El 26 de febrero de 1979, el joven militante de la causa sandinista, Guillermo Romero López, fue capturado por la guardia somocista cerca de la Iglesia Santa Ana, según sabemos, fue conducido a una estación de la Guardia cerca de la Cuesta el Plomo. Su cuerpo nunca fue encontrado. Hoy, 44 años después, gracias al testimonio de sus familiares, el Equipo de Barricada les trae su historia.
Nacido el 7 de noviembre de 1960, desde temprana edad se sintió atraído por la causa de los oprimidos. Se integró a la lucha en los años 70 como dirigente estudiantil, junto con Manuel Olivares y Urania Zelaya, cuando era estudiante del entonces Instituto Nacional de Comercio.
Un chavalo inquieto, alegre, inteligente, que cuando entró en contacto con las ideas de libertad y defensa de los intereses populares se integró de lleno a la lucha. Se convirtió rápidamente en un cuadro organizador, certero, leal, firme, indiscutible líder de la conspiración urbana, organizado en la escuadra “Luisa Amanda Espinosa” de la GPP.
Realizó trabajo clandestino en varios sectores de Managua, principalmente en el Open 3, ahora Ciudad Sandino, en los sectores de Las Américas 1, 3 y 4, en el Barrio 5 de diciembre y en todos los sectores aledaños a Villa Libertad.
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Fue cofundador de una Escuela de defensa personal en el Instituto René Shick hoy Elvis Díaz, extendió el trabajo del Frente en la Colonia Máximo Jerez, el Riguero y Barrio Rio Sol, hoy Barrio México, donde el cariño por Guillermo aún perdura.
El 9 de octubre de 1978 contrajo matrimonio con el amor de su vida, la guerrillera María de los Ángeles Moreira López, conocida en la guerrilla como “Mildred”, (quien aún le sobrevive) en la iglesia Pio X, siendo testigos de la boda el compañero Eddy Medrano y su primera esposa, ya fallecida.
“De Guillermo aprendimos a monitorear las emisoras somocistas para saber cómo movilizarnos por la capital para evitar cualquier retén de las fuerzas tenebrosas del somocismo, a verificar una información antes de ejecutar cualquier acción, aprendimos siempre a andar dinero en los bolsillos por un plan B. Antes de una acción nos repartía una cantidad de dinero por cualquier retirada inesperada”, relató la compañera María Moreira.
La misma sigue con su relato: “El Compa Guillermo nunca se separó de su Revolver 38 niquelado. Lo acompañamos en acciones de recuperaciones económicas, pintas de hostigamiento en casas de Somocistas, muchas veces escribimos con espray «Juramos Vencer», propagandas armadas, trasiego de armas, reclutamiento de simpatizantes del FSLN, hostigamiento a patrullas de la Guardia Nacional somocista, a conseguir casas de seguridad, escuelas para enseñar posiciones de tiro, arme y desarme de armas cortas y largas, chequeo y contra-chequeos, historia de la Revolución, a simular interrogatorios y qué decir si eras capturado. Éstas, entre otras, eran las misiones que dirigía Guillermo.
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Personalmente hice trabajos por encargo del Compañero Guillermo Romero López, «Jaime», dentro de nuestra estructura, hice trabajos para la Regional Central Comandante Julio Buitrago Urroz del FSLN-GPP por órdenes del compañero Romero López. Hacía manuscritos sobre la realidad nacional en páginas de cuadernos bajo el seudónimo de Carlos Caldera Ruiz.
Guillermo Romero «Jaime «se los llevaba y luego traía los esténciles picados, así se le llamaba y se reproducían en un mimeógrafo artesanal de madera. Con el pasar del tiempo me nombró Responsable de Publicaciones de los CAP (Comites de Accion Popular ) Américas 1 ,3 ,y 4. CAP siglas de la que era la organización intermedia para el trabajo legal del FSLN-GPP, una fachada para el trabajo del Frente. Lo acompañé en distintas acciones combativas junto a Miguel Maruhuntha, al Gato Saballos, Julio Martinez «el Sacristán», Juan Carlos Prado «Caliche», Luis Manuel Cano Toval «Alberti», Eddy Martínez «Plutarco», Manuel Chávez conocido cariñosamente como «el Cagado» y Amelia Saavedra (esposa de Manuel)”.
En cuanto al último día en el cual todavía estuvo con vida, la compañera María Moreira, recuerda: “Fue capturado por la guardia somocista cerca de la Iglesia Santa Ana, el 26 de febrero de 1979, según sabemos, fue conducido a una estación de la Guardia cerca de la Cuesta el Plomo, su cuerpo nunca fue encontrado, Nicaragua es su tumba. Murió como los santos, inclaudicable. Con su muerte, ninguna casa de seguridad cayó, ningún combatiente clandestino cayó, ningún colaborador del FSLN de sus células clandestinas cayó, ninguno de sus buzones de armas fue encontrado por la Guardia”.
Hoy Guillermo Romero López “Jaime”, vive en el corazón de su eterno amor, su esposa María de los Ángeles Moreira López “Mildred”, quien aún busca pistas de donde está su cuerpo, y lucha por restaurar el monumento que en los años 80 fue erigido en Ciudad Sandino.
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Guillermo vive en cada logro de nuestra Revolución y es parte de las fuerzas espirituales que hacen posibles las victorias de hoy.
¡Guillermo Romero López, Presente, Presente, Presente!
Escrito por: Mariela González
Fuentes:
• Testimonio de María de los Ángeles Moreira López, esposa de Guillermo Romero
• Testimonio de Welbin Romero, hermano de Guillermo Romero
• Perfil de Facebook “Rojo y Negro”