Hoy, 2 de junio, conmemoramos el 90 Aniversario del Tránsito a la Inmortalidad de Blanca Stella Aráuz Pineda, declarada Heroína Nacional por su papel fundamental en la gesta libertaria del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, encabezado por el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, contra la intervención del imperialismo yanqui en nuestra nación. El Equipo de Barricada les trae su semblanza.
En las verdes montañas jinoteganas, hay un pueblo donde se bailan mazurcas y polkas segovianas, en medio de fragantes plantaciones de café, huertos y bosques, se llama San Rafael del Norte. Cuando el medio de comunicación más avanzado era el telégrafo, la familia Aráuz, de alta estima en el pueblo, era especialista en el manejo de ese instrumento. En este pueblo, el General Augusto C. Sandino decidió establecer su cuartel general para dirigir la Guerra de Liberación para expulsar de Nicaragua a las tropas yanquis.
Junto con su estado mayor, ocuparon la casa de la familia formada por Pablo Jesús Aráuz Rivera y Esther Pineda Rivera. Don Pablo, escritor, orador, compositor, carpintero, hojalatero y telegrafista, oficio que legó a sus descendientes. Doña Esther, familiar del general Benjamín Zeledón.
Conocedor de la importancia de las comunicaciones en la guerra, Sandino, recibió el apoyo de Blanquita, y surgió entre ellos el amor, la complicidad; compartían además el sentimiento profundamente apasionado de amor por la patria y el desprecio por la intervención extranjera.
Se casaron el 18 de mayo de 1927, el mismo día del cumpleaños del General Sandino, en medio de los sacrificios de la guerra, que solo les permitió estar juntos dos días. El 20 de mayo, el general regresó al El Chipote.
Blanca, sufrió la persecución y dos años después, en 1929, fue encarcelada en la ciudad de Jinotega por el traidor José María Moncada, que ya había logrado ser presidente.
Sandino respondió airadamente, protestando por el ultraje hecho a su esposa. Siete largos meses pasó encarcelada, y a mediados de 1930 fue encarcelada de nuevo, esta vez en la siniestra cárcel de la 21, en la ciudad de León.
Blanca Aráuz y Sandino lograron reencontrarse en 1932, año en que se dieron las negociaciones de paz. Blanca tuvo participación activa y protagónica en las negociaciones.
En junio de 1933 nació la única hija de este matrimonio, Blanca Segovia, nombre que armoniza el nombre de la madre y el de Las Segovias, donde los yanquis mordieron el polvo de la derrota ante el glorioso Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua (EDSSN).
El parto fue complicado y Blanquita se rindió a la muerte. Ese mismo día fue sepultada y en sus palabras de homenaje expresó dolido el general Sandino:
“Queridos hermanos míos: A esta mujer que ahora sepultamos, a su gran espíritu de amor y bondad debemos todos la paz en Nicaragua”.
Blanca Aráuz, que falleció a los 24 años de edad, fue esposa y compañera militante, hizo uso de sus conocimientos como telegrafista en favor de la lucha antiimperialista, sufrió persecución y cárcel, participó en las negociaciones de paz. Blanca, la autora del Himno del EDSSN, que resume su pensamiento antiimperialista.
Don Edelberto Torres Espinoza escribió: “Blanca Aráuz fue una colaboradora de Sandino desde antes de su matrimonio, en su oficina de telegrafista de San Rafael del Norte, flor viva de humanidad a los 18 años de su primaveral juventud. Fue para Sandino todo lo que una amante, fiel y abnegada compañera pudiera ser. Lo colmó de felicidad en la intimidad conyugal, de secretaria en diversas temporadas, lo siguió a la montaña y aprendió el manejo del Springfield dispuesta a batirse…”
En reconocimiento al papel fundamental que desempeñó en la gesta libertaria del EDSNN como enlace de las comunicaciones e indicaciones para el establecimiento de la paz en nuestra Patria, la Asamblea Nacional de la República de Nicaragua la declaró “Heroína Nacional”, mediante Ley Nº. 897 del 6 de marzo de 2015, publicada en La Gaceta, Diario Oficial Nº. 48 del 11 de marzo de 2015.
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