El 1 de enero de 1933, hace 89 años, el imperialismo norteamericano encontró su primera derrota militar en la tierra de Sandino, cuando los últimos marines abandonaron el suelo nicaragüense, el primero de enero de 1933, después de enfrentarse durante seis años al General Augusto C. Sandino y su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua (EDSNN).
El 4 de mayo de 1927, la oligarquía libero-conservadora pactó con el imperio yanqui, traicionando los principios de soberanía y autodeterminación, en el conocido Pacto del Espino Negro, fecha que además, ha pasado a la posteridad porque el General Sandino en un acto de Dignidad Nacional, no firmó e inició la guerra en contra de la intervención yanqui con treinta hombres y con los cuales fundó el EDSNN, el 2 de septiembre de 1927.
Ese mismo año, Estados Unidos conformó la Guardia Nacional de Nicaragua, tal como se establecía en el Pacto del Espino Negro, con características parecidas a la Guardia Nacional de Filipinas y República Dominicana, países que corrían la misma suerte de ser intervenidos por el imperialismo norteamericano. Sin embargo, la Guardia Nacional de Nicaragua fue creada con el objetivo de liquidar la lucha de Sandino y defender los intereses norteamericanos, con la ayuda de la marina yanqui, que por segunda vez intervino en el país a petición de Adolfo Díaz.
El primero de julio de 1927, en su Manifiesto de San Albino, Sandino declaró el carácter antiimperialista y anti oligárquico de su lucha e invitó a los patriotas de Nicaragua, Centroamérica y América Latina a que se unieran a su Ejército.
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El EDSNN pasó de un pequeño grupo de patriotas a un ejército guerrillero que alcanzó una composición final de aproximadamente 6,000 hombres, a quienes el GeneralSandino, sin ningún manual de guerra de guerrillas, les enseñó a apreciar el valor de la posición del sol, de la velocidad y dirección de los vientos, del arte de camuflar una posición, así como la habilidad de aprovechar cada árbol, cada hondonada, cada pliegue de terreno en una trinchera, cada pantano en una trampa.
Son conocimientos que Sandino no tuvo ocasión de adquirir en escuela militar alguna. Nacían de su profundo conocimiento de la tierra que le vio nacer, de los juegos de su infancia, de su contacto con las modalidades de los indios niquiranos, poseedores de particulares medios de comunicación entre las anfractuosidades serranas, que largos siglos de ejercicio habían tornado perfectos.
En el proceso de desarrollo de la guerra de intervención, se realizó la creación de zonas guerrilleras y la estructuración de un ejército irregular con características regulares para el control militar de amplias áreas. En julio de 1931, las columnas de combate eran las principales unidades tácticas del EDSNN y estaban organizadas territorialmente bajo el mando de jefes con gran experiencia militar: Columna 1, General Pedro Altamirano (Matagalpa y Chontales); Columna 2, General Carlos Salgado (Costa Caribe); Columna 3, General Pedro Antonio Irías (Jinotega); Columna 4, General Juan Gregorio Colindres (Nueva Segovia y Chinandega); Columna 5, General José León Díaz (León y Chinandega); Columna 6, General Abraham Rivera (noreste de la Costa Caribe); Columna 7, General Ismael Peralta (Estelí) y la Columna 8, Coronel Juan Pablo Umanzor (Nueva Segovia y Chinandega).
“En total, llegamos a dominar una extensión territorial de más de 80,000 kilómetros cuadrados, sin incluir los 35,000 del territorio disputado (con Honduras), que era tierra totalmente nuestra y de gran valor”. General Augusto C. Sandino.
En noviembre de 1932, la marina yanqui vigiló las elecciones en las que resultó ganador Juan Bautista Sacasa, y aunque este solicitó la permanencia de la marina, Estados Unidos empezó a sacar paulatinamente a su ejército desde diciembre de ese año.
El 1 de enero de 1933, triunfó la causa sandinista, al retirarse el último contingente del invasor norteamericano delterritorio nicaragüense. Seis largos años de heroísmo de un puñado de hombres, obreros y campesinos, sufriendo privaciones, viviendo en la inclemencia de la montaña, peleando valientemente por su patria, el “ejército loco” había logrado aquella victoria.
Consumaron la hazaña de confrontar sus fuerzas con el ejército más poderoso del mundo y de obligar a las tropas invasoras norteamericanas a retirarse derrotados de la tierra de Sandino. Derrota que consta en el seno del propio Pentágono, donde Estados Unidos reconoce dos fracasosmilitares, uno en Nicaragua en el año 1933 y otro en Vietnam en 1967. Realmente no es poca cosa, desde cualquier punto de vista haber derrotado al ejército más poderoso de la tierra, un ejército que utilizó por primera vez el bombardeo aéreo en las montañas segovianas de Nicaragua, mucho antes de la Segunda Guerra Mundial.
¡Honor y Gloria al General Sandino y a todos los Hombres y las Mujeres que integraron el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua!
Fuentes
Barbosa, F. (2007) Síntesis de la Historia Militar de Nicaragua: de las guerras intertribales precolombinas al Ejército de Nicaragua. 1ª edición, Managua. Impresión ARDISA.
Román, J. (2007) Maldito País. 1ª edición, Managua: Amerrisque.
Selser, G. (1984) Sandino, general de hombres libres. Buenos Aires. Editorial Abril.
