Barricada

23 de marzo de 1980: alfabetizar para liberar

“La patria no será totalmente liberada

mientras no esté totalmente alfabetizada”

Consigna del Ejército Popular de Alfabetización

Un día como hoy de 1980, hace 43 años, empezaba la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, la gesta cultural que cambiaría para siempre a Nicaragua. Toda una nación movilizada, con el fervor insurreccional para erradicar el analfabetismo.

La educación, a través del tiempo, ha sido utilizada para mantener la dominación sobre los pueblos, pero es también una herramienta para la liberación.

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Saber leer y escribir era privilegio de las clases dominantes, dueños de la tierra, amos y señores, los únicos que podían ejercer el voto.  

La oligarquía reconocía como ciudadanos a aquello que tenían solvencia de ingresos y bienes, además de estudios.   De esa manera el “régimen oligárquico” excluía a los pobres, la gran mayoría del pueblo, sin ninguna propiedad material.  Por no saber leer y escribir, se negaba su vasto conocimiento popular, se les calificaba como ignorantes.   Recursos ideológicos para justificar la dominación de los que se consideraban herederos de la corona española, sobre obreros, campesinos, indígenas, afrodescendientes.

Cuba: sin Revolución, no podría haberse llevado a cabo la epopeya de la Alfabetización

Las luchas emancipadoras en América Latina pusieron de relieve la importancia de impulsar rupturas en el sistema colonial de educación.  En Cuba, el Movimiento 26 de Julio derrotó a la dictadura batistiana el 1 de enero de 1959, cuando el Ejército Rebelde entró triunfalmente a Santiago de Cuba, y de inmediato se organizó la Campaña Nacional de Alfabetización, que, en 1961, logró la alfabetización de más de 900,000 personas.  Una hazaña político-pedagógico sin precedentes, llevada a cabo por el movimiento educación de masas.   

Unos pocos años antes, en el periodo de la Revolución Democrática de Guatemala, el gobierno de Jacobo Árbenz Guzmán, a la par de la Reforma Agraria, había impulsado programas de alfabetización para apuntalar la modernización de la producción.  

Paulo Freire: la Educación como práctica de la libertad

El pedagogo brasileño Paulo Freire, inspiró en la década de los años 60 del siglo pasado la lucha contra el silencio de los pueblos a través de la educación.   Planteó Freire, que la acción cultural era necesaria para el cambio social y para la formación de una nueva sociedad de hombre y mujeres libres.  Una acción que, a la vez, era pedagógica y política, y que tenía como punto de inicio la alfabetización crítica:  aprender a leer la realidad para transformarla.  

Pasar de la conciencia ingenua a la conciencia crítica de las estructuras de dominación social, cultural y económica.   El método desarrollado por Freire, tenía tres momentos metodológicos: análisis de la realidad, identificación de causas y consecuencias, propuesta de cambios.   Un método dialéctico crítico y transformador.

Una educación en la que nadie sabía todo y nadie ignoraba todo, sino que aprendían juntos mediatizados por la realidad.   

El método psicosocial de Freire, considera el dialogo, la ruptura del silencio, para crear conocimientos nuevos.   De allí la estrategia de la pregunta generadora, para luego avanzar en el aprendizaje de los símbolos y los sonidos del alfabeto.

Nicaragua Hora Cero

En 1967, se instaló un foco guerrillero en las montañas de Pancasán, departamento de Matagalpa.  El pequeño grupo de guerrilleros entre los que estaban Carlos Fonseca, Óscar Turcios, Silvio Mayorga, Tomás Borge y Gladys Báez, buscaban crear una base de apoyo entre el campesinado para la lucha contra la dictadura somocista.   Entre sus labores estaba la de participar en las actividades diarias, y enseñar a leer y escribir.

El 1 de enero de 1969, el Comandante Carlos Fonseca Amador, dio a conocer en una edición mimeografiada, su ensayo sobre la realidad nicaragüense titulado “Nicaragua Hora Cero”. En ese texto se refirió a la situación de la educación, en la que destacó que entonces había un  50% de analfabetismo:

“Solamente el 1.1 % de la población nicaragüense ha cursado la escuela primaria. Un cincuenta por ciento de la población no ha aprobado ningún grado de enseñanza. La proporción de alumnos que abandonan la escuela en el primer grado o repiten cursos es elevadísima (setenta y tres por ciento). Asciende a sólo un veintiuno por ciento la proporción de la población estudiantil procedente del sector de la sociedad con niveles de ingreso inferior o igual al promedio del país. De doscientos mil jóvenes de catorce a diecinueve años de edad apenas llegan a veinte mil los que realizan estudios de bachillerato, educación comercial, vocacional y agrícola”.

Esta era la realidad que el Frente Sandinista de Liberación Nacional se comprometió a cambiar.  Lo hizo en el Programa Histórico presentado al pueblo nicaragüense en 1969; se reafirmó en 1979 en la Primera proclama de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.

Nicaragua, “Territorio victorioso sobre el analfabetismo”

La Gran Cruzada Nacional de Alfabetización “Héroes y Mártires por la Liberación de Nicaragua”, se empezó a organizar inmediatamente después del triunfo del 19 de julio de 1979.    La gran tarea era erradicar el analfabetismo, que era superior al 51 % de la población mayor de 15 años de edad.  

Se adoptó el método de Paulo Freire, que entusiasmado, animaba a los compañeros y compañeras que estuvieron al frente de esta magna tarea: Con lo que van haciendo y con este método enseñarán a leer en cinco meses, lo van a conseguir.”   Decía Freire, cuando visitó Nicaragua, (lo que hizo varias veces): “Esta revolución es una niña, linda, pura y bella, y hay que apoyarla”.

La incorporación de la Juventud Sandinista fue masiva.   Se organizó el Ejército Popular de Alfabetización (EPA), las Milicias Obreras de Alfabetización (MOA).    El domingo 23 de marzo de 1980, inició la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización.

En todo el país, se movilizaron las muchachas y muchachos, en el Frente Norte Carlos Fonseca Amador, Frente Sur Benjamín Zeledón, Frente Occidental Rigoberto López Pérez.   Organizados en brigadas y escuadras que honraban los nombres de héroes y mártires caídos durante la insurrección contra Somoza.

Durante cinco meses, la mitad de la población nicaragüense vivió para la Cruzada de Alfabetización. 60 mil jóvenes, muchachas y muchachos, se regaron por los rincones más remotos del campo y más de 40 mil personas, por todas las ciudades, para enseñar a leer y a escribir a más de 400 mil personas, al mismo tiempo que aprendían del saber popular y campesino.  El analfabetismo se redujo significativamente, pasando de un 51% de la población adulta al 12.9%.

El 23 de agosto de 1980, cuando concluyó la Cruzada se leyó el comunicado con el que se anunció al gobierno, a la Dirección Nacional, al pueblo de Nicaragua y al mundo entero que Nicaragua era “territorio victorioso sobre el analfabetismo”.