por la Oficina de Seguridad de la GN, con fuerzas militares de la tristemente célebre EEBI, en los Bosques de Xiloá, donde murió el Comandante Pérez y otros compañeros militantes. Los planes fueron publicados en Novedades (diario oficial de la dictadura).
Su muerte constituye un duro golpe para los campesinos de Matagalpa y Jinotega, con quienes convivió y luchó durante largo tiempo, lo mismo para los campesinos y proletarios de Carazo y los obreros y estudiantes de Managua, donde antes de su muerte se encontraba trabajando en los barrios marginados.
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Alfonso González Pasos era hijo de doña Julia Pasos, muy conocida en el mundo de los bienes raíces. Era ingeniero agrónomo graduado en la Escuela Agrícola Panamericana de El Zamorano, Honduras. Con su esposa Carmen Chamorro procreó cinco hijos: María Caridad (1959), Alfonso, Diego Manuel, Rodrigo y Juan Bosco, a quien también asesinaron ese aciago día.
Un hermano de Carmen, Diego Manuel, se casó con Vilma Mejía Lacayo, y se fueron a vivir al mismo reparto, y fruto de ese matrimonio era Constantino Chamorro Mejía, asesinado con su primo Juan Bosco. Alfonso había comenzado a colaborar con el FSLN y daba alojamiento a Cristhian Pérez Leiva.
Ricardo Orúe Navarro, nació el 2 de febrero de 1947 en Matagalpa. Hizo sus estudios primarios en el Colegio San Luis Gonzaga. Se bachilleró en el Colegio Centro América de Granada. Estudió ingeniería química industrial en la Universidad Iberoamericana de México.
Cuando regresó a Nicaragua se involucró en actividades políticas […]
¡Que vivan todos nuestros Héroes y Mártires!
¡Que vivan los héroes de Xiloá!
¡Presente!
Fuentes:
Barricada impresa. Mayo. 1980.
Artículo: Su sangre fecundó nuestra Revolución.
https://carlosagaton.blogspot.com/2020/05/nicaragua-la-masacre-de-xiloa.html?m=1
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