En los años ochenta, Barricada, a través de la sección Poesía Libre, a cargo del Ministerio de Cultura, publicaba periódicamente los poemas de los guerrilleros sandinistas, de los milicianos, de los cachorros, pero también de muchos hombres y mujeres comunes, que en los barrios participaban de los Talleres de Poesía.
Eran versos de amor, juventud, amistad y una fe indestructible en la lucha revolucionaria.
El día de hoy el Equipo de Barricada/Historia, retomando esta línea de trabajo, presenta tres poemas de Luis Varese. Pertenecen a la serie de amor y de guerra, escritos en el Frente Sur, durante la Ofensiva Final, en los meses de junio y julio de 1979, aparecidos posteriormente en el libro Las Telarañas de Dios.
Te puede interesar: Luchando por este pueblo como si fuera el suyo. Los internacionalistas del Frente Sur
Publicando estos poemas, extendemos la invitación a la militancia histórica, combatientes históricos, internacionalistas y también jóvenes generaciones, que nos envíen sus poemas. “La cultura es Revolución y la Revolución es cultura”, como nos recordaba Cortázar, en una de sus visitas a Nicaragua.
TRES POEMAS DE LA GUERRA DE SANDINO CONTRA SOMOZA
I – Amor en la Colina 55
Cuando te abrazo entre mis piernas
en la noche
para que no te mojes,
y te unto luego con ese aceite de bebe finito
y te apoyo en mi hombro contra mi cara,
bajo la luna de centinelas,
es que siento que te has convertido en mi preocupación
principal,
objeto de los cariños que ahorita
no puedo dar sino a ti y a los compas,
y sé que sin conciencia me cuidas
o mejor dicho tu ojo es el mío.
Te has vuelto indispensable en los días
de la mayor intensidad vivida.
Te alimento con mesura,
nunca dejo que te vuelvas muy caliente
ni me excedo contigo,
nos guardamos respetuosa distancia
hasta que de ti sale fuego
y entonces nos volvemos uno,
apretados, sólidos.
Y tú que vienes de fuera, de manos sucias,
eres indispensable requisito de las alegres auroras
tan fundamental como los muchachos de mi escuadra
querido FAL.
Managua, 1979.
II – Amor en la Colina 55
El 9 de julio la EEBI* tiraba con todo,
bombas en puta, dijo Carlitos.
Ya había hecho la posta.
Te encontré en mi trinchera.
Nos amamos vestidos, empapados,
bajo la luna inmensa.
La médica Internacionalista
y el internacionalista,
Apretados se confundían
el Bangannnn de los morteros
con el tuntún de los pechos,
los tuyos son fuertes
te llamabas ese día
Ada
pero con h.
Managua, 1979.
*Sigla de la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería, tropa de élite dirigida por el hijo de Somoza.
III – Amor en la Colina 55
La tierra húmeda perfumada,
una piedra en la mitad de la espalda.
En las paredes raíces, gusanitos.
Fresco de día
de noche no sé donde terminas.
Sensación de tumba, amante, casa, cueva,
de hombre primitivo con sensación de futuro,
me costaste ampollas en las manos,
tres morteros cayeron cerca y me envolviste,
me ocultaste.
Al final de la noche,
Cuando el cielo se vuelve color de témpano
Y el miedo te toma por la nuca, canto bajito
Faz escuro mas eu canto
porque a manhá vai chegar
regalo de Thiago.
Toco tus bordes imprecisos con cariño,
te huelo mía y del compa de al lado.
¡Salve! hueco de tierra.
Trinchera.
Managua, 1979.